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Expertos en el tema exponen sus opiniones sobre por qué Medellín lleva la delantera en materia de accesibilidad, pero le falta cultura en el tema.

Para el profesor Juan Antonio Zornoza Bonilla, de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas de la U.N. Sede Medellín, la capital antioqueña ha logrado avances significativos en materia de movilidad y transporte público para las personas discapacitadas, pero la arquitectura pública y privada aún está en deuda.

“Esta semana participé en un evento en la Biblioteca Pública Piloto que acaba de ser remodelada después de muchos años de construcción y el salón en el que estuve no nos sirve porque las escaleras de acceso son demasiadas y no hay ninguna alternativa de rampas ni elementos para personas en sillas de ruedas, este es un claro ejemplo de lo poco que se piensa en este sentido”, comentó el profesor Zornoza Bonilla.

Situación que corrobora Berny Bluman, director de Colombia Accesible, para quien la capital antioqueña es modelo en implementación de estrategias en el ámbito nacional, pero carece de planes e infraestructura que permitan a cada ciudadano disfrutar la ciudad de la mejor manera.

“La accesibilidad no solamente se reduce a construir rampas; pensar en la accesibilidad de una ciudad es un trabajo complejo porque no se trata de que un espacio, una acera o un bus sea accesible sino que sea un diseño universal que permita que cualquier persona tenga o no discapacidad pueda usarla y disfrutarla de una manera cómoda, segura y autónoma”, expresó.

Para Bluman las personas que más limitaciones tienen a la hora de enfrentarse al día a día de la ciudad son quienes presentan discapacidad auditiva y visual.

“Nos falta avanzar en transporte y en la accesibilidad a este tanto para personas en silla de ruedas como para invidentes, en ese mismo sentido los andenes y el acceso al transporte es precario: solo piense de qué manera toma un bus una persona que no ve. Igualmente no son accesibles los servicio para las personas sordas, pues la lengua de señas no está inmersa en las oficinas”, señaló el Director de Colombia Accesible.


Falta de continuidad en los planes de gobierno

Por otro lado, para el profesor Zornoza, que las administraciones locales no se comprometan con una política pública continua, genera que cada periodo administrativo cambie a disposición sus apuestas y focos de atención.

“Cada gobierno llega con sus proyectos y programas y algunos hacen más o menos énfasis al tema de la habitabilidad de las ciudades, en mejorar y promover acciones de inclusión para las personas con discapacidad, en este caso en Medellín hay algunos avances en el tema deportivo con el programa Deporte sin Límites, el cual va funcionando perfectamente, pero no se puede decir lo mismo de las acciones de rehabilitación y habitación de personas con discapacidad”, señaló el profesor de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas.

Al respecto, Berny Bluman suma a las dificultades que tienen cada día las personas con discapacidad, la falta de información que tiene la ciudadanía frente a esta”.

“Debemos entender que no solo es cumplir las normas respecto a la discapacidad, sino que la gente sepa sobre qué es la discapacidad, qué es la accesibilidad y cómo puede aportar para que todos tengamos la posibilidad de disfrutar la ciudad. Las personas no saben de esto o tienen una visión muy reducida, de lastima, pesar y ayuda, sobre todo”, indicó.

Así mismo, agregó que una vez a la persona con discapacidad se le entregan las herramientas suficientes, esta pierde toda la desventaja que tenía frente a las demás personas.

“Cuando brindas todas las herramientas, no solo a las personas con discapacidad, sino a las de la tercera edad o niños, estos seguirán teniendo discapacidad pues no desaparece, pero casi que la desventaja en la que se encontraba sí. Ser accesible no es estar dispuestos a ayudar todo el tiempo, sino disponer todo para que en lo posible, ninguna persona tenga que pedir ayuda”, concluyó.

22 de octubre de 2018