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Usuarios de redes sociales han denunciado falsa aplicación de vacunas. Foto: tomada de https://n9.cl/6lfb.
Usuarios de redes sociales han denunciado falsa aplicación de vacunas. Foto: tomada de https://n9.cl/6lfb.
Usuarios de redes sociales han denunciado falsa aplicación de vacunas. Foto: tomada de https://n9.cl/6lfb.

 

Esa es una propuesta de académicos para evitar la corrupción en el proceso de inmunización contra la covid-19 en Colombia, donde según analistas, hay, además, riesgo por la politización en la gestión de la pandemia.
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Un otorrinolaringólogo, un ortopedista y una nutricionista en Neiva (Huila) se habrían saltado la fila de la vacunación contra la covid-19, cuya primera etapa correspondió al personal de salud de primera línea de atención y a mayores de 80 años. Un cirujano plástico de Floridablanca (Santander) y una politóloga de Bogotá (Cundinamarca) que también se colaron en el proceso de inmunización son algunos casos que han indignado a la ciudadanía.

Sumado a eso, se han conocido irregularidades en el proceso como la inmunización que una IPS de Medellín hizo a sus administrativos antes que al personal médico. Precisamente ese era uno de los temores que tuvo el sector de salud previo a la ejecución del Plan Nacional de Vacunación contra el covi-19, según el decano de la Escuela de Ciencias de la Vida de la Universidad EIA, José María Amaya Mejía, teniendo en cuenta la larga tradición de corrupción que ha vivido Colombia.

En la atención de la pandemia, con algunas acciones, se ha develado corrupción y con ello manejo político y ético inadecuado, de acuerdo con analistas. En Argentina, por ejemplo, el presidente Alberto Fernández le pidió la renuncia al ministro de Salud, Ginés González García, luego de que se conociera que personas cercanas al funcionario se vacunaran contra la covid-19 en la sede del Ministerio.

“Aquí (en Colombia) sabemos que un alcalde de una capital o departamento vacunó a su familia, salió en toda la prensa y no pasa nada”, cuestiona el profesor Juan Antonio Zornoza Bonilla, del Departamento de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas de la UNAL Medellín.

En su opinión, la situación se perpetúa, debido a que “la Procuraduría, la Fiscalía, la Contraloría, la Defensoría y el Congreso son de bolsillo. Es decir, cuando un gobierno es corrupto tiene que cooptar a los órganos que lo controlan para salir indemne”, menciona.

Uno de los riesgos más importantes de lo que está sucediendo o podría ocurrir con la corrupción en el proceso de vacunación que se adelanta “es el descrédito que se genera hacia las instituciones y hacia los gobernantes por parte de los ciudadanos, lo que no solo aumentaría el desprestigio sino la falta de credibilidad en ellos y en las políticas públicas”, de acuerdo con Carlos Andrés Arias Orjuela, profesor del Departamento de Comunicación Social y la Maestría en Comunicación Política de la Universidad Externado de Colombia.

Vacunaciones falsas

Con las vacunas han sucedido varias cosas. A mediados de enero la Agencia Nacional para la Administración y Control de Alimentos y Fármacos de Nigeria admitió que en el país circulan versiones falsas del inmunizante. Un mes después en Colombia fueron incautadas 70 vacunas fraudulentas sin registro de calidad provenientes de Emiratos Árabes.

Más recientemente algunas personas y medios de comunicación han denunciado casos de posibles falsas vacunaciones a adultos mayores, y en las redes sociales comenzaron a circular imágenes de letreros que prohíben tomar fotografías o realizar videos en las áreas de vacunación.

Si bien Amaya Mejía plantea que se requiere consentimiento para tomar fotografías, los acompañantes de quienes van a inmunizarse están en el derecho de hacerlo sin capturar imágenes de los rostros del personal encargado de aplicar el biológico. Otra posibilidad es pedirles mostrar la dosis para asegurarse de que la vacunación realmente se haga. “Eso es legítimo”, dice.

“En aras de garantizar que la población vaya tranquila a vacunarse, porque el riesgo de esto es que a la gente le de miedo y no lo haga, hay que decirles que sean veedores, que pregunten”, recomienda.

Fuerza movilizadora

Para el profesor Zornoza Bonilla, la primera dificultad en la gestión de la pandemia es que el actual gobierno “está más preocupado por la imagen y el mercadeo que por un efectivo plan de vacunación técnico, científico, lo que engendró lo que está pasando: las falsas vacunaciones o que algunas regiones que han sido desconocidas se queden olvidadas. No puede ser casual, uno deliberadamente no comete errores y esto parece así”.

En ese sentido se pregunta ¿hasta cuándo los ciudadanos vamos a aguantar o cuándo reaccionaremos?, pero también cuestiona “¿por qué se normaliza la ilegalidad”. La esperanza, expone, está en colectivos de la sociedad civil que se movilizan para informar y protestar ante las injusticias.

Por su parte, Amaya Mejía, plantea otro asunto fundamental, el de emitir la información con transparencia, claridad y no como propaganda política.

(FIN/KGG)

23 de marzo de 2021