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Flor de vainilla. Foto: cortesía Camilo Rojas Álvarez.

Una investigación que caracterizó poblaciones naturales y cultivos de vainilla en el corregimiento El Valle del municipio de Bahía Solano (Chocó) y que realizó un estudiante de la Sede fue una de las ganadoras del Concurso Mejores Trabajos de Grado de Pregrado de la UNAL (edición 2022). En el Pacífico esta planta se considera como una especie aliada para la conservación del bosque, para la permanencia en el territorio y una apuesta para generar ingresos a las familias.

Camilo Rojas Álvarez es ingeniero agrónomo de la UNAL Medellín y desde que inició el pregrado se interesó por el vínculo a veces difuso entre la agronomía y las ciencias forestales, en la posibilidad de producir alimento a la par de la conservación o del aprovechamiento de productos no maderables del bosque de manera sostenible, en contraposición a la agricultura convencional.

Ese interés lo llevó a estudiar varios cursos de Ingeniería Forestal y, más tarde, a vincularse a un proyecto de una organización no gubernamental que impulsa una iniciativa productiva y de conservación de vainilla en el territorio, para investigar acerca de la planta como parte de su trabajo de grado, el cual se caracterizó por combinar dos enfoques: el agronómico y el forestal.

La investigación se realizó en el marco de un acuerdo de voluntades entre la Corporación Autónoma Regional para el Desarrollo Sostenible del Chocó (Codechocó), el Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico (IIAP), la Alcaldía de Bahía Solano, el Parque Nacional Natural Ensenada de Utría, la ONG Swissaid, los consejos comunitarios menores Río Valle y El Cedro y el consejo mayor Los Delfines, a fin de generar insumos para la construcción del plan de manejo de la vainilla del municipio.

¿Por qué la vainilla? Es un género de orquídea (Vanilla) que se distribuye en la zona tropical de África, Asia y América, con más de 100 especies descritas, la mayoría (alrededor de 52) reportadas en América tropical. La especie Vanilla planifolia, es originaria de ese continente y su uso se remonta a los aztecas que la utilizaban como medicina y alimento. Actualmente esta especie es de gran importancia económica a nivel mundial por sus propiedades aromatizantes y para Colombia como un cultivo promisorio con alto valor de conservación. Adicionalmente, según el investigador, el cultivo de vainilla a nivel nacional puede ser una alternativa para sustituir cultivos de uso ilícito.

Dado que las comunidades afro de la zona, organizadas en consejos comunitarios emprendieron el proyecto de cultivo de vainilla en sus parcelas tradicionales, el trabajo de grado de caracterización que realizó Rojas Álvarez se hizo necesario.


Detalles de los cultivos

En Colombia se han identificado 23 especies silvestres de vainilla incluyendo la especie comercial V. planifolia. En el Pacífico colombiano se reporta la presencia de al menos seis de estas especies todas presentes en la cuenca del río Valle, en Bahía Solano.

En esta zona existe una alta diversidad de vainilla, las diferentes especies se encuentran en ecosistemas como bosque natural y secundario, rastrojo, palmares de Naidí (Euterpe oleracea) y cañablanqueros (Gynerium sagittatum). La especie comercial V. planifolia es la más abundante, lo que, según el investigador, favorece el abastecimiento de semillas a las parcelas de cultivo. Además, menciona que para no generar un impacto desmedido en las poblaciones se estableció un vivero comunitario para reproducir esquejes y distribuir la semilla a los agricultores.

Las parcelas agroforestales se concentran en el margen del río Valle como pequeñas unidades productivas con 0.2 hectáreas (ha), en promedio, y son utilizadas principalmente para el autoconsumo.

En su trabajo, Rojas Álvarez pudo reconocer 65 especies forestales usadas como tutores de vainilla, que son árboles que se emplean como soporte para el crecimiento de los cultivos, ya que la especie estudiada es una planta trepadora. Del total de ellos, el 36% son de uso alimentario, y las familias botánicas más abundantes fueron Anacardiaceae, Moraceae, Urticaceae, Meliaceae y Arecaceae.

La especie de vainilla más cultivada fue la más comercial: V. planifolia. No obstante, también se cultivan V. rivasii, V. odorata, V. dressleri, V. cribbiana y V. trigonocarpa, que son de alto valor de conservación.

De acuerdo con el investigador, dada la creciente presión sobre algunos de los hábitats donde se distribuyen naturalmente estas especies, el estudio resalta que las parcelas agroforestales además de ser un cultivo comercial, también son colecciones vivas en las que se conserva parte de la diversidad genética de la vainilla de la mano de los agricultores.

Adicionalmente, en su análisis se identificó la incidencia de enfermedades como potencial limitante para la productividad de los cultivos de vainilla. En las muestras recolectadas se identificó la roya (Uredo scabies) entre las enfermedades más frecuentes. Esta no estaba reportada para el Chocó. Por esto, y otras afectaciones en los cultivos se determinó la importancia de implementar un manejo integrado de enfermedades.

En el marco del proyecto, se visitaron aproximadamente 60 parcelas de cultivos y también áreas donde la vainilla se distribuye naturalmente. El trabajo se fundamentó en caracterizaciones biofísicas, pero también socioeconómicas e involucró diversas áreas como los sistemas de información geográfica, ecología, entomología, patología, edafología (estudio de la composición del suelo en relación con las plantas) y dasometría (aplicación de métodos estadísticos para solucionar problemas asociados a los bosques).


Aportes y reconocimiento

Una de las motivaciones de Rojas Álvarez para realizar el trabajo fue “tratar de minimizar el impacto sobre los lugares donde se distribuye naturalmente la vainilla y no depender del recurso silvestre, sino reproducirla en los viveros”, dice. En ese sentido destaca también el rol de la UNAL Medellín por su presencia, a través de proyectos, “en territorios históricamente apartados y que han sufrido el conflicto armado. Que no solo sea un apoyo a la agroindustria y a la empresa, sino que también busque solución a otros problemas”.

El trabajo de Rojas Álvarez participó en el Concurso Mejores Trabajos de Grado de Pregrado de la UNAL (edición 2022) por iniciativa de Flavio Humberto Moreno, profesor del Departamento de Ciencias Forestales de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Sede, quien fue su tutor.

Como mencionó en la carta de postulación dirigida al Consejo de Facultad, el docente consideró que el trabajo de grado tiene impacto social por tratarse de un proyecto de investigación participativa realizado en el marco de la extensión solidaria.

El Concurso fue creado en 1991 para promover la excelencia académica, estimular la investigación de los estudiantes de pregrado de la UNAL y divulgar los resultados de las investigaciones. Este mérito también representa para el ganador un cupo para estudiar un posgrado en la Universidad.

De acuerdo con el sitio web donde se entrega información acerca del certamendonde se entrega información acerca del certamen, “la motivación de los nuevos investigadores hace que se formulen y desarrollen proyectos que, a mediano y largo plazo, beneficiarán al país, dando lugar al progreso social y cultural, y promoviendo la equidad y el compromiso social”.

(FIN/KGG)

13 de marzo de 2023