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En 2021 el Congreso de la República designó como Distrito de Ciencia, Tecnología e Innovación a Medellín. Foto: Unimedios.

Recientemente el Congreso de la República aprobó, con 61 votos en último debate, la reglamentación de la reforma constitucional que convirtió a Medellín en Distrito Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación. Para analistas, si bien esto trae beneficios, es, sobre todo, un reconocimiento al trabajo que ha realizado la ciudad en la materia.

Al convertirse en Distrito Especial, la ciudad adquiere potestades como participar en la formulación de la Política Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, y con voz y voto en el Consejo Departamental de Ciencia, Tecnología e Innovación (CODECTI) de Antioquia, además de fomentar la construcción de ecosistemas tecnológicos, según la Alcaldía de Medellín.

Adicionalmente se podrán llevar a cabo políticas y programas para fortalecer capacidades en Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI). Para estos propósitos tendrá el apoyo de Innpulsa y los ministerios de Comercio, Industria y Turismo; Educación, y de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.

La designación de Medellín como Distrito Especial, “obliga, en no menos de un año, a tener reglamentados todos los temas, como los que van por acuerdos y decretos distritales”, dijo Sergio López Muñoz, director del Departamento Administrativo de Planeación de la ciudad, a través de un comunicado de prensa. El funcionario considera que esta “es una noticia fundamental, nosotros creemos en la construcción del Distrito, porque queremos que Medellín sea el Valle del Software”.

Para Walter Lugo Ruiz Castañeda, profesor del Departamento de Ingeniería de la Organización y director del Centro de Desarrollo e Innovación de la Facultad de Minas de la UNAL Medellín, la designación es un reconocimiento al liderazgo que ha tenido la ciudad en estos ámbitos.

Medellín, al convertirse en Distrito Especial, añade, podrá tener interlocución directamente con el ente central a nivel nacional, entonces podrá conectar sus políticas públicas de CTI y se espera que esto contribuya también a los municipios del área metropolitana del Valle de Aburrá, y “a las universidades que están ahí, que podrían beneficiarse específicamente en el aumento en inversión para hacer investigación y desarrollo, como también en más oportunidades de becas”.

Por su parte, Andrés Arias, gerente del Clúster de Negocios Digitales de la Cámara de Comercio de Medellín, considera que esto representa una oportunidad “para fortalecer este ecosistema y entender a la sociedad civil como un actor que integra los sectores público y privado y la academia”. Adicionalmente, que lleva a reflexionar acerca de cómo se promueve la atracción de talento, la inversión y cómo se permean las empresas de la visión tecnológica. “Debería ser más tangible”, dice, teniendo en cuenta mediciones que hacen a Medellín más innovadora.


Vocaciones y desarrollo

Las designaciones de los distritos especiales se hacen de acuerdo con las vocaciones de los territorios y la del caso específico de la ciudad es, para él, el resultado de varios años de articulación entre los sectores públicos y privados para avanzar en diferentes temas “avizorando un cambio en las dinámicas sociales y económicas del territorio”, según Arias.

La mezcla entre las economías tradicionales y las basadas en el conocimiento, como la ciencia, la tecnología y la innovación, contribuyen, según él, a una mejor adaptación a los cambios, les dan mayor optimización e impulso para generar un ecosistema dinámico alrededor de esas áreas.

Al respecto, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, habló de las ventajas como lo es la “apuesta por una economía del conocimiento que empieza a transformarse, a crear empleo. Con esta reglamentación se aprobaron algunos beneficios tributarios y en general para empresas que se ubiquen y que se creen en el territorio”.

Un ejemplo que expone el profesor Ruiz Castañeda para ilustrar parte de las ventajas es el de la compra de hardware relacionado con tecnologías de la cuarta revolución industrial y asociado a algún proyecto especial, caso en el que se podrían reducir los aranceles para la importación.

No significa, sin embargo, que se pueda “desarrollar la ciudad por decreto o a partir de leyes, que es lo que pasa acá”, añade. Lo que facilita, menciona, es “agilizar asuntos que tengan que ver con CTI, pero no va a generar las capacidades requeridas para que la ciudad innove, lo cual se ha hecho con anterioridad y hay diversidad de actores como son Ruta N o Tecnnova. La ciudad debe apostarle a lo que ha venido construyendo”.


Modificaciones

El Congreso explica en su sitio web que “son 34 artículos que permiten darle a Medellín competencias, facultades y normativas para que sea una entidad autónoma con instrumentos legales, además de otorgarle el respectivo régimen político-administrativo y fiscal para su desarrollo integral”.

Agrega que, entre el articulado, “se aprobó la inclusión de representantes de las juntas administradoras locales (JAL) en el desarrollo institucional del nuevo Distrito”. Dentro de las disposiciones, indicó también la Alcaldía de Medellín, está el renombramiento de las autoridades locales que pasarían de municipales a distritales.

No obstante, Arias advierte que, a pesar de que la ciudad pase a ser Distrito Especial y eso le signifique autonomía administrativa, “seguimos dependiendo de entidades supraterritoriales del orden nacional”, por lo que también hay que poner atención a cómo se compaginan políticas de ciencia, tecnología e innovación o los Conpes, por ejemplo.


Impacto y retos

Como Medellín ha tenido un desempeño comparativamente mejor que otras ciudades, al acompañar la política en esa área, la experiencia se vuelve importante e interesante, según el profesor Ruiz Castañeda, quien menciona las brechas regionales existentes en el país, que según él son más grandes que las de Colombia en relación con otros países en el porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) invertido en actividades de CTI, y en ese sentido, podría contribuir con acciones de apadrinamiento.

Con el tema viene un reto que, según Arias, es comunicar de forma contundente lo que significa el hecho de que Medellín sea distrito especial de Ciencia y Tecnología, como se ha hecho en otras ciudades que gozan de la designación de acuerdo a sus vocaciones, a fin de que los “hermanamientos científicos sean más fáciles de conformar”.

En ese sentido, considera primordial “promover el entendimiento de las ventajas, responsabilidades y retos que implica la designación como distrito para que la ciudadanía que participa de manera directa en el desarrollo productivo y social del territorio y sus dinámicas pueda percibir un beneficio tangible”.

(FIN/KGG)

10 de octubre de 2022