Escudo de la República de Colombia
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A propósito del incendio del Museo Nacional de Brasil, en Río de Janeiro, expertos de la Universidad Nacional de Colombia y del Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM) analizan las pérdidas para la sociedad más allá de lo material.

La noche del domingo 2 de septiembre, los ciudadanos y turistas de Río de Janeiro veían impotentes como un majestuoso e imponente edificio del siglo XIX era consumido por las llamas. Este espacio albergaba más de 20 millones de artículos de diferentes períodos de la historia de Brasil y del mundo.

Pero más allá de las pérdidas materiales, que son “incalculables” por la cantidad de objetos e historias detrás de los mismos, Jorge Echavarría Carvajal, docente del Departamento de Estudios Filosóficos y Culturales de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas, aduce que quienes más pierden son las comunidades académicas y científicas.

Su opinión se basa en el análisis de la sociedad de consumo en la que los museos no ocupan una posición favorable respecto a lo que busca o quiere la ciudadanía.

“Obviamente es toda la sociedad la que pierde con un suceso como estos, pero en realidad quienes más resultan afectados son las personas directamente relacionadas con lo que el museo albergaba, pues no podemos negar que para lo que fueron pensados estos espacios hace más de 200 años, ya no resulta efectivo en esta época”, indicó el docente.

Al contrario, Emiliano Valdés, curador en jefe del Museo de Arte Moderno de Medellín, considera que quienes más pierden no son los académicos sino la sociedad, pues considera que los investigadores se idearán la forma de volver a estudiar lo que allí se perdió.

“Lo que allí había brindaba la posibilidad de entender aspectos culturales, históricos, sociales, antropológicos a partir de cada uno de los objetos, los académicos seguramente volverán a estudiar lo que venían analizando, pero la gente del común pierde la posibilidad de acceder a su propia historia”, comentó el Curador.

Los museos están ligados a la modernidad, nacen a comienzos del siglo XIX en muchas versiones, el más común es el del arte, aunque también existen museos nacionales y de historia natural, como el del Río de Janeiro, los cuales se construyeron para apoyar y edificar la identidad de las naciones.

“El museo se convierte en una herramienta para mostrar de algún modo a la sociedad cómo llegaron a ser lo que son. La operación museal de poner unos objetos supone una narrativa que se muestra y supone unas exclusiones”, añadió el docente de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas de la Sede Medellín.

El presidente de Brasil Michel Temer, en su cuenta de Twitter, también manifestó su consternación por el vacío que deja este espacio para su país.

“La pérdida del acervo del Museo Nacional es incalculable para Brasil. Se perdieron 200 años de trabajo, investigación y conocimiento", dijo.


Problemas de presupuesto

Algunas autoridades locales y cercanas al Museo Nacional de Brasil, aduce a la falta de presupuesto este desastre, pues en 2013 habían recibido 104 mil euros para su operación y este año, el de su bicentenario, apenas recibió por cuenta del gobierno la suma de 11 mil euros.

“Lo significativo con la reducción del presupuesto para este museo y seguro así sucede en muchos otros de Suramérica, muestra como en las ciudades contemporáneas la identidad está construida con otros parámetros totalmente distintos”, agregó Echavarría Carvajal.

Así mismo, el docente considera que al común de la gente si bien le duele la pérdida, este suceso no se convierte en un elemento que le recorte su identidad sino más bien un motivo de protesta contra un gobierno que no supo cuidar y valorar lo que se tenía. “Para Brasil, otra cosa hubiese sido donde se quemara el Estadio Maracaná”, señaló.


Invertir en los museos o atender las necesidades del día a día

Para los expertos, la inversión en los museos, aunque algunas personas la ven con buenos ojos al entenderse que se está invirtiendo en arte y cultura, otras pueden considerar un gasto innecesario y banal, pues la salud, seguridad y movilidad ocupan un lugar más importante en la escala de sus prioridades.

“Tal vez donde el gobierno brasileño no hubiese destinado 11 mil euros sino un millón, la gente hubiese puesto el grito en el cielo por la cantidad exorbitante de dinero que se estaba invirtiendo en un edificio viejo y que la ciudadanía no utilizaba. Nosotros en Medellín no hemos sido ajenos a estos comentarios y sucedió cuando se decidió trasladar el Museo de Arte Moderno a una nueva sede, por ejemplo”, añadió Echavarría Carvajal.

Al respecto el curador Valdés, para quien el gobierno nacional es el principal responsable de que la gente no sienta arraigo por sus museos nacionales y que son los entes reguladores los encargados de acercar a la ciudadanía a estos espacios.

“La culpa no es de los museos sino de la manera en que concebimos la educación, pues se entiende como una estructura de aprendizaje formal y no realmente como una experiencia de vida que puede llevarte a generar herramientas de pensamiento crítico que permite relacionarse con el mundo circundante”, puntualizó Emiliano Valdés.

Además, reconoció el trabajo que realizan diariamente las personas encargadas para que los ciudadanos los visiten. “Los museos sí hacen un esfuerzo muy grande por proveer espacios de aprendizaje, emoción, inspiración y pensamiento, el reto para que la gente vaya recae fundamentalmente en los gobiernos en todos los niveles”, concluyó.

Muchas de las piezas de las colecciones del Museo Nacional de Brasil eran ejemplares únicos en su tipo e iban desde huesos de dinosaurios o momias egipcias hasta una gran cantidad de adminículos elaborados por las civilizaciones de la era precolombina.

Además se albergaba la mayor biblioteca científica de Río de Janeiro y su acervo de arqueología estaba compuesto por más de 100.000 objetos provenientes de diversas civilizaciones de América, Europa y África, desde el periodo Paleolítico hasta el siglo XIX.

Por estas y más razones, los expertos concluyen en que es la sociedad quien a corto y largo plazo entenderá verdaderamente lo que perdió con el incendio y que es esta misma la que debe cuidar y proteger los espacios que conservan la historia de la humanidad, por pequeños que estos sean.


10 de septiembre de 2018