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El 5° Congreso Internacional de Innovación Social se realizó el 2, 3 y 4 de agosto de 2023 en el bloque 25 del Campus El Volador. Foto Unimedios.

La Apropiación Social del Conocimiento, ASC, resulta de la articulación de las comunidades, sus saberes, necesidades, e ideas; con la ciencia, las instituciones y el Estado, para encontrar o definir de manera conjunta soluciones a distintas problemáticas o situaciones que afectan a los territorios, especialmente a poblaciones vulnerables o minorías. ¿Cómo se está dando una Apropiación Social del Conocimiento en Colombia?, durante el 5° Congreso Internacional de Innovación Social, realizado en la UNAL Medellín, diversos actores conversaron al respecto.

A través de un círculo de la palabra, miembros de comunidades indígenas, afro, raizales, personas en condición de discapacidad, representantes de universidades de todo el país, fundaciones e instituciones privadas y del Estado, entre ellos el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, Minciencias, reflexionaron durante dos días, en un diálogo de saberes y conocimientos, sobre el verdadero papel de la ciencia en la sociedad; el rol de la Apropiación Social del Conocimiento en la transformación territorial y/o social; la inclusión; la financiación local de la ASC; experiencias de proyectos culturales, ambientales, de salud, científicos; además de otros temas.


¿Comercialización del conocimiento?

De acuerdo con Eunice Mercado Lara, entre los factores que más dificulta el acercamiento y el entendimiento de la ciencia a las personas del común, está el lenguaje usado por los investigadores, que en la mayoría de los casos es inentendible. A esto se suma el costo para el acceso a la información científica producida en artículos conocidos como papers (en inglés), que son publicados en revistas científicas reconocidas.

“Como la conocemos, la ciencia dice que alguien que estudió algo y con ciertos títulos, tiene que ir al mundo, tomar datos, entender la realidad, y analizarla con esos datos. Y esa información que te costó tanto trabajo producir, la pones en un lenguaje complejo en artículos académicos; estos se envían a otros pares y ellos dicen si es conocimiento científico o no, para publicarse en las grandes revisas académicas en inglés. En este proceso se pierden cerca del 95 % de los investigadores. En países como Colombia y México muy pocos llegan a ese modelo para generar conocimiento; eso deja al 5% de los científicos discutiendo la ciencia. Los demás investigadores estamos sobre infrarrepresentados, esos que venimos de otros contextos, que resolvemos problemas de nuestra realidad solos”, señaló la experta mexicana en su ponencia Financiación local en ASC.

Mercado Lara aclaró que esto no es un cuestionamiento al método científico, sino más bien una reflexión sobre cómo “todo queremos pasarlo por el método científico para reconocerlo como conocimiento”. Lo anterior, dejando de lado por lo general, otras fuentes como los saberes ancestrales, que, durante años, las comunidades han construido a través de sus vivencias y las de sus antepasados.

Además de la poca participación o exposición de la ciencia regional, en un contexto donde predomina un idioma que no es el nativo, y en un lenguaje que solo entiende el público especializado o familiarizado con el tema; el costo de acceso a este material aumenta la brecha, enfatizó la invitada.

“Estos papers llegan a manos de empresas que cobran a las universidades, el gobierno y a quienes deseen acceder a esa conversación científica. Estas revistas tienen un porcentaje de ganancia por encima de Google y Facebook, (entre el 30 % y el 40 % del total de los ingresos). ¿Quién se da el lujo de eso?, desde mi perspectiva con lo que están haciendo le agregan cero a la cadena de valor, llevan 60 años haciendo algo que se puede realizar de forma más eficiente. No puede ser que la mitad del dinero se quede en este proceso de comunicación de ciencia que jamás toca a las comunidades, y se los estamos dando a personas que están en lugares como New York y Londres”, reflexionó Eunice Mercado, magíster en Políticas Públicas.

Por lo anterior, de acuerdo con la panelista, cuando las agencias financiadoras de ciencia, como Minciencias, para el caso de Colombia, solicitan indicadores de impacto en ASC, “el impacto es llegar a bases de datos con los artículos de investigación, pero cuál es el verdadero impacto entonces”.

Sin embargo, con la ciencia abierta algunas barreras de acceso han disminuido, aunque no es suficiente. De acuerdo con Eunice Mercado, los artículos no deben ser la única ni la mayor fuente de producción científica por excelencia, pues la mayoría de las personas no los entienden.

“Nos dimos cuenta que la ciencia abierta no es un fin, sino un medio que nos permite empezar a tener diálogos de saberes, pero estamos muy verdes en ese tema y somos muy pocos. Ya hay financiadores que creen que la ciencia nos puede abrir el diálogo, para que encontremos un lugar en la discusión académica, un medio para la equidad, la diversidad de voces, la ciencia participativa, para tomar decisiones basadas en la evidencia, pero en evidencia local y no de casos de otros países, para responder a necesidades locales y crear confianza pública en la ciencia”.

Entre los principales retos sobre este tema, destacan los incentivos que se entregan a los académicos por publicar papers, y orientarlos a componentes que consideren en mayor medida la participación de las comunidades y la Apropiación Social del Conocimiento.


La Apropiación en las personas con discapacidad

“La apropiación social sin tener en cuenta a las personas con discapacidad no es apropiación”, indicó la estudiante de último semestre de la Maestría de Discapacidad y desarrollo humano de la Universidad EIA, Marisol Montoya Jiménez.

A través de su intervención Proyecto Paid: reflexión crítica sobre el concepto, la terapeuta planteó cómo desde el lenguaje y la percepción de las diversas discapacidades, se pueden iniciar transformaciones que conduzcan a una inclusión y participación de esta población en las actividades de ASC, como lo hacen los demás. Para ella, la discapacidad es un tema que tiene que ver con una minoría, “que ha sido colonizado por médicos y otras personas que creen saber qué es lo mejor para nosotras y nosotros”.

Explicó que, durante la realización del proyecto, “le preguntamos a las personas ¿qué se le viene a la mente cuando hablamos de discapacidad?, encontramos conceptos bonitos, pero también conceptos excluyentes refiriéndose a esta como un demonio, una tragedia personal o una enfermedad grave. Si hablamos de barreras, la más compleja no es una escalera, es la actitud de los demás”, señala Marisol.

La psicóloga expuso que la discapacidad debe verse como un fenómeno de la relación de una persona que tiene un cuerpo diverso y que funciona diferente, en un ambiente que impone barreras de diversos tipos. “No es la persona, sino el ambiente, y cómo podemos generar nosotros un apoyo, un ambiente más accesible para que puedan participar de la Apropiación Social, debemos quitarle a esa palabra el miedo al relacionamiento, pues la discapacidad es una manifestación de lo humano”, enfatizó Montoya Jiménez.

Teniendo en cuenta lo anterior, es necesario que, a través de la ciencia, la innovación y los avances tecnológicos, se apoye más a la población discapacitada. En ese sentido, la terapeuta resaltó que se debe pensar en el concepto de interseccionalidad para una inclusión en los procesos de ASC. La interseccionalidad es una herramienta analítica que ayuda a reconocer desigualdades a partir de la incorporación de diferentes factores sociales como el género, la etnia y la clase social.

“Desde los proyectos comunitarios se debe pensar en la interseccionalidad, tratar a las personas con discapacidad con el mismo respeto que a los demás, realizar prácticas más abiertas y creativas para involucrarnos. Yo como una persona que se identifica con discapacidad, creo que la forma de sacudirse esas barreras actitudinales es que podamos participar de estos espacios”.


Perspectivas del Estado sobre ASC

Otro elemento fundamental para una Apropiación Social del Conocimiento es la noción que tienen el Gobierno y el Estado sobre este concepto. En el dialogatorio realizado con la líder del grupo ASC de Minciencias, Ángela Patricia Bonilla Ramírez, la funcionaria explicó que, en el 2021 se instauró la primera Política Pública de ASC.

“Cuando empezamos a hablar de Apropiación, lo hacíamos desde las instituciones y la rigurosidad en la investigación, pero este proceso nos llevó a ser conscientes de que es un tema participativo, un proceso intencionado, que nadie llega en blanco a ningún lugar, todos llegan con un saber hacer, con algo en la cabeza y el corazón a lo que queremos apostar con necesidades de distintos niveles. No solo por estar en lugares apartados hay dificultades, en las ciudades también las hay. Reconocimos que hay diferentes formas y maneras de generar y producir conocimientos”.

De acuerdo con Ángela Bonilla, es necesario aprovechar el marco de la Política para dar fundamento a procesos, proyectos, y juntanzas de diferentes grupos sociales, que faciliten gestionar recursos, buscar ayudas económicas, científicas, tecnológicas y de otras organizaciones. Lo anterior, bajo el contexto del Sistema Nacional de Innovación al que pertenecen la academia, el Gobierno, el Estado, las empresas, ONGs, la ciudadanía y demás actores de la sociedad.

En este camino por hacer más inclusiva y efectiva la apropiación social, la funcionaria manifestó que desde Minciencias se ha trabajado para que, en las convocatorias y demás proyectos, se tenga en cuenta ese ítem. En las Políticas Orientadas por Misiones, por ejemplo, hay un componente que pide a las investigaciones tener un enfoque de ASC, a través de la inclusión de organizaciones de base comunitaria o grupos de interés.

“En el modelo de medición que les llama la atención a los profes y les toca la fibra del bolsillo, hicimos una reorientación en los productos de Apropiación Social y la valoración de ellos dentro de la medición. Este componente pasó de ser de un 2 % a un 10% de la representación de esos productos de ASC, sin embargo, no es suficiente, pero vámonos moviéndonos para que esto se dé de una mejor manera. Nos preguntamos, qué es más importante, ¿hacer un paper Q10, o que mi proyecto se vuelva el fundamento de una Política Pública que afecte a un territorio, que impacte la cotidianidad de una población?, ¿qué me da más crédito como científico?, ¿qué da más satisfacción?”, cuestionó Ángela Bonilla.

Desde sus inicios, el Ministerio de la mano con otras 6 carteras, trabaja en la Política de Conocimientos Ancestrales y Tradicionales, quienes construyeron un borrador para que sea validado por el territorio y que este se convierta en una política pública. Bonilla declaró que esta impactaría a casi la mitad de la población colombiana, y aportaría más a la ASC en el país.

“El 46.73 % de la población, que incluye población indígena, negros, raizales, es la mitad del país, este no es un tema menor. Estamos actualmente discutiendo con el Ministerio del Interior si esta política requiere de consulta previa. Si se requiere consulta, nos mata, porque se necesitan 14 mil millones de pesos para hacer la consulta, y tenemos plata para desarrollar la política o para preguntarle a la gente solamente”, explicó Ángela Bonilla.

En este tema de la ASC también cobra importancia la innovación en las entidades públicas, pues permite que las cosas mejoren, se hagan más rápido y den mayores resultados. La funcionaria señaló que “no se trata de enajenar sino poder comprender, adaptar y mejorar desde el conocimiento, del estudio y la rigurosidad para que se puedan tener más resultados que le sirvan a las poblaciones”.

(FIN/JRDP)

22 de agosto de 2023