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Con el índice de lectura de libros más alto y el segundo mayor número de librerías en su territorio por persona, Medellín se posicionó como la ciudad del país que más lee por placer, según un reciente estudio. El gusto por la lectura de sus habitantes podría atribuirse, entre otros factores, a las políticas públicas para su fomento en distintos escenarios y la acogida que dan sus ciudadanos a diferentes expresiones culturales, además de las letras. Sin embargo, al gobierno local le preocupan las cifras de la primera infancia con respecto al tema, razón por la que se adelantan distintas iniciativas para fomentar esta actividad en menores que, sin importar la edad, mejora la memoria, la atención y el vocabulario; a su vez, reduce el estrés y permite la liberación de sustancias y neurotransmisores que generan una sensación de bienestar.

 

En el 2017 se leía 1.7 libros por persona al año en Colombia, mientras que para el 2023 esta cifra aumentó a 2.7. Foto cortesía Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín.

 

Como la capital colombiana de la lectura, así podría catalogarse a Medellín después de conocerse los resultados del estudio Hábitos de lectura, asistencia a bibliotecas y compra de libros en Colombia 2023, donde un 87% de los encuestados afirmó leer libros, seguida de Bogotá, Cali, Bucaramanga y Barranquilla. ¿Por qué se lee tanto en Medellín?, ¿cuál es el secreto detrás de esta urbe lectora?

La mayoría de los participantes del estudio en la ciudad (78%) afirmaron leer por placer. “Seis minutos de lectura son suficientes para reducir el estrés hasta en un 68%. Cuando leemos se activan regiones en el cerebro que son las que recrean la imaginación y vienen recuerdos y experiencias personales”, señala María Fernanda Lara Díaz, coordinadora del Laboratorio de Neurociencia Cognitiva y Comunicación de la Universidad Nacional de Colombia, Sede Bogotá.

La lectura recreativa mejora el sentimiento de placer, sugiere. “Estudios detallan que disminuye la depresión y la tensión muscular, además aumenta el sentido del humor. Otros han encontrado que reduce el estrés y ayuda a las personas a llegar más rápido a un estado de bienestar, también llamado ‘estado de flow’, donde se liberan endorfinas, sustancias en el cerebro que hacen que nos sintamos mejor. La lectura reduce el estrés, incluso, más que escuchar música o salir a pasear. Leer mantiene nuestro cerebro activo y alineado para tomar decisiones en la vida diaria”, enfatiza la doctora en Ciencia Cognitiva y Lenguaje.

La docente Silva Díaz adiciona que hay una mayor retención de la información cuando se lee en papel que cuando se hace en formatos digitales, al igual que los procesos de escritura generan más retención y mayor memoria cuando se hacen a mano que en dispositivos. “Los libros y la escritura tradicionales sí muestran ventaja sobre los dispositivos digitales debido a que el uso o la exposición a las pantallas reduce los tiempos de atención”.

 

Lo que más se lee en el país son los libros en cualquier formato (impreso, digital, audiolibro), redes sociales, páginas web, periódicos, revistas, blogs y cómics. Las actividades que prefieren los encuestados en vez de leer son: asistir a competencias, eventos deportivos, ver TV, cocinar, redes sociales, jugar, trabajar, navegar en Internet, dibujar, pintar, escuchar música y caminar, expone el estudio Hábitos de lectura, asistencia a bibliotecas y compra de libros en Colombia 2023, de la Cámara Colombiana del Libro.

 

Estos resultados, para el presidente de la Cámara Colombiana del Libro, Emiro Aristizábal Álvarez, muestran que “Medellín tiene el índice de lectura más alto y esa información se cruza con el Directorio Nacional de Librerías, donde tenemos 517 registradas. La ciudad per cápita (por persona) que más librerías tiene en Colombia es Envigado y luego está Medellín. Lo que realmente corrobora que es un territorio de lectores y que la mayor parte de la gente no lo hace por obligación sino porque les produce placer”, indica Emiro Aristizábal.

El directivo recalca que existen diversos factores que estarían influyendo en el incremento de la lectura en la capital antioqueña.

“Creo que esto muestra que las políticas públicas para el fomento de los libros y la lectura han dado resultados. La red de bibliotecas públicas que tienen también contribuye a que la ciudad sea lectora. También, la asistencia masiva a eventos como la Fiesta del Libro y la Cultura y otras manifestaciones como festivales de poesía, revela que es una ciudad donde lo cultural realmente ha tenido y tiene mucha acogida y que la gente sí tiene interés en esta”.

En un contexto general, la pandemia también contribuyó al incremento de la lectura en los colombianos. “Evidenciamos que el 45% de todos los encuestados en todo el país manifestaron leer más después de la pandemia. ¿Qué fue lo que pasó? Durante ese tiempo al estar tan conectados a las pantallas, en los pocos momentos de esparcimiento que había las personas retomaron los libros, fue una de las pocas cosas beneficiosas que nos dejó”, asegura Aristizábal, presidente de la Cámara Colombiana del Libro.

 

Entre lo que más se lee, de acuerdo con el Sistema de Bibliotecas Públicas de Medellín, son los textos académicos en las materias de matemáticas y álgebra; en segundo lugar, se encuentra la literatura, especialmente, literatura fantástica; seguida de temáticas para comprensión y aprendizaje de idiomas. Así mismo, se destacan clásicos como Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, y libros de autoayuda, como Padre rico, padre pobre para jóvenes, entre otros títulos, según datos de la Secretaría de Cultura Ciudadana.

 

Aunque no se realice por placer sino por estudio o trabajo, leer sigue siendo beneficioso. La profesora María Fernanda explica que el cerebro no está dotado para leer, pues genéticamente está previsto para hablar y escuchar; por esta razón, “las zonas que estaban dedicadas para la vista y el oído hacen una migración de funciones para la lectura y eso produce unas mayores conexiones cerebrales, un aumento de la materia gris. También, mejora los procesos mentales, la memoria, el vocabulario y el control de la atención”, argumenta la magíster en Perturbaciones del Lenguaje y la Audición.

¿Hábito que se hereda o se aprende?

De acuerdo con los registros y los datos del Sistema de Bibliotecas de Medellín, “son los adultos y los jóvenes los que están leyendo más. Los adultos, por año, superan el millón de personas y, los jóvenes, superan el medio millón. Los adultos mayores, en particular personas jubiladas, son quienes más acceden a préstamos de libros con un promedio de 350 mil. Una cifra preocupante es la primera infancia con un poco más de 20 mil niños o sus acudientes que son quienes van al sistema de bibliotecas”, detalla el subsecretario de Bibliotecas, Lectura y Patrimonio de Medellín, Andrés Sarmiento Villamizar.

“Hay una influencia causal de la lectura en la inteligencia. En cuanto a los niños se ha demostrado que el estudiar o leer con material en papel mejora los procesos de aprendizaje, de retención, de planeación y de inhibición de estímulos”, complementa María Fernanda Lara Díaz, coordinadora del Laboratorio de Neurociencia Cognitiva y Comunicación, de la Universidad Nacional de Colombia, Sede Bogotá.

Debido a lo anterior, la Alcaldía de Medellín está implementando una serie de iniciativas para aumentar el número de lectores como niños, niñas y jóvenes, que involucran a las familias, las escuelas y la comunidad en general.

Entre ellas, se destacan el fortalecimiento de programas en bibliotecas con la capacitación a los padres de familia para que acompañen a sus hijos en el proceso de lectura, escritura y oralidad; la creación de una feria infantil y juvenil del libro con proyección internacional, además del refuerzo a los eventos existentes para ofrecer más opciones a los jóvenes como la Parada Juvenil, el Día del Libro y la Fiesta del Libro y la Cultura; actividades en bibliotecas y concursos de ortografía, cuento y debate para estimular la participación de jóvenes y promover el intercambio entre estudiantes de colegios públicos y privados, entre otros.

(FIN/JRDP)

9 de septiembre de 2024