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Históricamente, las regiones Andina y del Caribe son las más impactadas por El Niño, sin embargo, las afectaciones se extienden a todo el país. Foto cortesía: MinEducación. Tomada de: https://n9.cl/f2zj9.

Algunas regiones de Colombia han experimentado durante el mes de mayo días de intenso sol y calor, producto de una combinación de factores que favorecen la aparición de condiciones secas. Esto es una pequeña muestra de lo que podría ocurrir a partir del segundo semestre de 2023, de presentarse el Fenómeno del Niño; que según algunos modelos y pronósticos como el del Servicio de Predicción de clima de Estados Unidos, tiene una probabilidad de ocurrencia del 90%, extendiéndose hasta principios del 2024.

Este es un fenómeno natural que ocurre hace milenios en el planeta y que involucra la interacción entre el océano Pacífico y la atmósfera, los cambios en uno influyen en el otro. De acuerdo con las Naciones Unidas, ONU, se produce cada dos a siete años, y los episodios suelen durar entre nueve y doce meses.

El Niño perturba variables como la lluvia, los vientos y las temperaturas. El profesor jubilado del Departamento de Geociencias de la Facultad de Minas de la UNAL Medellín, Óscar José Mesa Sánchez, explica que es considerada la variabilidad interanual más importante del clima terrestre. “La cantidad de calor que se necesita para calentar el Pacifico es inmensa, eso perturba al mismo tiempo no solo el clima de todo el planeta, sino que tiene efectos en la agricultura, la pesca, la ganadería, los precios de los alimentos, la economía en general, el bienestar de las personas, la salud, y otros factores”.

El inicio de este evento climático se da habitualmente durante esta época (entre mayo y junio), donde empieza a calentarse el mar, el pico ocurre en diciembre y este se extiende aproximadamente hasta el primer trimestre del año siguiente. Sin embargo, “no todos los niños son iguales y no todas las veces el calentamiento del mar se refleja de igual manera en Colombia. El clima es caótico, caprichoso, no se puede predecir”, explica el profesor Mesa, referente en asuntos de clima, hidrología y meteorología en el país.


Durante El Niño-Oscilación del Sur o ENOS (El Niño-Southern Oscillation, ENSO por sus siglas en inglés), las aguas cercanas a Perú y Chile son más cálidas de lo normal, lo que afecta la circulación atmosférica. Esto se produce en escalas de tiempo que van de estacionales a anuales y puede afectar al mismo tiempo al clima en todo el planeta.

Los pescadores peruanos bautizaron este fenómeno como El niño, debido a que el calentamiento ocurre más intensamente durante la época de diciembre, lo que provoca que los peces se alejen en búsqueda de aguas más frías y los pescadores debían ir a sus casas por falta de actividad pesquera. A esto lo llamaban como un regalo del Niño Jesús por la Navidad; al pasar los años, el nombre se mantuvo entre los meteorólogos y climatólogos de todo el mundo en su idioma original, el español.

¿Qué esperar de El Niño?

La científica Paula Andrea Arias Ochoa, quien participó del Sexto Informe de Evaluación IE6, producido por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, señala que, en general, este fenómeno afecta de diversas formas a todo el territorio nacional, sin embargo, los cambios se evidencian principalmente en las zonas occidental y el centro de Colombia, y de forma más rezagada en el sector oriental del país.

“El niño tiende a provocar temperaturas más cálidas o altas de lo normal, reducciones de las precipitaciones y de la humedad del suelo, disminución del agua que escurre en superficies y que termina reflejándose en niveles de los ríos y embalses en zonas hidroeléctricas. Esas condiciones cálidas y secas afectan la capa vegetal al punto de tener incendios; los tipos de cobertura por las actividades antrópicas en el territorio hace que existan regiones todavía más susceptibles a experimentar incendios en condiciones de calor”, explica la egresada de la UNAL Medellín y doctora en Ciencias Geológicas.

Es necesario tener presente que este evento no es el único que influye en el aumento de la temperatura global. “Las observaciones arrojan que el mar en esta época del año está batiendo records de lo más cálido en la historia de la humanidad, esto se reflejaría también durante el fenómeno. Los pronósticos para este niño en particular, hablan de un mega niño, muy fuerte, tanto en intensidad como en duración, las temperaturas en comparación con lo normal en los niños muy intensos son en orden de tres grados por encima del normal, ¿este año va a llegar hasta allá? algunos dicen que sí pero no sabemos”, enfatiza Óscar Mesa.

El profesor añade que, la intensidad del Fenómeno del Niño se mide con las temperaturas de la superficie del mar del Pacifico este, las temperaturas en Medellín o en cualquier parte son resultados de diversas variables, y no sólo de esta.

De acuerdo con los investigadores, entre los Fenómenos del Niño más intensos que ha vivido Colombia, se registran el ocurrido entre los años 1982 y 1983; entre 1997 y 1998 llamado El Niño del siglo (por ser el evento más fuerte del Siglo XX), y el presentado entre el 2015 y el 2016 al que se nombró Niño Godzilla. Uno de los más recordados es el de 1992 y 1993, pues, aunque fue moderado, causó un colapso del Sistema Energético del país y una crisis de seguridad energética, que llevó al racionamiento de energía por varios meses, y otras estrategias como adelantar una hora el reloj, conocida como la Hora Gaviria, llamada así en relación al presidente de ese momento, César Gaviria Trujillo.

Según informes recientes de la ONU sobre el estado del clima mundial, “el 2016 fue el año más cálido jamás registrado debido al ‘doble golpe’ de un período de El Niño de mucha intensidad y del calentamiento inducido por el hombre a causa de los gases de efecto invernadero. El efecto sobre las temperaturas globales suele manifestarse al año siguiente de su desarrollo, por lo que probablemente será más evidente en 2024”, señala la entidad en una de sus comunicaciones emitida a principios de mayo de 2023.

Por su parte, Paola Arias explica que “hay que tener en cuenta que el planeta se está calentando por otras causas. “No es lo mismo que se caliente el océano bajo condiciones planetarias más frías, a que lo haga bajo condiciones planetarias cálidas como las de este momento, eso potencia los aumentos de temperatura, de ahí también esas alertas que se están generando, es claro que el cambio climático ha intensificado los efectos de calor,”.

La magíster en Aprovechamiento recursos hidráulicos de la UNAL, agrega que este Fenómeno afecta de manera distinta al planeta. Mientras en Colombia hay sequías, en Perú se presentan inundaciones y fuertes lluvias.

"El mundo debería prepararse para el desarrollo de El Niño, que suele asociarse a un aumento del calor, la sequía o las precipitaciones en distintas partes del mundo. Podría traer un respiro a la sequía en el Cuerno de África y otros impactos relacionados con La Niña, pero también podría desencadenar fenómenos meteorológicos y climáticos más extremos. Esto subraya la necesidad de la iniciativa de la ONU Alerta Temprana para Todos para mantener a salvo a la gente", destaca Petteri Taalas, secretario general de Organización Meteorológica Mundial a través de la ONU.


No se puede prevenir ni predecir, pero sí mitigar

En el país, durante fenómenos climáticos extremos las poblaciones vulnerables son habitualmente las primeras y más afectadas. A esa mezcla de factores que contribuyen a incrementar los impactos negativos de El Niño, se suman los causados por el hombre.

“Los usos del suelo han avanzado de una manera que no es consistente de acuerdo a la variabilidad del clima y el cambio climático, seguimos generando formas de ganadería y agricultura en zonas de montaña, hay deforestación y urbanización sin planificar considerando el clima y la metrología. Además, los recursos que se invierten no son suficientes para todo lo que se requiere”, enfatiza la ingeniera civil, Paola Arias, quien agrega que el país tiene memoria a corto plazo y es necesario reflexionar sobre estas contingencias cíclicas que se han presentado durante tantos años, pero que nos siguen afectando igual.

En esta época en la que se espera un déficit de precipitaciones, es fundamental el cuidado del agua, al igual que la protección de las coberturas vegetales que se hacen más susceptibles a incendios cuando hay altas temperaturas.

“Es claro que el clima del planeta ha cambiado, que existe el cambio climático, pero no podemos olvidar que hay una variabilidad natural y que El Niño o La Niña son parte de esa variabilidad. Lo que ha pasado estas últimas semanas y lo que pasará, es una combinación de muchos aspectos”, manifiesta la científica.

(FIN/JRDP)

23 de mayo de 2023