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Desde 2018, la Universidad Nacional de Colombia se puso la camiseta de la autoevaluación institucional con miras a lograr la renovación de la acreditación en alta calidad que, en 2010, le otorgó el Ministerio de Educación Nacional.

“Esta vez el proceso apunta a una renovación de acreditación multicampus, es decir, como una institución de carácter nacional indistintamente de cada sede; en ese orden, se construyeron modelos para hacer el ejercicio de autoevaluación desde una mirada interna de los procesos”, explicó Melissa Velasco, asesora de la Dirección Académica de la U.N. en Medellín.

Específicamente en la U.N. en Medellín el proceso para la autoevaluación lo están liderado la Vicerrectoría de Sede, la Dirección Académica y la Oficina de Planeación y Estadística. “De manera colaborativa estamos trabajando en lo que tiene que ver con recolección de información que nos permita mostrarle a la sociedad qué es lo que hace la Universidad y por qué somos una institución de altísima calidad”, expresó Velasco.

El mecanismo que se definió para conocer de primera mano los aspectos a mejorar como institución es un formato de encuestas remitidas a estudiantes, egresados, docentes, directivos, administrativos de planta y administrativos por orden de prestación de servicios; la idea, dijo la funcionaria, es poder conocer la percepción de quienes hacen la universidad en temas como estado de la infraestructura física, laboratorios, avances en investigación, conocimiento de la normativa, calidad de la formación, entre muchos otros.

Con base en los resultados de las encuestas, que deberán estar listos para mayo, se planteará un plan de mejoramiento institucional que tiene, a su vez, un propósito claro: “la aspiración es obtener nuevamente la reacreditación de alta calidad por el plazo máximo que ahora es de 12 años; precisamente por eso es importante que toda la comunidad diligencie la encuesta, el mejoramiento en la calidad es responsabilidad de cada uno”, resaltó Velasco.

La reacreditación de alta calidad es importante para la Universidad desde lo técnico por lo que tiene que ver con gestión de recursos, además, representa un beneficio desde el punto de vista de generar convenios nacionales e internacionales con otras instituciones también acreditadas.

“La cultura de acreditación ha tomado mucha fuerza en el país y nosotros no podemos ser ajenos a esa situación, adicionalmente, considero que lo realmente importante es el proceso de autoevaluación porque en él se analiza a partir muchos elementos: normativa, estadísticas, percepción, entre otros, nuestros puntos débiles como Institución en procura de llevar a cabo planes de mejoramiento para brindar siempre el mejor servicio”, precisó la Asesora de la Dirección académica.

La Universidad tiene previsto entregar al Consejo Nacional de Acreditación, ente delegado por el Ministerio para gestionar el proceso, la documentación necesaria entre junio y julio, de tal suerte que para el año próximo la Institución cuente con la renovación de la referencia de alta calidad.


29 de abril de 2019