Analizar la espacialidad, la subjetividad y la territorialidad de la Ciudadela Nuevo Occidente, lugar ubicado en el sector de Pajarito destinado a la reubicación de cientos de familias de Moravia, fue la motivación de este estudio teórico que busca entender los pensamientos neoliberales en la construcción de casas de interés social.
Esta ponencia fue presentada por Julio Eduardo Mesa, politólogo, magíster en Hábitat, y estudiante de Doctorado de Estudios Urbanos y Territoriales de la Facultad de Arquitectura, en el marco del Seminario Internacional IFEA/Escuela del Hábitat – CEHAP “Gobierno del hábitat popular en América Latina” desarrollado el 1, 2 y 3 de junio en la UNAL Medellín.
“Este lugar es un experimento social, es nuevo en Colombia y se tiene proyectada unos 100 mil habitantes en el sector. Hasta ahora se cuenta con dos mega colegios, un hospital y algunos hogares infantiles. La investigación es solo una propuesta teórica, he estado en observación y he conversado con habitantes del lugar, buscando una relación con el estado del arte, pues quienes trabajan el neoliberalismo lo hacen con la subjetividad, pero no trabajan la espacialidad, por lo que estoy mirando una relación entre estas lógicas y su financiación en Nuevo Occidente”, explicó Julio Mesa.
En todo el ejercicio teórico de esta tesis doctoral, hay una búsqueda por la subjetividad desde diferentes autores, como Foucault que la define como los regímenes de verdad que obligan al comportamiento de las personas; y Gilles Deleuze, que asegura que la subjetividad tiene que ver con los pliegues, con ese adentro en relación con un afuera, y que se ve reflejado a través de la vivienda, y para el caso de Nuevo Occidente tiene que ver con la construcción de unas subjetividades, como el ser pobre que tiene que ver con lógicas neoliberales como la falta de empleo y educación, además de espacialidades con diversos problemas económicos, sociales y de seguridad.
“Otro autor que propongo es Pierre Bourdieu con su concepto de estructura y hábitos que es una herramienta teórica que permite reflexiones interesantes, y también incorporó el concepto de estructura social pues desde la sociología es múltiple, y se define como las formas en las que una sociedad a través de sus instituciones llega a hacer previsible el comportamiento de las personas, y esta pretensión implica todos estos mecanismos, no desde un Estado benefactor sino uno que otorga y delega al sector privado todo lo que tiene que ver con la construcción de vivienda”, aseguró Julio Mesa.
La intimidad, cada vez más lejos en la vivienda de interés social
El concepto de intimidad también ha sido fundamental en la realización de esta investigación, que aún se encuentra en marcha, apostando a la definición del autor José Luis Pardo: “en una ciudad cuya política no construye la posibilidad de la intimidad hay una situación de riesgo de la sociedad civil”.
“La intimidad puede darse en público y en privado, hace referencia al interior de la persona, a su carácter, y eso está marcado por lo exterior, pues donde no hay confianza no hay intimidad. Para el caso de estudio, en los corredores de las viviendas de interés social y prioritario, encuentro que la situación es tétrica y deprimente, son oscuros, con puertas de seguridad, hay unos regímenes de olor que delatan aquello que debería ser secreto dentro de las viviendas, también el sonido muestra la privacidad y el adentro”, explicó Julio Eduardo Mesa.
Estos corredores no permiten el aislamiento del ruido, y al interior de las casas son muros delgados de 10 centímetros, apartamentos de 45 metros cuadrados, generalmente no cuentan con puertas internas, son lugares pequeños para familias que en promedio son más de 7 personas. Esto sumado a los múltiples problemas de seguridad del sector, reflejados en atracos, abuso sexual y venta de estupefacientes. “Pensarse que con este contexto se construye una subjetividad, un poco el ser pobre como marca, se forma un imaginario de quién accede a la vivienda”, añadió Mesa.
Ese imaginario de pobreza no llega solo al territorio, los modelos de vivienda que ha impuesto el Estado a través de las políticas habitacionales han ido construyendo lo que hoy es una subjetividad, y se caracteriza por: un modelo de vivienda higienista, otro institucional donde el Estado se involucra y un tercero que es a través de las corporaciones de ahorro, donde se le permite al sector privado hacer la proyección de la vivienda de interés social en Medellín.
“El neoliberalismo en parte es una enfermedad porque es entregarle al sector privado el manejo de los recursos públicos, que finalmente entregarán viviendas pequeñas, en obra gris y en lotes periféricos. No podemos pensar una democracia real sin una ideal, o sea hacía donde vamos, igual las políticas públicas habitaciones son imposibles sin la pretensión de la ciudad, y abandonar las lógicas en la construcción de la intimidad y la confianza por parte del Estado al entregárselas al sector privado desencadena un problema social fuerte que hoy se está viviendo”, recalcó Julio Mesa.
Importancia del tema en el marco de los estudios urbanos y regionales
Hasta ahora esta investigación cuenta con el proyecto formulado y está en la búsqueda de una estructura conceptual teórica para pensar y analizar la realidad que se vive en la Ciudadela Nuevo Occidente.
“Me motivé a trabajar con este fenómeno social pues desde hace varios años vengo leyendo desde la sociología, la ciencia política, el hábitat y ya venía motivado con la relación con la vivienda en las lógicas de barrio porque en parte he vivido eso en mi pasado. ¿Qué implica crecer en una familia cuyas habitaciones son pequeñas, pero de a cuatro personas? En el proceso educativo me he ido asombrando frente a cosas que uno naturaliza y que al hacerlas reflexivas en los ejercicios académicos con los docentes y estudiantes el tema de la espacialidad fue ganando importancia, y cuando abrieron el doctorado quise participar”, comentó Julio Eduardo Mesa.
En el proceso, el autor ha visitado el sector en varias ocasiones, conversando con sus habitantes, teniendo claro que todo deberá aterrizarse a la vida cotidiana estableciendo diferentes herramientas que el método investigativo va orientando para poder acercarse a la realidad y reconocer las circunstancias del lugar al que se va, no se observa con indiferencia, sino que se afecta con esa realidad.
(FIN/DQH)
21 de junio de 2022