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La firma de los Acuerdos de Paz entre el gobierno colombiano y las Farc se realizó el 24 de noviembre de 2016. Foto: Tatiana Soto Caro.

Entender las dinámicas del habitar en el contexto del conflicto armado colombiano, desde una perspectiva personal de quienes están en proceso de reincorporación y su relación con el lugar, el territorio y la paz, es uno de los temas centrales de la tesis de Tatiana Soto Caro, socióloga y estudiante de la maestría en Hábitat de la Facultad de Arquitectura de la UNAL Medellín.

El trabajo titulado “Habitar la transición: experiencias subjetivas en la construcción de lugares en transición hacia la permanencia, de excombatientes FARC en proceso de reincorporación", fue el resultado del interés de la estudiante por la investigación en temas rurales, además de la experiencia previa que tuvo trabajando con la Universidad en los Estudios de prefactibilidad y diseño urbanístico para proyectos de vivienda en los Antiguos Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación – AETCR-, lugares en los que hacen su proceso de reincorporación los ex combatientes de las FARC, visitando regiones como Arauca, Guaviare, el Cauca, Dabeiba, Mutatá y el Urabá.

“Cuando en el hábitat se pregunta por el lugar se hace desde la permanencia, casi todo mundo lo asocia con el arraigo, con quedarse anclado a un espacio geográfico, pero cuando uno conoce a las personas que han transitado por diferentes espacios físico-geográficos, pero además existenciales a lo largo de su vida, se tiene que cuestionar desde las vivencias que implica transitar de la guerra hacia la paz”, afirma Soto Caro.

Habitar la guerra tiene motivaciones subjetivas, o es consecuencia de una serie de violencias estructurales que terminan en dinámicas de permanencia complejas, donde las selvas colombianas se vuelven hogares de paso; sin embargo, con la firma de un acuerdo de paz la pregunta por el hábitat cambia, se resignifica, pues quienes acceden a ser parte de un proceso de reincorporación, es decir los excombatientes, empiezan a buscar un anclaje, un sitio que les permita generar condiciones de vida óptima, dignas para poder desarrollar sus proyectos de vida.

“Lo que ha sucedido mucho es que las personas en proceso de reincorporación salieron de la guerra y empezaron a consolidar unas familias; en este momento tú vas a los espacios y encuentras un montón de niños de cinco, seis, siete años que han sido producto de la paz. Entonces se resignifica el lugar, se busca un espacio para el proyecto de vida permanente, aunque eso está en entredicho, porque no se ha cumplido con lo que se acordó en el proceso que fue disponer de los espacios para hacer unos centros poblados”, cuenta Tatiana Soto Caro.

La tesis cuenta entonces con 10 historias de vida realizadas en los territorios y algunas entrevistas semiestructuradas además de diálogos con abogados y urbanistas, incluyendo un trabajo de campo que le permitió compartir su cotidianidad permaneciendo en los AETCR por varios días para entender más de cerca sus dinámicas.

Aportes a los estudios de hábitat

La tesis tiene una mirada desde la subjetividad y las experiencias de lo que implica el habitar, pero también cuenta con un capítulo donde retoma toda la crítica frente a la Ley 2079 de 2021 conocida como Ley de Vivienda y Hábitat, cuyo fin último es construir viviendas; pero aquí se plantea que esta no es solo un espacio físico sino un conjunto de elementos que recogen las experiencias, los afectos que se desarrollan en un lugar.

“Es muy necesario que áreas como la planificación, el urbanismo y la arquitectura estén localizando sus conocimientos en estos lugares porque hay que hacer una comprensión integral para poder darle voz a todo eso que allí existe y desconocemos. Es el momento de poner todas estas disciplinas en diálogo para poder redimensionar esa mirada centralista que tenemos, desde la cual hay una población aislada que necesita ser organizada”, añade Soto Caro.

Otro aporte que hace esta tesis es que, apuesta por comprender el lugar desde las transiciones, plantea que hay que entenderlo desde otras dimensiones porque, además hay fenómenos nuevos en el mundo que piden esas nuevas definiciones del habitar: las migraciones, los refugiados climáticos, los desplazamientos que se dan por las guerras, algunos procesos de paz, que ya configuran otras formas de entender el lugar.

“Este trabajo me ha traído grandes aprendizajes en diferentes niveles, pues como profesional comprendí que definitivamente el hábitat es una disciplina en construcción que requiere unas miradas bastante profundas y diferentes; y que en el plano de lo privado, lo cotidiano y lo íntimo hay verdaderamente una riqueza muy importante para abordar este tipo de miradas, dándole realmente un lugar importante a los territorios donde ha ocurrido la guerra y ha empezado a nacer la paz”, concluye Tatiana Soto Caro.

(FIN/DQH)

29 de agosto de 2022