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Si hay algún tema recurrente en el pensamiento filosófico de la era que estamos viviendo, es la omnipresencia de la tecnología y lo que esto implica en nuestras relaciones personales y sociales; en el bienestar que nos genera, pero también en el riesgo, en la dependencia que nos ha generado y, al mismo tiempo, en la necesidad de liberarnos de ella.

Pero es recurrente también el concepto de que la tecnología es solo una herramienta, y que somos los seres humanos quienes hacemos un buen o un mal uso de ella. ¿Cómo hacer uso de la tecnología, por ejemplo, para construir ciudades más sostenibles y equitativas? De este tema nos habló el pasado 4 de junio, en la Cátedra Saberes con Sabor, el ingeniero geólogo de la Universidad Nacional de Colombia, Jorge Patiño, magíster en Ciencias de la Tierra de la Universidad EAFIT y doctor en Cartografía Geoambiental y Teledetección del Politécnico de Valencia.

Jorge Patiño hace parte del proyecto Peak Urban de la Universidad EAFIT, un grupo de investigación interdisciplinario enfocado en el área de análisis cuantitativo del desarrollo de las ciudades. El grupo realiza un trabajo en red con la Universidad de Ciudad del Cabo, el Instituto de Asentamientos Humanos de la India, con sede en Bangalore, la Universidad de Pekín, la Universidad de Oxford y la Universidad EAFIT de Medellín.

Con base en datos y modelos matemáticos, el proyecto Peak Urban analiza los cambios urbanísticos que han experimentado algunas ciudades del Sur Global y propone herramientas y posibilidades de mejoramiento a gran escala, que redunden en bienestar para las comunidades. El grupo saca a flote una serie de iniciativas que se han desarrollado en los países a los que pertenecen los integrantes de la red: “Hemos estado muy acostumbrados a mirar siempre a lo que se hace en los países más desarrollados, y a copiar iniciativas y copiar estrategias desde ellos, pero ya estamos en un punto donde ya se está generando también mucho conocimiento en las ciudades del sur, y es muy importante compartir ese conocimiento entre nosotros. Nuestra ciudad es un ejemplo de un montón de iniciativas nuevas que han surgido y que han demostrado ser muy valiosas”.

El trabajo en red les ha permitido reconocer las características comunes entre ciudades de África, la India, Asia y Latinoamérica. Ciudades que comparten, por ejemplo, los altos índices de economía informal, los asentamientos marginales y el crecimiento acelerado de las zonas urbanas. El grupo interdisciplinario de investigadores del proyecto Peak Urban hace uso de tecnología de punta para sus análisis, pero conecta con acierto los datos y los modelos matemáticos con los temas de cultura y educación, como un prerrequisito para proponer soluciones que permitan alcanzar sostenibilidad y equidad en las ciudades.

Así lo confirma Jorge Patiño: “Nos parece que ahora todo el mundo quiere enfrentar los problemas a punta de tecnología, pero también es muy importante resaltar que la educación y la cultura ciudadana son importantes para resolver un montón de temas de ciudad. Y lo hemos visto en nuestros ejemplos locales, en Medellín y en Bogotá: cómo, en algunos momentos de nuestra historia reciente, cuando se hizo un gran esfuerzo en temas de cultura ciudadana y de educación, las cosas sí cambiaron en la calle. Creo que definitivamente los temas de cultura ciudadana y de educación básica muy general en temas de comportamiento ciudadano son muy útiles”.

Pero estas propuestas que los científicos producen a partir del uso de la tecnología y el análisis concienzudo no generan ningún cambio en las ciudades si se quedan en los anaqueles universitarios. Así lo afirma Jorge Patiño: “Esa divulgación de resultados es importantísima. Muchas veces dedicamos mucho tiempo y mucho esfuerzo a hacer unos trabajos bien rigurosos, bien hechos, a partir de unos datos duros, que es lo que nos gusta, pero un sentimiento que tenemos es que probablemente las 100 personas que nos leen son investigadores alrededor del mundo, pero ninguno de esos toma ninguna decisión política. Entonces tenemos que buscar la forma de llegarles, no solo al público en general, sino también a los que toman las decisiones”.

Uno de esos temas fundamentales del proyecto Peak Urban en relación con el desarrollo sostenible de las ciudades del Sur Global es el de “Justicia ambiental”, entendida como el índice de espacios verdes y su relación con la calidad de vida de los habitantes de esas ciudades. “Los espacios verdes –dice Jorge Patiño- prestan servicios ambientales. Hay tres servicios básicos: ayudan a que haya menos contaminación del aire, porque limpian un poco la contaminación; disminuyen o amortiguan la contaminación del ruido en las ciudades; y tienen un efecto psicológico importante. Hay estudios publicados que mencionan que la gente que está en recuperación en un hospital, después de una cirugía, por ejemplo, se recupera más rápido si tiene una vista a espacios verdes, comparado con personas que, en cambio, están mirando a un parqueadero, o a otros edificios, o a más cemento”.

Uno de los objetivos del proyecto es, entonces, mapear los diferentes sectores de la ciudad y “proponer más áreas para hacer esas intervenciones o pensar en nuevas intervenciones que aumenten la disponibilidad de áreas verdes alrededor de la zona residencial de la ciudad, o dentro de la zona residencial de la ciudad”, como lo afirma el ingeniero Patiño. Se trata de uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, que considera necesario que los habitantes de las ciudades cuenten con espacios públicos verdes accesibles para todos.

Un planteamiento importante que rige las investigaciones del proyecto Peak Urban, es sobre las decisiones que deben tomarse desde los gobiernos, pero que deben ser concertadas con las comunidades. Así lo afirma Jorge Patiño: “No podemos olvidar que esta lucha por la sostenibilidad urbana y, en general, por la sostenibilidad del mundo no se va a ganar con las decisiones del alto gobierno. Esto se gana con lo que hagamos todos y cada uno en nuestras casas. Entonces, en ese sentido es que cobran mucha relevancia estos temas de involucrar a la comunidad; que, de verdad, las iniciativas que vienen desde arriba se logren bajar hasta la escala de barrio y de manzana, y que todo eso tenga una apropiación local. Porque, si no es así, si seguimos las grandes tendencias mundiales y lo que nos dicta el mercado en el que vivimos, si seguimos haciendo las cosas que venimos haciendo desde hace 20 años y que ya sabemos que no están bien, obviamente no vamos a solucionar nada”.

Y esta es una tarea que requiere que las personas tengan las herramientas suficientes, es decir, información útil, veraz y accesible. En otras palabras, datos abiertos: “Nosotros – dice Jorge Patiño- estamos enfocados sobre todo en el análisis y el estudio de las ciudades de países todavía en vías de desarrollo. Y, en ese sentido, hay que pensar también que no todas las ciudades de estos países son como Medellín o Bogotá, que tienen el músculo financiero para comprar información, contratar técnicos y hacer las cosas con toda la rigurosidad del caso. Es muy importante el tema de los datos abiertos; en muchos casos esos datos se producen con el dinero de los contribuyentes. Cualquier análisis o ejemplo juicioso y riguroso que uno pueda montar usando exclusivamente datos abiertos cobra relevancia e importancia, en la medida en que otras personas lo puedan replicar de la misma manera sin incurrir en grandes costos”.

La sesión virtual de la Cátedra Saberes con Sabor con el Ingeniero Geólogo Jorge Patiño, fue emitida el 4 de junio. En esta temporada del primer semestre de 2020, la Cátedra estuvo dedicada a la 4ª Revolución Industrial, y cómo la tecnología puede y debe apoyar el bienestar y el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades.

23 de junio de 2020