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Un estudio de la UNAL Medellín exploró el concepto e indagó por sus orígenes en Colombia a partir de revisión de literatura científica y encontró que su interpretación ha cambiado en el tiempo con tres fases cronológicas. Además, con base en la revisión de documentos de política pública, analizó la Estrategia Nacional de Economía Circular, fundamentada en la gestión integral de residuos sólidos, la cual tiene vacíos en diferentes ámbitos, como lo es la formalización de recicladores de oficio y la separación en la fuente.

 

La falta de datos sobre aprovechamiento de residuos dificulta analizar la efectividad de la economía circular en Colombia. Foto tomada de Greenpeace.org.

 

La investigación es realizada por Alexánder Bastidas Marulanda, de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas, y muestra que la discusión sobre economía circular empezó a tomar fuerza a partir de la segunda década del siglo XX. De acuerdo con la revisión de literatura científica, son tres fases en las que se aborda el entendimiento del concepto. 

La primera etapa se dio después de la Segunda Guerra Mundial y se basó en la gestión de residuos con propósitos sanitarios y de salud pública ante la preocupación por las repercusiones en la salud humana.

La segunda comprendió el periodo entre 1970 y 1990 con la perspectiva del tratamiento de los desechos fundamentada en las advertencias sobre agotamiento de recursos y los límites para el crecimiento de la economía. Fue durante este lapso que se popularizó la Regla de las 3R, centrada en reducir, reutilizar y reciclar, complementada con los conceptos de producción limpia y ecología industrial, raíces de la economía circular.

La última etapa se concibe como ecoeficiencia. El estudio señala que en esta se fortaleció el pensamiento sistemático e implicó el fortalecimiento de la obtención de datos sobre calentamiento global, escasez de agua y pérdida de biodiversidad, creando un nuevo sentido de urgencia en los primeros años del siglo actual, de acuerdo con el docente.

Obstáculos para recicladores de oficio y PGIRS

Según el docente investigador, en el análisis de la Estrategia Nacional de Economía Circular es importante tener en cuenta que Colombia había emitido normas y políticas cuyo cumplimiento son necesarios para el funcionamiento de la circularidad en el país. Entre ellas se destacan: la Política Nacional para la Gestión Integral del Recurso Hídrico, la Política Nacional para la Gestión de la Biodiversidad y sus Servicios Ecosistémicos. Además, la Política Nacional para la Gestión Integral de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos, y la Política Nacional para la Gestión Integral de Residuos Sólidos, la cual está articulada a las empresas de servicio público domicilario de aseo y fue concebida para promover la separación en la fuente y el aprovechamiento.

La Estrategia Nacional de Economía Circular se define por líneas de acción que son: flujos de materiales industriales y productos de consumo masivo, de fuentes y flujos de energía, de agua, de materiales de construcción, de biomasa y de materiales de envases y empaques. De estos dos últimos hacen parte de la gestión de residuos sólidos. Al respecto, la investigación encontró que hay obstáculos, principalmente en la formalización de recicladores de oficio y en el desarrollo de infraestructura de estaciones centrales de aprovechamiento.

Una herramienta importante para la gestión de residuos sólidos es la política Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos (PGIRS), financiado con recursos públicos provenientes de transferencias del Gobierno para el saneamiento básico en los municipios. Sin embargo estos no han sido efectivos, como lo indica el CONPES 3530 al exponer que el impacto se da dependiendo de la categoría fiscal del municipio y, como causa, el documento señala la desviación de los recursos hacia otros fines.

Los PGIRS deben ser el resultado de la participación de distintos actores, entre ellos los recicladores de oficio, cuya formalización es escasa, principalmente, en municipios de categoría cinco y seis, de ahí que las empresas de aseo se constituyan como el eje central del manejo de los residuos sólidos.

A partir de la Resolución 720 de 2015, la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico modificó la tarifa de aseo. La meta que se trazó es implementarla en 13 ciudades, incluida Medellín, donde se espera que el 25% del aprovechamiento de residuos lo hagan los recicladores. El Informe sectorial de la actividad de aprovechamiento 2023 de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios también se refiere a esto y señala que ese año fueron reportadas 2 '402.810 toneladas aprovechadas por 847 prestadores distribuidos en 250 municipios.

El profesor Bastidas Marulanda explica que la tarifa de aseo tiene dos componentes. recolección y transporte de residuos, y disposición final, importantes en los propósitos de construir estaciones centrales de aprovechamiento y de formalizar a los recicladores de oficio, lo cual no se puede dar sin que exista la infraestructura adecuada. Otra limitación que enfrentan son relacionadas con la separación en la fuente y con una base estrecha de residuos susceptibles de aprovechamiento según el territorio.

Algunas condiciones locales pueden intensificar la dificultad para que la economía circular se dé, según el docente investigador, quien ejemplifica con el caso del cierre de la cristalería Peldar en Envigado que, para los recicladores, ha significado una reducción de la cantidad y variedad de vidrio que pueden aprovechar, dado que no todos los tipos de este material son comprobados en el mercado local.

Insuficiencia de datos para caracterización, análisis y previsión de tendencias

En lo que respecta a la evaluación de la gestión integral de los residuos, el estudio halló insuficiencia de datos estadísticos disponibles para de las líneas de acción de la Estrategia Nacional de Economía Circular o para análisis cuantitativos que puedan emplear, por ejemplo, series de tiempo para municipios y departamentos.

Sobre este punto también llama la atención el Informe sectorial de la actividad de aprovechamiento 2023 de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, que indica que el 76,97% de los municipios aún no cuentan con información reportada en el Sistema Único de Información de Servicios Públicos Domiciliarios relacionada con aprovechamiento.

Lo que muestra el estudio es “desconcertante”, dice Bastidas Marulanda, en la medida en que, “en la práctica no se está operando con las metas establecidas”.

Llamado a la acción

Teniendo en cuenta lo expuesto por el profesor, “hay un montón de elementos que, al analizarlos, así no se tengan datos estadísticos, se puede inferir la debilidad del proceso de economía circular”, asegura. El académico está convencido de que este es un tema que se debe entender mejor en su conceptualización científica y teorización.

Para él, su estudio sienta una posición crítica frente a la visión que el gobierno colombiano ha venido configurando para el manejo de la economía circular, deja reflexiones que permiten avanzar a investigaciones posteriores y sirve como un llamado de atención, teniendo en cuenta que el 2030 es el horizonte de varias políticas que aún no cumplen las metas pactadas.

 

(FIN/KGG)

22 de septiembre de 2025