Escudo de la República de Colombia
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Próximamente se realizarán algunas reformas al bloque 42A, que se encuentra en legalización de contrato de obra con proceso de licitación pública. Foto: Unimedios.

Las actuales intervenciones de los bloques 41, 14, 20 y el Polideportivo están encaminadas a una mejor organización física de la Sede, siguiendo sus objetivos misionales y mejorando la calidad no solo de sus espacios sino de sus procesos académicos y administrativos.

“Más allá de verlas como obras independientes, todas consisten en el proceso de consolidación de espacios y de usos que se vienen generando en la Sede Medellín, en busca de una reorganización de la misma infraestructura que tenemos, dándole una forma más de vecindad acorde a tener un campus más ordenado, con edificios que tengan muy claro su cualidad y vocación, ya sea de laboratorios o de aulas, lo que otorgará un valor e identidad mayor a los campus”, explica Paola Moy Pedraza, jefe de la Unidad de Planeación de la Sede Medellín.


Bloque 41: potenciar y conservar el patrimonio

Dado que es un bien de interés cultural, las reformas en este espacio se constituyen como una reparación locativa, que no modifica o altera las características originales del edificio. La intervención consiste en modernización de redes, divisiones interiores de tipo liviano para responder a las necesidades de cada dependencia, mejoras en pisos, iluminación y mobiliario.

Este emblemático bloque será el corazón directivo de la Sede, pues se establecerán las principales oficinas administrativas. Posterior a su organización, acogerá dependencias como: la Vicerrectoría, la Oficina Jurídica, la Secretaría de Sede, la Oficina de Planeación y Desarrollo Institucional, la Dirección de Investigación y Extensión, la Dirección de Personal Académico y Administrativo y la Dirección de Laboratorios.

Con un contrato inicial de $2.468.706.736 se tiene prevista la finalización de la obra en junio, pero con la reubicación y traslado de oficinas se espera que para el mes de julio esté completamente disponible para sus actividades cotidianas.

“Funcionalmente creo que será más eficiente tener todo el corazón administrativo concentrado, pues para la comunidad puede ser un poco confuso hacer trámites en diferentes bloques, lo que nos facilitará la optimización de funciones dentro de las dependencias, es economía de tiempo, espacios y logística, teniendo el trabajo articulado pues el mismo espacio lo promoverá”, dice Paola Moy.


Bloques 14 y 20: mejorar las dinámicas de las facultades

Las obras actuales de estos bloques consisten en una intervención de la infraestructura existente. Para el bloque 14 en el cuarto piso, y el 20 en el segundo y tercer piso, con acondicionamiento de redes eléctricas, iluminación y reubicación de oficinas de docentes de las facultades de Ciencias y Ciencias Agrarias, y la creación de espacios de apoyo a la formación académica como una sala de coworking y de interacción.

El contrato inicial de esta obra es de $2.109.147.909, y se tiene prevista su finalización para el mes de mayo, con proceso de traslado en junio.

Los cambios de infraestructura traen consigo movimientos de oficina provisionales o permanentes, alterando las dinámicas laborales, sin embargo, estas reformas son para proyectar una Sede más organizada académica y administrativamente, “es una situación provisional, un esfuerzo conjunto para permitir cambios, es un proceso de consolidación en el tiempo porque la Universidad es un organismo vivo que está en permanente transformación, y se irán dando cambios en la medida que se necesiten”, explica Moy Pedraza.


Polideportivo: impulsar e intervenir el bienestar

Otra de las obras que se adelantan actualmente es la reforma a la cubierta del Polideportivo, la cual será reemplazada en su totalidad debido a un deterioro ocasionado por los vientos y la lluvia.

La inversión de esta adecuación es de alrededor de 500 millones de pesos y se proyecta su finalización en dos semanas, sin embargo, por motivos de lluvia se pueden presentar algunos retrasos.

La obra además tendrá una segunda ejecución en la que serán reparados los laterales y reemplazadas las lucernarias y los vidrios que se encuentran fracturados. “Se está hablando con el arquitecto constructor para mirar con que material podemos reemplazarlo sin afectar su diseño inicial, y que cumpla con las expectativas de las adecuaciones. Esta reparación es debido a la caída de elementos pesados sobre los vidrios, como piedras, proyectiles y objetos, por lo que el material por el que sea reemplazado debe ser más resistente y seguro”, afirma Pablo Andrés Montoya, jefe de Mantenimiento de la Sede.

La reforma a este espacio deportivo va de la mano de la implementación de un nuevo sistema de paneles solares a través del proyecto FENOGE, que en sus etapas de ejecución ha instalado estos sistemas fotovoltaicos en diversos bloques de los campus Robledo y el Volador, y se espera que el Polideportivo cuente con más de mil metros cuadrados de estos artefactos, que servirán para proporcionar energía a diversas luminarias y escenarios deportivos.

Respecto a este espacio, Montoya Gallego hace un llamado a la comunidad universitaria, “también tenemos muchos problemas con el sistema de descargas del Polideportivo, pues la comunidad está arrojando a los sanitarios objetos que no deberían, lo que impacta en el maderado del suelo por la distribución de los desagües, por lo que la invitación es a cuidar y darle un mejor uso a este espacio tan útil para toda la Universidad”.

Del compromiso de los integrantes de la comunidad universitaria y visitantes dependerá el mantenimiento de estos espacios en el tiempo, así como el aprovechamiento de los mismos, “Esperamos que la comunidad tenga un sentido de pertenencia por estas obras, pues se están haciendo para el bien de todos, proyectando que nuestra Sede y sus espacios sean transversales a todas las facultades, con interacciones de diferentes actores de la ciudad”, concluye Paola Moy.

(FIN/DQH)

4 de abril de 2022