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Cuando a mediados de la década de 1910 el ingeniero agrónomo y médico veterinario Francisco Luis Gallego Montaño cursaba su pregrado en la entonces Escuela de Agricultura Tropical y Veterinaria, identificar un insecto era labor titánica que podía tomar entre seis meses y dos años pues debían enviarse al Instituto Smithsoniano y esperar la respuesta. Era tal su pasión por el mundo de estos animales que Gallego, ya como profesor vinculado, aguardaba con paciencia a que sus muestras, rescoldadas en campo, regresaran al país con una identidad.

Gracias a esa paciencia y a ese amor por el universo del grupo de animales más diverso de la Tierra, hoy la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín cuenta con uno de los centros del saber dedicados al estudio de entomofauna más importantes del país. Alrededor de 400 mil ejemplares de insectos, 22 mil de ellos identificados hasta la categoría de especie, conforman las colecciones del Museo Entomológico Francisco Luis Gallego.

“El Museo inició actividades oficialmente, aunque existía desde antes, en 1937 como archivo entomológico y en 1967 recibió su nombre actual en memoria de su fundador el doctor gallego”, relató John Albeiro Quiroz Gamboa, otro apasionado de los insectos que oficia como curador de las colecciones.

Cinco colecciones de referencia nacional e internacional configuran el Museo: la taxonómica central, la económica central y la de formas inmaduras; dispuestas para la investigación de científicos nacionales y extranjeros. Y las colecciones taxonómica didáctica y económica didáctica, abiertas al público en general. Además cuenta con una biblioteca especializada en entomología, biología y taxonomía compuesta por más o menos tres mil publicaciones.

“Acá tenemos ejemplares muy interesantes como la polilla en envergadura más grande del mundo, la mariposa de neón, varias especies de mantis religiosa o rezandera, una de las cucarachas más grandes que se conoce y que está en proceso de revisión, una colección incipiente de escorpiones y muchos otros insectos que son patrimonio biológico y científico del país”, dijo Quiroz Gamboa.

Adicionalmente, señaló el curador, el Museo entomológico resguarda 244 especies tipo, que son aquellos con los que se hace la descripción original o primera de una especie.
La procedencia de los ejemplares es muy variada, desde principios del siglo XX hasta la actualidad se ha recolectado insectos en campo para la docencia y la investigación por profesores y estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia. Otros han llegado como donaciones y otros más han sido traídos por curiosos interesados en estos animales.

Según Quiroz Gamboa a futuro lo ideal es que todo el material que se conserva en el Museo esté debidamente procesado y disponible para la consulta y la investigación. “Para eso se necesita personal y recursos”, sentenció.

Los insectos son parte fundamental de la riqueza biológica del planeta. En el libro abierto de la naturaleza estos animales son cruciales para mantener el equilibrio natural que, generalmente, es alterado por los seres humanos, de ahí la importancia de estudiarlos, entenderlos y protegerlos; labores de las que se ha ocupado por casi un siglo el Museo Entomológico Francisco Luis gallego de la Universidad Nacional de Colombia.

28 de agosto de 2017