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La conducta de escribir o llamar a los empleados fuera del horario laboral se podrá considerar como acoso laboral. Foto: Colprensa - tomada de: bit.ly/3xvoaHZ

Recientemente el Senado aprobó la norma por medio de la cual se regula la desconexión en la relación laboral, legal y/o reglamentaria y se modifica la Ley 1221 de 2008. Sin embargo, analistas cuestionan su pertinencia, teniendo en cuenta que existen en el país otras normas que regulan el acoso laboral.
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Con la denominada Ley de desconexión laboral, propuesta por el representante a Cámara Rodrigo Rojas, se busca “garantizar que sea respetado el límite de los horarios laborales para que los colombianos puedan disfrutar de sus horarios de descanso”. La norma busca propender por el goce del tiempo libre, licencias, permisos y vacaciones, y actualmente está pendiente de ser sancionada por el presidente de la República.

El que fue inicialmente un proyecto de Ley, se propuso “atendiendo nuevas circunstancias de nuestra realidad laboral”, dijo el representante Juan Carlos Reinales Agudelo, uno de los autores de la iniciativa, en un comunicado de la Cámara de Representantes. “Es evidente que no podemos seguir con una gran mayoría de trabajadores en teletrabajo y trabajo en casa, laborando 24/7 sin fijar límites y sin establecer una mínima frontera entre lo que son la jornada laboral obligatoria, laboral extendida o suplementaria, y sin tiempo de descanso necesario y de Ley”, añade.

Por su parte, en entrevista con el periódico El Tiempo, Rojas aclaró que, si bien los jefes pueden dejar mensajes por escrito o en el buzón por fuera del horario estipulado, el empleado tiene la facultad para responder y realizar las tareas asignadas dentro de la jornada. Asimismo, que el concepto de desconexión laboral no existía en el ordenamiento jurídico del país, que fue incluido en el Código Sustantivo del Trabajo y que el proyecto de ley fue construido “escuchando a todos los sectores, tanto gremios, como organizaciones de trabajadores y el mismo Gobierno”.

Laura Moisá, profesora del Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas de la UNAL Medellín, explica que la norma legisla solamente para personas con opción de tener una jornada laboral, por lo que excluye, por ejemplo, a trabajadores de la salud, informales, contratistas por prestación de servicios y de plataformas como las de domicilios.

“Estamos hablando, más o menos, de un 30% de trabajadores ocupados en Colombia que tendrían la posibilidad de hacer cumplir el derecho que genera esta ley. En términos concretos, como muchas de las normas, va a ser muy difícil que se haga efectiva”, añade. Cree, en ese sentido, que la norma tendrá, principalmente, un valor simbólico.


Características

Hacer uso de la facultad subordinante en horarios no laborales fue algo que se acrecentó desde el 2020, según Luis Villegas Moreno, profesor de la Facultad de Derecho, Ciencias Económicas y Políticas de la Universidad Gran Colombia sede Armenia. Las quejas reiteradas al Ministerio de Trabajo, afirma, impulsaron la creación de la Ley en Colombia, pues en países como España ya existía esta norma que es conocida como de desconexión digital.

La Ley, dice el profesor, invita a los sectores público y privado a establecer políticas de desconexión laboral y crea excepciones, por ejemplo, para empleados que ocupan cargos de dirección, confianza y manejo, así como aquellas cuya labor requiera de su presencia en el momento en el que sean requeridos, como es el caso de funcionarios que atienden emergencias. Además, el hecho de enviar instrucciones después de los horarios de trabajo se puede considerar como acoso laboral, cuyas conductas relacionadas ya están tipificadas en otra ley: la 1010 del 2006.

Según la docente Moisá, la Ley, al dar la posibilidad de que el trabajador pueda recibir mensajes por fuera del horario laboral (mas no contestarlos) “igual genera un estrés en él. La norma abre incluso la posibilidad de incumplir la misma”.

Acerca de la norma, el profesor de la Universidad Gran Colombia de Armenia considera que “tiene muy poquitas garras, y frente a ella hay dos posiciones. La primera es que es populismo legislativo, teniendo en cuenta que la jornada laboral en Colombia está definida en ocho horas, que existe la posibilidad de que se trabaje en horarios extraordinarias y que ya hay una Ley de acoso laboral. La segunda, es que es supremamente necesaria, porque países como el nuestro tienen particularidades, por ejemplo, el índice de sindicalización muy bajo (alrededor del 4,3%) y la facilidad con que se despide a los trabajadores".

En esa medida para Villegas Moreno, lo que se logra legislativamente en cuanto a reivindicaciones de derechos de los trabajadores debe admirarse. Sin embargo, la crítica que según él se le puede hacer a la Ley es que se trata de una norma que no brinda “más armas efectivas” a los trabajadores, porque “ya existen”. “Es una declaración de buenas intenciones que obedece a los clamores del momento”, agrega.

Una de las personas que, a su criterio, cree que la Ley es innecesaria, es Fabio Arias, fiscal nacional de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), para quien la norma no tiene sentido, en la medida en la que, el asunto de fondo debe ser el respeto intrínseco, no asociado al cumplimiento de una regla jurídica. En ese sentido, plantea que debió resolverse mediante directrices y expresiones propias de la autoridad laboral.

Expresa, además, que aquello que la ley pretende frenar ya se daba incluso antes de la pandemia, y que la norma es una “muestra de que en Colombia hay política extralimitada de los patrones y gerentes que creen que los trabajadores son de ellos incluso fuera de la jornada laboral”.

Por las características de la Ley, la profesora Moisá expone que les funcionaría, sobre todo, a los servidores públicos.

(FIN/KGG)

29 de noviembre de 2021