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Durante todo el año se realizarán actividades en Colombia y España para evocar la memoria de Francisco José de Caldas y conmemorar los 250 años del natalicio de este payanés que fue llamado El Sabio. El profesor Darío Valencia Restrepo, exrector de la Universidad Nacional de Colombia y miembro de la Academia de Ciencias Exactas Físicas y Naturales (Accefyn), se refirió al asunto.


¿Cuáles son las razones o motivos por los que la Unesco apoyó la declaratoria del 2018 como el año del Sabio Caldas?

Cada dos años, Unesco considera las propuestas de los Estados Miembros relacionadas con celebraciones de hechos históricos y aniversarios de personalidades eminentes. La organización decide asociarse a los aniversarios de acontecimientos y personalidades que se relacionan con los objetivos de la Unesco, con el fin de darles una resonancia internacional. Fue así como el Consejo Ejecutivo aprobó por unanimidad el apoyo a los eventos que Colombia realizará con motivo de los 250 años del nacimiento de Francisco José de Caldas.

Tuve el gusto de contribuir a sustentar la solicitud de Colombia, en especial con el siguiente párrafo: Francisco José de Caldas es considerado el primer científico colombiano. Superando las limitaciones del medio que existían hacia finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, Caldas fue precursor en campos como astronomía, geografía, meteorología, hipsometría, geografía de las plantas y periodismo científico. Su objeto central fue poner al servicio de sus conciudadanos el conocimiento del territorio y sus recursos. Esto se constituyó en una lección ética sobre lo que debe ser una tarea esencial de un científico.

Con la colaboración del Ayuntamiento de Caldas de Reis, ciudad gallega donde nació el padre de Francisco José, la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, la Casa Museo Francisco José de Caldas y el Ministerio de Cultura de Colombia, se llevarán a cabo actividades en Colombia y España durante todo el año 2018. Entre ellas se destacan seis conferencias programadas en Bogotá por un Seminario de Estudios Cadasianos, nueve jornadas divulgativas de la vida y obra del neogranadino en sendas ciudades de Colombia, exposición de instrumentos científicos, concursos y turismo científico, lo cual culminará con un congreso internacional que tendrá lugar en Popayán en octubre.

Caldas se caracterizó no solo por su creatividad, ingenio y tenacidad sino por un profundo apego a las ciencias naturales. Recientes hallazgos arrojan nuevas luces en cuanto a la originalidad de los trabajos de Caldas sobre la geografía de las plantas, y permiten reconocerle un papel importante en la constitución del campo de estudios que hoy conocemos como biogeografía.

Es importante destacar que Caldas fue el primer director del Observatorio Astronómico de Santafé de Bogotá, patrimonio científico de Colombia y el primero de su clase construido en América, donde llevó a cabo una intensa labor de investigación que convirtió este recinto no solo en un centro para adelantar operaciones astronómicas, topográficas y geográficas, sino también en una estación meteorológica, un centro de enseñanza y en el repositorio de la memoria cartográfica de la Nueva Granada. Este repositorio contó con más de 200 mapas y planos, y su propósito era apoyar la realización del proyecto científico más ambicionado: la creación de un atlas y un mapa general del virreinato de la Nueva Granada.


¿De qué maneras continúa vigente el legado de Caldas hoy por hoy?

Si en la actualidad es difícil hacer ciencia en Colombia, cabe preguntarse cómo lo sería para alguien en la ciudad de Popayán hacia 1800. Caldas se quejaba de no tener en su época de juventud, el momento del aprendizaje, ni libros ni maestros ni instrumentos. Se inició como botánico por su propia cuenta y con un gran esfuerzo en la Audiencia de Quito, hoy Ecuador, de modo que podemos verlo como uno de los mayores autodidactas que haya tenido el país. Más tarde tuvo el apoyo de amigos y de quien sería su gran protector y orientador, José Celestino Mutis, para la consecución de libros e instrumentos, aunque algunos de estos los fabricaba con ayuda de artesanos.

Cuando Alexander Von Humboldt pasa por la Nueva Granada en 1801 y 1802, se admira al conocer la capacidad de Caldas para medir longitudes y latitudes, así como para elaborar mapas que merecían tal nombre. Entonces es clara su vigencia para los tiempos que corren: en primer lugar, pone de presente que sí es posible superar las carencias y dificultades del medio para lograr avances en diferentes campos, al punto que ha sido calificado como el primer científico entre nosotros; y, en segundo lugar, es un ejemplo del investigador que pone al servicio de sus conciudadanos el conocimiento del territorio y de sus recursos.

30 de julio de 2018