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A través de las prácticas artísticas los estudiantes pueden tener más participación social. Foto: Lina Damaris Patiño Gallego.

Se constituyen como procesos de pensamiento para abordar la realidad de la población con diferencias cognitivas y reflexionar sobre ello. Contribuyen a las experiencias desde la igualdad y el empoderamiento, al desarrollo, a la independencia, a la autodeterminación y a la resignificación del otro sin espacio a la discriminación, que según este estudio, exploró la relación entre las artes y la formación de esta población.

Es constructora de historias desde las aulas, o por lo menos así se percibe ella: Lina Damaris Patiño Gallego, magíster en Artes Plásticas y Visuales de la UNAL Medellín, quien a través de su tesis vinculó el arte con los procesos de formación que imparte a estudiantes con diferencias cognitivas.

Lina Damaris es licenciada en Educación Especial. Profesionalmente tuvo la inquietud de buscar nuevas herramientas pedagógicas para innovar y ampliar la construcción de procesos identitarios de sus estudiantes.
“Al construir historias lo que busco es que también los chicos estén incluidos en ellas. Como docente muestro un mundo a cada estudiante, pues somos un mundo distinto”, dice. El camino que eligió fue el que ha explorado y el que le ha interesado desde niña: el arte. Precisamente, su análisis se enfocó desde el cine y las obras de Lygia Clark, artista brasileña.

Con relación al cine, sus vehículos para el análisis fueron tres películas: Pieles, que cuenta la historia de personas con deformidades que se han visto obligadas a esconderse. Estrellas en la Tierra, sobre un niño que tiene inconvenientes en el internado y a quien un maestro de arte ayuda a descubrir su potencial. Finalmente, Talento Millonario, un drama colombiano que narra el caso de María, una madre que alquila su vientre para pagar deudas, que da a luz a un niño con Síndrome de Down, quien contribuye al progreso de su familia gracias a su talento e interés en la música.

A través de las películas, Lina Damaris, reflexionó en torno a distintos aspectos. El primero de ellos fue el físico como condicionante de lo social, y la identidad personal a partir de las singularidades. No obstante, indica en la tesis, que limitarlas opaca al sujeto, conlleva al rechazo y a la dependencia de la aprobación por parte de los otros.

Otro asunto que plantea en este apartado es la sexualidad de las personas con diferencias cognitivas, lo cual también aborda la película Pieles al criticar, por ejemplo, que el color rosa sea para las niñas y el azul para los niños, como se ha instaurado socialmente. La investigadora menciona adicionalmente en su tesis que al hablar de este tema, lo que muestra el imaginario social respecto a estos jóvenes y adultos, es que ellos se ven más interesados en desplegar placeres sexuales y específicamente en lo relacionado a la genitalidad, “lo que promueve la preocupación de las familias por no saber manejar la situación o por el tabú que existe a nivel de la sociedad”, indica el documento.

Acerca de los límites en los entornos educativos, Estrellas en la Tierra aborda cómo las instituciones educativas permean el entorno familiar y que los límites influyen en las relaciones que las personas con diferencias cognitivas crean con el otro. A partir de la película, se expone en la tesis, “el concepto de la otredad se hace fundamental”. Este hace referencia a “reconocer al otro desde sus diferencias”.

Asimismo, la investigadora reflexiona sobre la participación social en los imaginarios de productividad y consumo que, de acuerdo con su análisis, determinan una mirada asistencialista respecto a la población con diferencias cognitivas. También que el arte favorece los ambientes de aprendizaje. No obstante, las prácticas artísticas en función de la formación académica tienen barreras. Estas últimas disertaciones están asociadas a la película Talento millonario.


Relación entre el análisis y las prácticas de aula

Como docente en educación especial, Lina Damaris también se interesó por poner foco en su labor y en cómo innovar en los procesos de enseñanza que emplea, entonces relacionó las cavilaciones académicas con sus métodos.

Fue por eso que acudió a varias actividades en las que involucró a sus estudiantes, comenzando con el Recetario de emociones. En papel bond pegaron siluetas de hombres y mujeres con similitudes de cada participante. Ellos lo complementaron modelando en plastilina las partes de la cara para representar las emociones. En dibujos de recipientes vacíos representaron los ingredientes para producirlas.

Otra actividad fue la ejecución de papel artesanal, lo cual, según ella comenta en el documento, se transforma en un espacio terapéutico para expresarse, como lo hizo Solanlly, una de las estudiantes. En una pintura ella representó una mariquita que había visto antes y con la que se sintió identificada desde sus anhelos de libertad “para andar por todas partes y ser independiente”, la cita Lina Damaris en la tesis. “Fue una experiencia muy agradable tanto para ellos como para mí”, dice la investigadora.


Trasfondos

El análisis atraviesa temas como el capitalismo, los patrones existentes en la sociedad y las relaciones de poder que, como lo comenta, conducen a la creación de barreras para el aprendizaje y la participación a nivel social y comunitario. Según ella, “lo que buscan es disciplinar la conducta y homogenizar el pensamiento”. En ese sentido, desea generar posibilidades para que sus estudiantes, a través del arte, piensen de otras formas que les permitan confrontarse y reflexionar.

La tesis la plantea en dos capítulos. Al primero lo denomina “Pensando más allá” y en él aborda la descripción de sus estudiantes, la corporación en la que labora y las prácticas de clase que emplea. En el segundo, expone acerca de experiencias relacionales y acciones provocadoras, sobre prácticas artísticas en la educación especial, el pensamiento de la colonialidad y obras de la artista brasileña Lygia Clark, cofundadora del Movimiento Neoconcreto con el cual abogó por romper la contemplación en la relación objeto – espectador, al que buscaba involucrar en la práctica real y directa.

Esa concepción es fundamental para Lina Damaris, en la medida en la que, para sus estudiantes, “crear procesos y pensamientos abstractos es un poquito difícil para personas con diferencias cognitivas, porque sí requieren de un aprendizaje más explícito y ejemplificado”.


Aprendizajes

A Lina Damaris le quedó claro que se debe pensar no solo en capacitar a las personas con diferencias cognitivas, sino también a los docentes, porque la principal dificultad que aparece en todos los entornos es sobre la inexistencia del conocimiento, sumado a la actitud negativa que presentan algunos “para atenderlos o enseñarles, por ejemplo, a chicos sordos o con discapacidad intelectual, cómo van a entrar a enseñarles si no conocen su lenguaje y sus necesidades”.

Su gran conclusión es que las prácticas artísticas son grandes generadoras y transformadoras del pensamiento. Además, es útil abordarlas incluso desde las problemáticas sociales y “en la vida real” para impulsarlos, empoderarlos, llevarlos a pensar más allá y desde sus derechos a construir y reconstruir la identidad. Esa fue la motivación de la investigación y la razón de su ímpetu para el desarrollo del estudio.

Ella no imaginó que el camino por el cual la condujo la vida en el momento de ingresar a estudiar a una carrera profesional le trajera tanta alegría y aprendizajes en el futuro. Se matriculó en Licenciatura en Educación Especial luego de intentar, tres veces, ser admitida a una ingeniería.

Las artes siempre hicieron parte de su vida y sus intereses, las acogió en sus clases, en las que se convenció del trabajo con esta población que, en sí misma, ha sido la que le ha provisto de más aprendizajes.

(FIN/KGG)

27 de marzo de 2023