Escudo de la República de Colombia
A- A A+
Entre los plásticos que se prohibirán están aquellos con los que se envuelven las verduras. Foto: tomada de bit.ly/39qWUTH.

 

Recientemente la norma fue aprobada y ahora deberá ser conciliada con la Cámara de Representantes para luego ser sancionada por el presidente de la República. El hecho invita a reflexionar sobre la efectividad que esta pueda tener en el futuro, sobre lo que analistas se refieren.

---

La norma recientemente avalada no prohíbe todos los plásticos de un solo uso, “solamente aquellos que presentan mayores inconvenientes en su disposición final, su uso innecesario o el costo ambiental demasiado alto”, comentó la congresista Maritza Martínez, ponente de la iniciativa, en una nota publicada en el sitio web del Senado de la República.

Son 14 los tipos de plásticos para los que se aprobó la prohibición, entre los que se encuentran: bolsas empleadas para transportar paquetes y mercancías, también aquellas utilizadas para embalar periódicos o revisitas y las que se usan para empacar ropa en lavanderías. Rollos de bolsas que usan las superficies comerciales para llevar alimentos a granel, recipientes para contener líquidos de consumo inmediato o domicilio, cubiertos y guantes para comer, pitillos, soportes para globos de inflar, láminas para servir comida y para cubrir verduras.

Quien también celebró la iniciativa fue la senadora Angélica Lozano, quien dijo en la misma nota publicada en el sitio web del Senado de la República, que “este es un proyecto de ley admirable, porque se hizo en consenso entre el Congreso y los gremios, con los fabricantes pequeños y las multinacionales, con la academia y la sociedad civil”.


¿Por qué la prohibición de los plásticos de un solo uso?

Este tipo de material proviene de combustibles fósiles, particularmente de los procesos del petróleo, y son de lenta descomposición, por lo que permanecen en el ambiente durante varios años, llegan a fuentes hídricas a través de escorrentías, afectando a los peces y a las especies marinas, explica Elizabeth Carvajal Flórez, profesora del Departamento de Geociencias y Medio Ambiente de la Facultad de Minas de la UNAL Medellín.

En mayo de 2021 el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible publicó el Plan nacional para la gestión sostenible de los Plásticos de un solo uso, en el que se trazan metas a 2030 y que, además de la sustitución gradual, plantea como líneas de acción el fortalecimiento de la cadena de aprovechamiento, promueve el uso de recipientes reutilizables en establecimientos comerciales, la gestión ambiental en domicilios de comida y prohíbe el ingreso de este tipo de material a parques nacionales naturales.

El documento refiere que, según Euromap (Asociación europea de fabricantes de maquinaria para plásticos y caucho), se estima que cada colombiano utiliza alrededor de 26 kilos al año, un brasileño usa 31 kilos y un argentino, 38 kilos. En cuanto a la producción, datos de Acoplásticos del 2019 indican que el 54% corresponde a empaques y envases para productos alimenticios, productos de higiene y aseo, productos industriales y lubricantes.

Según el Plan, “estudios demuestran que la basura marina afecta directamente a los organismos vivos, especialmente a través del enredo con los macroplásticos y la ingestión”. También narra que, a partir del 2016 se han llevado a cabo diferentes análisis de microplásticos en el tracto digestivo de peces de la Isla de San Andrés, la bahía de Buenaventura y Santa Marta, en los que se evidenció la presencia de estos contaminantes en todas las playas evaluadas, y en el tracto digestivo del 48% de las 31 especies de peces analizadas.

Según Hernán Darío Giraldo Ramírez, coordinador ambiental de Sostenibilidad de la Universidad CES, “se dice que más o menos el 7% del total de los plásticos que se reciclan a nivel nacional vuelven a ingresar a la cadena productiva a través del reciclaje. El restante: el 93%, va a las fuentes hídricas, a suelos o son incinerados, entonces hay altos impactos”.


Algunos desafíos

¿Qué alternativa existe para reemplazar el material? Es importante pensar en ese asunto, de acuerdo con la profesora Carvajal Flórez, quien argumenta que la opción de aportar menor cantidad de plástico en la composición de ciertos empaque o productos redunda en la permanencia de estos materiales en el ambiente durante largos periodos y que las bolsas oxodegradables lo que hacen es convertirse en microplásticos.

A propósito de eso, el Plan, citando a la Unión Europea, indica que “los llamados plásticos oxodegradables son plásticos convencionales que incluyen aditivos para acelerar la fragmentación del material en trozos muy pequeños, inducida por la radiación UV o la exposición al calor. Debido a estos aditivos, el plástico se fragmenta con el tiempo en partículas de plástico y, por último, en microplásticos con propiedades similares a las de los microplásticos procedentes de la fragmentación de los plásticos convencionales”.

En ese sentido, la docente de la UNAL Medellín considera como una apuesta interesante soluciones que incluso se estudian y se plantean desde la investigación y la academia, como lo son bolsas y recipientes elaborados a partir de residuos de maíz, aguacate o yuca, por ejemplo. Un reto es el costo de la producción, que afirma, debe reducirse en la medida en que se den las regulaciones.

Una idea que descarta es cambiar los plásticos de un solo uso por materiales hechos a partir de papel, en tanto que se generaría presión e impacto sobre la flora y la madera. También lo señala Giraldo Ramírez al decir que el reto es “que los sustitutos no generen un impacto más alto”.


Cambio de cultura

De acuerdo con Giraldo Ramírez, “desafortunadamente como se nos volvió paisaje ver plásticos, bolsas, tarros, en las fuentes hídricas, en el suelo, en las calles, nos tenemos que pellizcar y darles un respiro a los recursos naturales por el alto impacto”.

La reciente ley da un plazo de ocho años para que la industria y los consumidores hagan el cambio de los plásticos de un solo uso. “Debe haber una transición. El reemplazo no se puede dar en un 100% de la noche a la mañana”, dice la docente Carvajal Flórez.

El Plan nacional para la gestión sostenible de los Plásticos de un solo uso también establece acciones transversales: la investigación, el ecodiseño, prevención de generación de microplásticos, estrategia de etiquetado, entre otros, y también aborda la responsabilidad extendida de productores.

“Se dice que la meta para el 2030 es sustituir entre el 25 y el 30% de un solo uso por otros más biodegradables, pero personalmente me parecen objetivos ambiciosos, y que es uno de los desafíos para el próximo gobierno”, asegura.

Sobre el punto de la investigación, el propósito le resulta interesante a la profesora y debe ser un asunto en el que se reflexione, se trabaje y en el que las universidades pueden contribuir produciendo nuevos materiales, puesto que allí se han dado avances, sobre todo, en aprovechamiento de residuos industriales que puedan ser empleados como materias primas para migrar del uso de combustibles fósiles.

(FIN/KGG)

21 de junio de 2022