Con un porcentaje de desempleo de 9,4% a marzo de 2018 y cifras de informalidad que rozan el 60%, Colombia necesita con urgencia cambios en su legislación que le garanticen al grueso de la población, con capacidad para laborar, la posibilidad de acceder a un trabajo además de condiciones de empleo dignas.

Según la profesora Laura Moisá, del Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas de la Sede, durante la primera década del siglo XXI Colombia, como otros países de Latinoamérica, tuvo la oportunidad de mejorar las condiciones de empleabilidad gracias a la tasa de crecimiento, sin embargo no se logró ninguna política de fortalecimiento. En cambio, reformas como la Ley 50 de 1990 y la Ley 789 de 2002 flexibilizaron la estructura laboral.

“Ahora estamos viendo el crecimiento de las tasas de desempleo y tenemos niveles de informalidad históricos, además la calidad del empleo es baja; hay cerca de un 70% de personas que trabajan y ganan menos de dos salarios mínimos, lo cual no alcanza para tener y mantener una familia promedio en Colombia”, indicó la profesora.

Combatir la informalidad y la ilegalidad, además de garantizar la posibilidad de un empleo formal, que cumpla los requisitos de ley, que brinde estabilidad laboral y con un ingreso que permita generar ahorro y consumo para los colombianos, son algunos de los grandes retos en esta materia para el país.

Para la profesora Moisá, gracias al cambio de gobierno y a las oportunidades del posacuerdo, la actual situación es interesante para observar el país con otros ojos y hacer reformas que permitan afrontar los desafíos.

“Transformar la regulación laboral, aumentar las políticas nacionales para generación de una economía más formal, generar políticas públicas de aumento de la inversión y de seguimiento a la creación de empleo y tratar que el país revierta la situación de informalidad a través de alianzas público privadas para la contratación de trabajadores con los requisitos de ley”, son algunas de las movidas que la docente considera viables y necesarias.

En este sentido, Jairo Montoya Restrepo, secretario general de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) subdirectiva Antioquia, subrayó que el problema del empleo digno y suficiente tiene una relación directa con el modelo económico y es justo lo que hay que cambiar.

“Necesitamos fortalecer la producción nacional propia en términos de desarrollo agropecuario e industrial”, señaló Montoya Restrepo e hizo hincapié en la necesidad de conformar un frente amplio con repercusión en las transformaciones políticas.

“Esta es una tarea quijotesca pero no imposible, hay que trabajar unidos para lograr transformaciones valiosas. Y es para destacar que ya hay un sector grande de trabajadores organizado que queremos hacer cambios importantes en procura de la dignidad laboral”, precisó.

La lucha contra la corrupción es, según la profesora Blanca Yenny Hernández Sánchez de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Medellín, el mayor reto como país para afrontar el desempleo y con ello afrontar el retroceso en los indicadores sociales como pobreza y distribución de la riqueza.

“El empleo digno debe contemplar al menos el aspecto del salario mínimo que debe renegociarse bajo otras condiciones. Y hay otro aspecto crucial que tiene que ver con la necesidad de una mejor educación básica y superior que pueda hacer más competitivos los empleos”, comentó la profesora Hernández Sánchez.

Lo que vive Colombia en materia de desempleo es una situación generalizada en la región latinoamericana, donde debido a la caída de las tasas de crecimiento, ha habido retrocesos significativos incluso en países que en décadas pasadas lograron transformar positivamente sus políticas de legislación laboral como Uruguay, Argentina y Brasil.

El Día Internacional del Trabajo se celebra en honor a los Mártires de Chicago, un grupo de obreros que en 1886 fueron condenados a muerte por exigir una jornada laboral de ocho horas con garantías de ocio y descanso. Más de un siglo después, en Colombia, a esta consigna que sigue vigente se le agrega la reclamación de empleo para todos.

7 de mayo de 2018