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Se trata un elemento arquitectónico denominado Calado de Tierra Comprimida (CTC) o bloque de construcción, diseñado por tres egresados de la Facultad de Arquitectura. Su propósito es dar volumen y movimiento a edificaciones.

El elemento por el que la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) le otorgó la protección a la Universidad Nacional de Colombia (U.N. Sede Medellín) mediante la Resolución 525, se basa en un poliedro de base cuadrada con medidas de 15X15 cm y 10 cm de espesor.

El arquitecto Andrey Samper Castaño, manifiesta que el Calado fue diseñado para ser fabricado con materiales propios de los terrenos como tierra de excavación, agua y aditivos de cal, lo cual lo hace un material sostenible y con impacto social.

Al respecto, la arquitecta Natalia Jiménez Guarín, explica que “el material de construcción para el CTC se obtiene al mezclar tierra, arena, un material estabilizante como cal, cemento o arcilla y agua en las proporciones adecuadas que posteriormente se someten a presión en una máquina compactadora. Estos pueden ser sustituidos al calado corriente para actividades de construcción”.

“En la construcción el CTC es útil para fabricar muros divisorios, como ‘doble piel’ para la fachada; no se requiere un aislamiento de la intemperie, puesto que el Calado permite ventilación e iluminación natural además de traslucidez del 35% del área neta gracias a su geometría”, asegura el arquitecto constructor Alejandro Castro Galeano.

La forma del CTC facilita, al momento de hacer cerramiento entre edificaciones, el cruce de ventilación e iluminación natural gracias a que es un bloque que permite el ingreso de aire y luz solar.

La investigación encontró que “básicamente los cerramientos para la construcción se hacían con sistemas como tapia, bareque y bloques de tierra comprimida, pero no había ningún elemento arquitectónico que ayudara a darle volumen a los edificios, casas, elementos decorativos”, agrega Castro Galeano.

Los materiales que conforman el Calado tienen buen desempeño termoacústico, logran disminuir el consumo energético y aumenta el confort de quienes habitan los espacios tanto durante el día como la noche, debido a que permite controlar mejor los cambios de temperatura.

El CTC no genera escombros, brinda buen ciclo de vida al material, genera mínimas emisiones de CO2 y aprovecha el agua a la hora de fabricar el producto.

El diseño del CTC se logró tras indagar acerca de elementos arquitectónicos existentes. Hay calados que se utilizan para mampostería, cerámicos empleados como elementos decorativos al igual que el ladrillo. Lo que se hizo en este caso fue adaptar un calado de ese tipo y mezclarlo con un Bloque de Tierra Comprimido (BTC).

El desarrollo del producto surgió en la asignatura electiva Construcción Sostenible, liderada por el profesor Carlos Mauricio Bedoya Montoya de la Facultad de Arquitectura.

Actualmente el CTC se desarrolla como marco o miniventana.

 

La protección potencia el proceso creativo

Lida Tamayo, jefe de la División de Extensión de la Dirección de Investigación y Extensión de la U.N. Sede Medellín, expone que el criterio que se tiene en cuenta para una posibilidad de registro es, por un lado, fundamentalmente estético y por el otro, que sea un diseño nuevo respecto a los productos que se encuentran en el mercado.

La funcionaria argumenta que: “el registro de diseños industriales es importante para la Institución, porque reconoce y potencia el proceso creativo de nuestros profesionales, con la protección otorgada por la SIC, los autores reciben derechos exclusivos que salvaguardan al producto de copia, ofreciendo un valor diferenciador al mercado que fomenta la innovación y la creatividad”.

Actualmente la U.N. Sede Medellín cuenta con cinco protecciones de diseño industrial de la Facultad de Arquitectura. Estos son: ventana bioclimática, bloque de construcción, bloque con ventilación, bloque para construcción y, de este, otro más que está en proceso de protección.

4 de febrero de 2019