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La condecoración la recibieron algunos integrantes y estudiantes fundadores del GPPT. Foto: cortesía Juan Esteba Ospina.

 

Sin esperarlo, el Grupo fue recientemente condecorado por la Asamblea Departamental de Antioquia con la Orden al mérito cívico y empresarial Mariscal Jorge Robledo. Su trasegar se ha valido de talento e impulso de estudiantes de Ciencia Política de la UNAL Medellín.

El Grupo de Investigación Gestión y Políticas Públicas Territoriales (GPPT) de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas es particular y de eso sus integrantes se sienten orgullosos, pues más que los reconocimientos institucionales académicos, les interesa el aporte social. Es por eso que trabajan de manera conjunta y propenden por la estructura horizontal y el trato de igual a igual, lo que ha sido siempre una premisa.

La labor ha dado varios frutos que, recientemente, fueron reconocidos por la Asamblea Departamental de Antioquia, la cual le confirió al Grupo de Investigación la Orden al mérito cívico y empresarial Mariscal Jorge Robledo en nota de estilo.

Mediante la Resolución 098 del 28 de octubre de 2020 destaca que el Grupo GPPT “desde su creación ha logrado obtener un importante alcance, estableciéndose a nivel departamental y nacional como un observatorio multidisciplinar a las políticas públicas territoriales, de inclusión social, estudio a los conflictos socioambientales, construcción de paz territorial e incidencia en la toma de decisiones de las administraciones locales”.

Proactividad

¿Cómo empezó la historia del Grupo? Era enero de 2008 cuando el ahora profesor Juan Antonio Zornoza Bonilla, del Departamento de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas llegó de Cali a la UNAL Medellín. Solo tres meses fueron suficientes para pensar y crear el Grupo de investigación en compañía de tres de sus estudiantes: Norman Simón Rodríguez, Santiago Arroyave y Hernán David Jiménez.

“Ellos me lo propusieron, por un lado. Y por el otro, había como un deber de tener un grupo de investigación”, dice. Hasta ese momento no existía ninguno en el área de políticas públicas, averiguaron los requisitos y les avalaron la propuesta en tiempo récord.

Aprovecharon el tiempo que tardó un cese de actividades académicas para preparar varias actividades, entre ellas, la participación en el I Congreso Colombiano de Ciencia Política de la Asociación Colombiana de Ciencia Política (ACCPOL) que se realizó en Bogotá en la Universidad de Los Andes, donde presentaron cinco ponencias relacionadas con políticas públicas de familia, infancia y adolescencia, juventud y género.

Así inició una labor que ha procurado por la proactividad, característica que ha conducido al Grupo de Investigación, por ejemplo, a organizar un seminario internacional durante su mismo año de creación. En ese espacio académico participaron expertos de países como Argentina, México y Uruguay.

Con el paso del tiempo han presentado publicaciones y participado en congresos internacionales en Canadá, Chile, Ecuador, España y Perú, lo que ha representado incentivos al trabajo en investigación de los jóvenes estudiantes que han hecho parte de él.

“Este es un grupo sui generis, no es uno de tener un cartel de profesores encopetados muy ranqueados y llenos de puntajes. Eso nos ha tenido sin cuidado. El foco no es visibilizar docentes sino estudiantes de pregrado y posgrado con tres cualidades: talento, actitud y estrategia”, afirma Zornoza Bonilla.

Del trabajo que se ha hecho en el Grupo de Investigación Gestión y Políticas Públicas Territoriales han derivado dos semilleros: uno en la misma área y otro en Análisis de Redes Sociales. Adicionalmente, de él han surgido electivas como Política y medioambiente, Ecología política y Teoría de las organizaciones, y asignaturas que inicialmente no estaban incluidas en el plan de estudio del pregrado en Ciencia Política; tal fue el caso de Política comparada.

Han resultado, también, iniciativas como la Corporación Libertad y Democracia (Corlide) que a su vez en 2012 organizó Concejo Visible, creado para hacer control político. En el 2008, cuando la administración municipal estuvo a cargo de Alonso Salazar, los investigadores comenzaron a hacer análisis de políticas públicas poblacionales.

De esa época otra iniciativa innovadora destacada fue la Revista Forum, dedicada a presentar resultados de estudios, reflexiones, debates y análisis de temas sobre ciencia política, derecho, relaciones internacionales y áreas del conocimiento relacionadas.

El ejercicio académico, según el profesor Zornoza Bonilla, ha permitido cambiar el imaginario en el sentido en que ha facilitado comprender que los politólogos que allí se forman no tienen que dedicarse, como única salida, a ser funcionarios públicos, sino también a formar organizaciones de la sociedad civil independientes, pues el Grupo se ha constituido como “una comunidad de conocimiento para prepararse para la vida profesional”.


Comunidades: la prioridad

Uno de los proyectos más importantes para el Grupo GPPT fue el que realizaron con la comunidad de Moravia, en cuyo Centro Cultural de Desarrollo se realizó un seminario que facilitó el acercamiento a líderes sociales que han acompañado el proceso investigativo.

Fue uno de los primeros eventos tanto del GPPT como de políticas públicas que se hizo en Medellín. En esa misma oportunidad se lanzó el libro Políticas públicas en sistemas críticos: el caso latinoamericano, según Jasblleidy Pirazán García, politóloga, magíster en Estudios Políticos e integrante del Grupo desde el 2008.

En esa comunidad, agrega, “quedamos con vínculos muy fuertes porque se empezaron a hacer ejercicios en torno a la participación ciudadana y las políticas públicas”. Hacia el 2014, afirma, se creó el Laboratorio de Ciencias Sociales y Económicas, mediante el cual el Grupo ha hecho investigación y extensión como un diplomado en formación para líderes.

Sara Cadavid, estudiante de octavo semestre de Ciencia Política, es parte de la generación más nueva del Grupo. Se vinculó en 2017 y ha participado en proyectos como la actualización y análisis de la política pública de discapacidad en Medellín y en la de participación ciudadana. Afirma que "es algo muy valioso del Semillero (de Políticas Públicas), que el profesor le tiene fe a uno para enseñar y a la vez aprender de las comunidades”.

La integración no es solo con ellas sino también las alianzas con otras universidades o grupos de investigación de otras facultades de la UNAL Medellín, como lo destaca Juan Esteban Ospina, politólogo y también uno de los integrantes más nuevos del Semillero, para quien esa posibilidad ha sido enriquecedora en la medida en que permite análisis más profundos y, por ejemplo, desde la óptica ambiental.

Para él, la Orden al mérito cívico y empresarial Mariscal Jorge Robledo que les otorgó la Asamblea Departamental de Antioquia es un “reconocimiento al trabajo de todos los años del semillero, a un profesor como Juan Antonio que se ha interesado por las causas sociales y a la huella que ha dejado la UNAL Medellín en la ciudad”.

Intrínsecamente es también un espaldarazo al trabajo desinteresado, pero riguroso que han realizado las generaciones más antiguas del GPPT y que continúan haciendo las más actuales, pues como lo destaca Pirazán García, “los grupos de investigación están metidos en una lógica de competencia por Colciencias, a nosotros en eso no nos va bien, pero al hacer el balance de 12 años es enorme la cantidad de talento que ha pasado por el Grupo de Investigación”. Y ese ha sido el elemento fundamental para impulsar las investigaciones.

El Grupo de Investigación no para, por lo contrario, sigue concentrado en el que es su foco. Ahora, por ejemplo, se está planeando un coloquio y se está ideando un proyecto para trabajar con comunidades en el Pacífico colombiano en aspectos como políticas públicas ambientales, ordenamiento ambiental del territorio y justicia ambiental. Las causas sociales no son solo interés del líder del GPPT, sino que, a la vez, han sido y serán la razón y el alimento del trabajo que realizan sus integrantes.

El ánimo del docente Zornoza Bonilla es seguir haciendo investigación versátil y en equipo. Eso está tan claro, como la gratitud con quienes han sido coequiperos, de su sentir “que toqué el cielo, que me puedo morir tranquilo, que va a ser difícil armar un dream team superior, aunque obviamente eso volverá a pasar”. El talento que hay allí tiene lo mejor de los profesionales más experimentados y de los estudiantes que, como dice el profesor, van “empezando a calentar motores”.

En el objetivo, sin embargo, no hay ninguna diferencia. Está muy claro: todos trabajan con miras al beneficio y empoderamiento de las comunidades, lo que, como lo han sabido siempre, es poderoso.

(FIN/KGG)

17 de noviembre de 2020