Escudo de la República de Colombia
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En 1867, año en que Alfred Nobel producía por primera vez dinamita a escala industrial y en el que se establecía la Confederación Canadiense bajo mando Británico, el 22 de septiembre se fundaba oficialmente en Colombia, mediante la Ley 66, la que es hoy la universidad pública más importante del país y el patrimonio de todos los colombianos.

Fueron seis facultades las que vieron nacer bajo sus alas a la Universidad Nacional de Colombia. Derecho, Medicina, Ingeniería, Artes y Oficios, Ciencias Naturales, y Literatura y Filosofía fueron los pilares sobre los se dio vida académica a una Institución que crecería con las necesidades del país y con el deseo de una sociedad que reclamaba un alma máter moderna, evolutiva, experimental y unificadora.

“Cuando cumplimos 150 años y celebramos el fin de un conflicto armado, nos nacen muchas reflexiones y entre ellas, cómo fortalecer la educación pública para que esta se convierta en la verdadera apuesta de un deseo de paz. Por eso estamos convencidos que es necesario fortalecer la educación para fortalecer la paz de Colombia”, señaló el rector de la U.N., Ignacio Mantilla Prada.

Veinte años más tarde, el 11 de abril de 1887 en la capital del departamento de Antioquia y con 22 estudiantes, abría sus puertas a los jóvenes de Medellín la Escuela Nacional de Minas. Una escuela que nacía para dar al país, grandes ingenieros y pensadores que con trabajo y rectitud entregaría lo mejor de sí para el crecimiento de la región.

Esta y la Escuela de Agricultura Tropical y Veterinaria serían las piedras angulares para la fundación de la primera unidad académica de provincia adscrita a la Universidad de la Nación. Así en 1937 veía la luz la Sede Medellín de la Universidad Nacional de Colombia.

Desde entonces, la Sede ha aportado al desarrollo del país con sus profesionales y expertos, conocedores de la importancia del equilibrio de los ecosistemas, de los suelos y de las poblaciones, quienes han sido los mayores beneficiados del conocimiento que allí se produce.

“En sus 80 años la Sede recorrió y recogió el conocimiento que ya tenían escuelas como la de Minas y de Agricultura Tropical y Veterinaria y a partir de allí se ha reconocido por sus grandes logros, por las calidades académicas de sus docentes y grandes aportes de sus egresados, lo que se ve reflejado en la tarea de liderazgo y vanguardia que han asumido sus cinco facultades con las necesidades del entorno”, expresó John Willian Branch Bedoya, vicerrector de la Sede Medellín.

Por eso hoy en día, Universidad y Sede comulgan en un mismo ideal: aportar con sus conocimientos científicos, humanos e investigativos al desarrollo de una sociedad que día tras día requiere del apoyo de la Universidad Nacional de Colombia. Una sociedad tan diversa y pluricultural que convive en campus universitarios en donde convergen diferentes corrientes de pensamiento y expresiones urbanas.

11 de septiembre de 2017