A las pérdidas humanas y económicas ocasionadas por el colapso del Puente Chirajara en la vía Bogotá Villavicencio, se suma la incertidumbre con respecto al papel de la ingeniería en el país y a su responsabilidad en la concepción y ejecución de las obras de infraestructura y desarrollo.
Los profesores Josef Farbiarz Farbiarz, de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín y Juan Diego Jaramillo Fernández de la Universidad Eafit, presentaron su opinión a propósito de este tema que sigue reclamando la atención del país.
Sobre la investigación que adelantan diferentes grupos de ingenieros como el American Concrete Institute y la firma mexicana Mexpresa, entre otros, el profesor Farbiarz Farbiarz precisa que debe primar la mesura con cualquier información que se conozca al respecto.
“Hasta ahora lo que tenemos son informes preliminares y sería muy irresponsable sacar cualquier tipo de conclusión con base en ellos. La investigación debe proceder con reserva”, señaló.
En el mismo sentido comentó que en el momento lo más recomendable es estudiar la estructura con juicio y rigor para no tomar decisiones apresuradas ni dar partes desinformadores. “Por una parte no queremos demoler una estructura sin necesidad pero tampoco arriesgar más vidas humanas ni equipos con peligros inminentes”, agregó.
También resaltó que es importante estar atentos al informe final, que es el que dirá con certeza qué pasó, porque es de allí de donde se aprenderán las lecciones de la tragedia.
“Cuando sepamos qué hay detrás, por qué ocurrió el accidente, entonces habrá cosas que corregir en diseño, construcción en preparación de material, en fin, en el área que sea necesario y aprenderemos cómo prevenir este tipo de accidentes en el futuro”, dijo.
Ingeniería, la clave
Por su parte, el profesor Juan Diego Jaramillo, señaló que, “la responsabilidad de la ingeniería es completa y absoluta. Estas obras las diseñan, proyectan y construyen ingenieros, así que la responsabilidad es toda nuestra, de la ingeniería”. Así mismo, añadió que en ese sentido y desde el aspecto formativo, la academia debe ser más insistente en cuanto al papel de esta área del conocimiento en las sociedades.
“La ingeniería no es un procedimiento, no es un checklist o una serie de pasos establecidos, es mucho más que eso e implica entender y conceptualizar perfectamente bien, de manera que se puedan detectar errores. Cuando la ingeniería se concibe como procedimiento difícilmente se identifican las posibles fallas y, en ese sentido, hay que insistir en lo fundamental”, puntualizó el experto.
El puente, que debía ser entregado entre marzo y abril, es una de las 42 obras de la doble calzada Bogotá – Villavicencio, también conocida como “ruta del futuro”.
En 2010 la Sociedad Colombiana de Ingenieros reconoció la mega obra con el Premio Nacional de Ingeniería por sus estudios y diseños innovadores, así como por su manejo ambiental, labor social y de relaciones con los vecinos, lo cual hace más interesante estudiar el colapso de la estructura que dejó un saldo de nueve muertos.
En ese sentido, el profesor Juan Diego Jaramillo concluyó que no considera que haya corrupción detrás del asunto: “En mi opinión hace falta más control de la ingeniería en los procesos de diseño y en los procesos de construcción, o sea, tenemos que comprometernos en hacer revisiones de las revisiones hasta garantizar procesos de calidad más finos”.
12 de febrero de 2018