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El Grupo de Estudios en Estética publica algunas reflexiones en un blog. Foto: reproducción.

 

Nació en 1987 y desde entonces analiza fenómenos estéticos, principalmente en relación a las prácticas culturales. Ha difundido estudios y deliberaciones en la revista Colombiana de Pensamiento Estético e Historia del Arte y en un blog que sus investigadores han impulsado a propósito del aislamiento por la pandemia.

Si al leer o escuchar la palabra “estética” usted la relaciona automáticamente con la noción de la belleza, de lo bonito o lo feo, haga a un lado esa percepción, por lo menos, para este caso: el de comprender el trabajo que realiza el Grupo de Estudios Estéticos de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas de la UNAL Medellín.

El problema de pensar solo en arte o belleza, explica Santiago Rojas Mesa, estudiante del Doctorado en Estética de la Sede, “es desconocer la sensibilidad humana y la producción simbólica desde la antropología más básica de lo que somos”.

La estética deviene en la creación de subjetividades y relaciones sociales. Es lo que estudia el Grupo, que se dedica a entender fenómenos sociales o culturales y formas de sociabilidad que se generan, por ejemplo, alrededor de un gusto musical, de la moda o de la apropiación de los espacios urbanos, entre otros temas.

Se enfoca, como menciona Manuel Bernardo Rojas López, líder del Grupo de Estudios Estéticos y profesor del Departamento de Estudios Filosóficos y Culturales, en la particularidad de las miradas distintas sin la intencionalidad de buscar respuestas, sino todo lo contrario: generar preguntas.

Las reflexiones sobre maneras de habitar los lugares o de comprender espacios artísticos desde perspectivas como el consumo de masas tienen que ver con una nueva dinámica denominada estética expandida, en la que también se centran, y que se refiere a las diferentes formas de percepción que tienen los individuos.

El estudiante de doctorado Rojas Mesa lo explica con un símil: “en Occidente le hemos dado importancia a los sentidos, principalmente, al de la visión; es una cultura que se centra en las imágenes y cuando no las privilegiamos lo hacemos con el oído, sin embargo, es más extensa que eso. Nosotros, por ejemplo, podemos determinar de manera muy puntual la identidad cultural por medio del gusto: el sabor de una comida”.

Son varias las líneas de trabajo del Grupo de Estudios Estéticos. Entre ellas están: Culturas de la metrópoli, desde la que se analizan fenómenos urbanos relacionados con la relación de espacios o la construcción de territorios. También se abordan la Retórica y poética de los fenómenos estéticos y artísticos, Semiótica y Estética, Semiótica y Hermenéutica del Arte y Semiología de la cultura. En esta última se enmarcan actuales investigaciones de la Maestría en Estética.

Otra de las áreas de estudio y una de las más recientes es el Devenir estético del sujeto moderno, el cual, según el docente Rojas López, “no es algo tan evidente sino una construcción. Tenemos la idea de que es simple, pero realmente es un conglomerado, una multiplicidad y un conjunto de sensaciones que lo que menos crean es unidad o identidad sino dispersión”.

En esta área específica el propósito es indagar desde cuándo se empieza a hablar del sujeto, un concepto que se empieza a formar en el siglo XVII, antes de la configuración de la filosofía estética, la cual data del siglo XVIII.

En el surgimiento de esa noción se le excluyó de emociones, como lo planteó Descartes al atribuir solo la razón, pero en la Modernidad, cuando adquirió relevancia la estética, según el profesor, se puso en cuestión dado que Nietzsche reveló que se conforma como sumatoria de percepciones: “pensar eso es fundamental, porque se trata de desbaratar ideas o poner en duda otras como la de comunidad”.


La ética, un componente de los estudios estéticos

Rojas Mesa es magíster en Estética, su tesis la dedicó a la relación de esa disciplina con la ética desde varias prácticas estéticas, entre ellas la concepción artística de museos. Buscó establecer cómo se configuran modos de identidad a partir de la relación de lo ético y lo estético e hizo un recorrido histórico para comprender cómo se pensaba antes de la institucionalización del arte y cómo la cultura se extendió más allá de él.

Una parte del trabajo fue sobre filosofía del arte y otra, de la estética expandida. Encontró dos modalidades de relaciones. Una tiene que ver con la censura en caso de que el arte sea considerado inmoral. La otra está referida a que, cuando hay demasiado “goce estético” las consecuencias éticas pueden desaparecer.

Un ejemplo de este último hallazgo, explica, puede ser el hecho reciente en Tasajera (Magdalena), donde se incendió un camión que transportaba gasolina. Espectadores lo observaron y con ese acto tiene que ver directamente lo que él denomina como “espectacularización de la violencia”. Finalmente, como un resultado más de su tesis, el investigador encontró que lo ético y lo estético se constituyen en matrices para construir la realidad.

Ahora, en el doctorado, Rojas Mesa intenta comprender cómo los laboratorios de mediación artística de las versiones de 2015, 2016 y 2017 del Encuentro Internacional de Medellín (MDE) replican discursos éticos, estéticos y políticos que construyen subjetividades.


El aporte de deliberar

“¿Por qué es importante lo estético para el país?”, se pregunta el profesor Rojas López, y él mismo lo responde: “justamente para buscar otros elementos y pensarnos como nación, para ir más allá de los clichés, los estereotipos, y de la especie de concepción folclorista que tenemos de nosotros mismos”.

El reto es difundir esas reflexiones en otros medios. Tienen dos. Uno es la Revista Colombiana de Pensamiento Estético e Historia del Arte (cutt.ly/PaqQ1Rt) que nació en 2014. El otro es el blog grupodeestetica.blogspot.com en el que también publican los integrantes del Grupo de Estudios Estéticos. Durante el aislamiento ante la pandemia por covid-19 lo han hecho bajo la iniciativa: “Desde la contingencia: textos, imágenes, fragmentos”.

Unas de las entradas más recientes son El comisionado, un relato del profesor Rojas López, y El ruido y el souvenir, de la también docente de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas de la Sede, María Cecilia Salas G, cuyos textos son dos crónicas producto de sus cavilaciones sobre asuntos como el ruido, el turismo y la relación con la naturaleza. Las escribió entre abril y mayo cuando se vivió un confinamiento estricto en Colombia.

El Grupo también trabaja actualmente en publicar memorias del IV Encuentro Internacional de Estética y Filosofía del Arte que se realizó en 2018 y un libro del profesor argentino Silvio Mattoni que surgió de un seminario que impartió sobre Nietzsche. Adicionalmente realiza investigaciones sobre la subjetividad en la literatura, la representación del sujeto, cuerpos e instituciones del arte.

(FIN/KGG)

21 de julio de 2020