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A través del curso Prototipo Sobre la Construcción Social del Hábitat, la Facultad de Arquitectura de la UNAL Medellín llevó a una institución educativa de Quibdó (Chocó) un entorno virtual de aprendizaje piloto mediado por las tecnologías de información y la comunicación como una estrategia para dinamizar los contenidos en el aula, fortalecer los procesos de extensión con comunidades vulnerables y facilitar la interacción entre estudiantes y profesores.

 

Estudiantes y profesores definieron temáticas priorizadas para su abordaje con el ambiente virtual de aprendizaje. Foto: cortesía de Juan Carlos Ceballos Guerra.

 

La propuesta de Juan Carlos Ceballos Guerra, profesor de la Escuela del Hábitat de la Facultad de Arquitectura y estudiante de Doctorado en Ingeniería - Sistemas e Informática de la UNAL Medellín, es de un modelo de ambiente virtual de aprendizaje para cursos de extensión solidaria relacionados, por ejemplo, con la autoconstrucción de viviendas, la participación ciudadana, el desarrollo territorial y temáticas ambientales.

La consolidación de la iniciativa denominada “Proyecto Pedagógico Hábitat: Territorios, Identidades y Culturas” implicó varias fases: la primera, de investigación sobre los usos de la imagen y el video como recurso educativo en las aulas universitarias por parte de docentes y estudiantes; la segunda consistió en el diseño de experiencias de aprendizaje en el aula y el territorio con la participación de estudiantes y docentes universitarios en articulación con actores sociales e institucionales en territorios con población vulnerable y, la tercera, correspondió a la creación de “objetos virtuales de aprendizaje” como insumos para el curso Prototipo sobre la Construcción Social del Hábitat.

El ambiente de aprendizaje tiene la estructura de un blog que vincula recursos en texto, imagen y video y puede insertarse en sistemas gestores de aprendizaje como los usados por la Universidad en la plataforma UNvirtual, explica el investigador y docente.

El desarrollo se hizo en la plataforma Moodle (de acceso libre). Es un curso por módulos que incluye actividades de evaluación, seguimiento y espacios para interactuar entre los participantes tanto de manera presencial como remota, descargar información o trabajar en salas virtuales en contenidos relacionados sobre el territorio.

El curso, la comunidad y el territorio

El “Proyecto Pedagógico Experimental Hábitat: Territorios, Identidades y Culturas”, alojado en un ambiente virtual de aprendizaje, contó con la participación de docentes y alrededor de 20 estudiantes del grado noveno de la Institución Educativa Santo Domingo de Quibdó (Chocó), con quienes previamente se establecieron los temas prioritarios relacionados con el territorio para abordar en el curso. Algunos fueron: contaminación de quebradas por basuras, potabilización del agua, usos de la madera, la tradición oral y la medicina tradicional y “asuntos que atraviesan la vida cotidiana y la cultura”, cuenta Ceballos Guerra.

A partir de esas temáticas se hizo investigación en barrios de Quibdó, empleando la fotografía, el video y el sonido para captar la información y nutrir el ambiente virtual de aprendizaje. Lo hicieron los estudiantes con la asesoría de los profesores y del investigador. De estos insumos surgieron productos audiovisuales utilizados en las clases y que “representaron un aporte a la memoria territorial”.

Manuel Esquil, docente de la Institución Educativa Santo Domingo de Guzmán, manifestó que para su comunidad “el territorio lo es todo, porque en él conseguimos absolutamente todo, la medicina, nuestros ríos, cultivos, vías de comunicación, y en él se desarrolla toda la parte cultural”.

El investigador y docente Ceballos Guerra reflexiona que, “a veces, los docentes nos quedamos con un modelo muy estático de dar clase y eso nos alentó a hacer concursos y festivales sobre tradiciones y expresiones culturales en procura de articularlos alrededor de la propuesta. Fue novedoso que cada estudiante usó su celular para hacer registros. Este se convirtió en una herramienta de primera mano y hubo también preparación para la elaboración de entrevistas. Además, estos productos fueron integrados como guías en algunas ocasiones a los currículos y eso es algo que fue muy valorado, que es un proyecto transversal a las áreas”.

“Si bien es una población sin mucho acceso a gestores de aprendizaje, usamos el blog, los contenidos y las fotografías, creamos cuatro videos y los enlazamos a YouTube. Eso quedó disponible en el canal. El Colegio también quedó con un repositorio de imágenes digitales. Todo fue hecho desde el acompañamiento”, añade.

El modelo está pensado en la corriente pedagógica del construccionismo, según el investigador. Es decir, promueve la construcción del conocimiento desde el contacto con los demás, el diálogo y la reflexión, que considera aspectos fundamentales en el trabajo en territorios y con comunidades.

Este enfoque, destaca, es necesario, teniendo en cuenta que varios teóricos han reconocido que se ha sobredimensionado el rol del instrumento tecnológico y se ha dejado de lado pensar en la modelación, que es propiamente el ambiente de enseñanza y aprendizaje, según el investigador.

Un desarrollo gestado en casos previos de investigación sobre el hábitat

La Sede ha venido trabajando en territorios determinados. Uno de ellos es, precisamente,Quibdó, municipio donde la Universidad ha realizado acompañamiento. Allí, una investigación se enfocó en una comunidad desplazada por el conflicto, asentada en la periferia y a la que entre 2014 y 2015 el Gobierno nacional les destinó 1500 apartamentos subsidiados en la Ciudadela Mia, un modelo de vivienda que no es tradicional en ese sitio.

El caso llamó la atención para el análisis de los asuntos del hábitat y, tras realizarse una investigación, se identificó la necesidad de preparar a la población para asumir esas nuevas formas de habitar. El medio que ofreció la UNAL Medellín para acompañar este proceso fue la información y la capacitación, porque la comunidad no sabía cómo intervenir en los espacios de participación que traía consigo el plan de desarrollo territorial. Por parte de directivos y padres de familia se hizo una evaluación a la implementación del modelo.

En la búsqueda de maneras para realizar acompañamiento y capacitación surgió la idea de crear espacios virtuales de aprendizaje, que son útiles y transversales a los cursos que se imparten en casos como estos, en distintas áreas del conocimiento sobre aspectos culturales o medioambientales, por ejemplo, con gobiernos locales e instituciones educativas como aliadas.

El rol de la academia

La intención es aplicar propuestas como esta al desarrollo local, según el investigador, quien abordó el tema en su tesis de doctorado donde señala que, “como Universidad, debemos plantear estrategias que permitan vincular los ejes misionales que son docencia, extensión e investigación, junto con la responsabilidad social con enfoque solidario”, dice.

El proyecto piloto se implementó durante tres años. El sentido que tiene llevar entornos virtuales de aprendizaje a los territorios es adaptar el conocimiento al contexto particular. Esa es una de las lecciones aprendidas. Para él, otras son: la pertinencia de la articulación entre instituciones educativas y universidades, que es además un mandato del Plan Nacional de Educación, y la necesidad de las tecnologías en la innovación educativa y pedagógica para la generación de entornos educativos en los que haya valoración de la interculturalidad y la formación humanista.

Finalmente, el investigador y docente destaca que, como resultado de esta experiencia de extensión solidaria surgió el curso de libre elección denominado “Las TIC en la educación con comunidades vulnerables”, que se oferta desde el año 2021.
Para observar uno de los videos realizados como parte del proyecto, visitar https://goo.su/9EtOFHh

(FIN/KGG)

4 de marzo de 2024