En el mundo se han vislumbrado algunos avances, pero aún hay retos para la producción y la aceptabilidad, aun cuando la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha llamado la atención sobre ventajas ambientales y beneficios para la salud. Conozca algunos datos relacionados.
La FAO destaca que los insectos pueden convertir 2 kg de alimento en 1 kg de masa de insecto, mientras que el ganado requiere 8 kg de alimento para producir 1 kg de masa corporal. También, que los insectos son ricos en fibra y micronutrientes como hierro, magnesio, fósforo, manganeso, selenio y zinc.
Según Karol Bibiana Barragán Fonseca, profesora de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAL Bogotá y directora del Centro de Investigación de Artrópodos Terrestres (Cinat) de la institución, a nivel mundial hay registradas más de 2100 especies comestibles.
La demanda futura de insectos aptos para el consumo contribuye a la formulación de métodos emergentes de producción para abastecer sistemas alimentarios humanos a nivel local y regional desde un enfoque transdisciplinario en el que convergen entomología, economía agrícola, agricultura, sociología y antropología.
Aunque ha existido la entomofagia desde hace siglos, sobre todo en comunidades indígenas y como práctica ancestral, desde hace aproximadamente 10 años, a nivel general ha tomado auge la consciencia sobre la pertinencia de incluir a los insectos en la alimentación y se ha empezado a apostar a esta posibilidad en diferentes países del mundo.