El Consejo Nacional de Arquitectura y sus Profesiones Auxiliares (CNPAA) le otorgó recientemente la distinción 25 Años CPNAA a Juan Pablo Duque Cañas, profesor de la Escuela de Hábitat de la Facultad de Arquitectura de la UNAL Medellín, en la categoría Formador de profesionales competitivos.
El CPNAA, explica el docente Duque Cañas, fue creado por el Estado, su composición está reglamentada por ley y quien lo preside es el líder del Ministerio de Vivienda o un delegado, además hay cuatro miembros: un decano representante de las diferentes facultades de Arquitectura del país, la UNAL a través de la rectoría o de un apoderado, uno de las profesiones auxiliares y el presidente de la Sociedad Colombiana de Arquitectos. Durante un año, el 2022, él participó en ese Consejo, y dice que entre sus labores estableció como prioritario “encauzar el fundamento en la ética”, un asunto que también ha impulsado en la formación académica que ha ofrecido a sus estudiantes en la Sede.
Este año y para celebrar los 25 años de creación, la CPNAA, estableció la distinción. No hubo premio ni convocatoria, sencillamente y de acuerdo con la carta de comunicación, la Sala Plena del Consejo decidió exaltar al profesor Duque Cañas, a quien lo llenó de alegría, “además porque es en representación de la Universidad Nacional (de Colombia)”, afirma.
Es significativo para él, porque es, de alguna manera, un espaldarazo al fomento de la ética, sin cuyo componente, menciona: “no se logran adquirir las competencias de un ejercicio que, más que profesional debe ser ciudadano”. Comenta también que es una premisa institucional en la medida en que la rectora de la UNAL, Dolly Montoya Castaño, ha insistido en la formación de valores, por lo que considera fundamental, desde el marco de la honestidad y la transparencia, entregarle a la sociedad profesionales que le permitan entender, comprender las problemáticas, incorporar y plantear soluciones.
Según el docente, es preciso encaminar la formación por ese rumbo, teniendo en cuenta que, “no se puede negar que un país como el nuestro tiene una realidad que, si bien pareciera ser parte del paisaje, no deja de preocupar, y es la falta de transparencia, los niveles de corrupción que hay en la sociedad, porque no lo es solamente robar, sino también la incompetencia en el trabajo, sobre todo cuando se trata de lo público”.
Las reflexiones las ha llevado a las aulas a través de asignaturas como Hábitat 1, orientada a estudiantes del pregrado en Construcción; una electiva, que se llama Lo sagrado como argumento de jurisdicción territorial, relacionada con la definición de territorios a través de los estudiantes provenientes de comunidades indígenas; otra: El azar y la crisis del manifiesto creativo, enfocada en las artes y en la exploración epistemológica sobre la libertad humana y la convivencia social, y la Cátedra Nacional Ciudadanía, Integridad y Lucha contra la Corrupción.
Durante su labor docente ha estado clara la orientación desde ese punto de vista, y ahora más porque el reconocimiento “es un bálsamo, por el hecho de que coincidentemente muestran que sí ha impactado en algunos niveles esa insistencia que se vuelve casi como una quijotada, y que a pesar de que personas siguen insistiendo en verlo como una especie de perseguidor de moralismos, hay muchas otras que están dispuestas a recibir ese mensaje e incorporarlo a su desempeño, trasegar personal y profesional”.
(FIN/KGG)
20 de febrero de 2023