Escudo de la República de Colombia
A- A A+


No existe un deporte en el planeta que mueva más pasiones, emociones, bolsas económicas, corrientes sociales y culturales como el balompié. Un deporte antinatural por ser el único en el mundo que se juega exclusivamente con los pies. Expertos de la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad Pontificia Bolivariana analizan las implicaciones de este fenómeno en la sociedad.

En sus inicios, este deporte fue concebido como un acto sagrado, pues desde Groenlandia aparecen las primeras pruebas del juego de la pelota, de igual forma, en textos como la Ilíada y la Odisea se hace alusión cuando la diosa Nausícaa y sus doncellas también lo practicaban, hasta Platón y la esferomaquia como mediador pedagógico.

Ya en la historia moderna, el deporte más popular del planeta, abarca más de 100 años de existencia. Comenzó en 1863, cuando en Inglaterra se separaron los caminos del "rugby-football" (rugby) y del "association football" (fútbol), fundándose la asociación más antigua del mundo: la "Football Association" (Asociación de Fútbol de Inglaterra), el primer órgano gubernativo del deporte.

A partir de allí, este juego se convirtió en el más antinatural del mundo, pues es el único que se juega manipulando la pelota con los pies. Esta particularidad lo convirtió en el más famoso del planeta y con esto involucró consigo la cultura de las diferentes sociedades.

“El fútbol tiene una gran incidencia en las sociedad y se representa en algunas oportunidades como un espejo, por eso es fácil conocer en nacionalismo de los mexicanos o la garra charrúa de los Uruguayos, muchas veces esas formas de vivir se reflejan en el propio deporte”, señaló Rainiero Jiménez, docente y director de Bienestar de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas.

Así mismo, Juan Carlos Rodas Montoya, docente de Literatura de la UPB considera que “el fútbol recoge lo mejor del ser humano como los valores de la solidaridad, la alegría, pero también lo peor como la violencia, el racismo, la explotación y esclavitud”.

Caso Colombia

La selección nacional de fútbol se ha convertido en un mito mediático según el profesor Rainiero Jiménez, quien además considera que esta es una de las mayores generadoras de identidad en el país.

“En torno a la Selección, los colombianos por primera vez en la historia se congregaron en un hecho en común que los pone en condiciones de igualdad, alegría y nacionalismo, porque las grandes gestas de los equipos colombianos representaban el sentir de todo un país. Además, la camiseta se constituye en un elemento que materializa el espíritu del pueblo y con el tiempo se convertiría en un elemento cohesionador y generador de identidad”, expresó el profesor Rainiero.

Situación que corrobora el académico Rodas Montoya, al manifestar que “el fútbol ha servido más para mejorar las cosas que para empeorarlas, lo que sucede es que lastimosamente los medios de comunicación hacen más eco de lo negativo, pero estudios sociológicos y antropológicos dan cuenta de que en última instancia el fútbol es una manera de atenuar el dolor de la existencia”.

Precisamente, la opinión de los profesores puede ser sustentada por hechos como la creación del Fútbol Profesional Colombiano en 1948, dos meses más tarde del asesinato del líder político Jorge Eliécer Gaitán o la transmisión del partido Millonarios-Unión Magdalena mientras ardía el Palacio de Justicia el 6 de noviembre de 1985.

“En Colombia pasa algo muy curioso y es que no tenemos el mejor fútbol del mundo pero tenemos jugadores que tienen un puesto de relevancia convertidos en ídolos del pueblo, este deporte cohesiona y el porcentaje de la gente que se siente dentro de esta unión está en el 95% del total de la población”, comentó Rodas Montoya.

El color como unidad

En los estadios del país es muy común ver a las familias llevando a sus niños, situación que marca a las personas con la afinidad a un color. Recuerda el profesor Rainiero, que en sus clases cuando pregunta quién es liberal o conservador muy pocas personas alzan la mano, pero cuando pregunta quién es hincha de Nacional, Medellín o América casi la totalidad del grupo se siente identificado.

Esto sucede según el profesor Jiménez, porque las personas “reconocen y aceptan mucho más fácil ser hincha de un equipo de la ciudad que agrado por un partido político y sus dinámicas, allí no hay discusión alguna y manifiesta en cierta medida la cultura política de la sociedad”, explica.

Otro ejemplo es el del cambio del color de la pantaloneta de la Selección, de azul a blanco para el mundial Brasil 2014, con el único objetivo de hacer referencia a la paz. El símbolo del cóndor con la frase “unidos por un país” también fue un distintivo llamativo presente en los uniformes.

La economía mundial, otra beneficiada

Según los expertos, en épocas de mundiales, el sector económico es uno de los más beneficiados en los meses anteriores, durante y después de la competencia, pues hay todo un engranaje de cadenas productivas que inclinan la balanza del mercado hacia el fútbol.

“A veces sobredimensionamos el mismo mito, porque vivimos en una sociedad donde el fútbol se constituye en un elemento determinante de la economía global y por eso cuando hay mundial se mueven las bolsas del mercado bursátil que afectan positiva o negativamente la inversión y el mercado”, añadió el profesor Rainiero Jiménez.

Según datos del Ministerio de Agricultura de Colombia, entre mayo del 2017 y enero del 2018 las exportaciones hacia Rusia, sede del mundial, han tenido un aumento considerable.

En los primeros cinco meses del año se han exportado un poco más de 5.1 millones de kilos de carne a ese mercado, marcando un crecimiento de 73,01% frente al mismo periodo del año anterior, cuando las exportaciones de este producto llegaron a cerca de 3 millones de kilos.

Situaciones como esta, demuestran que este deporte, concebido metafóricamente como la guerra, donde los escudos, himnos y banderas forman parte de las selecciones, es tan poderoso que detiene al mundo cada cuatro años. No hay ninguna otra disciplina deportiva, religión o afiliación política que logre crear tantas afinidades y emociones como el fútbol.

18 de junio de 2018