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Gracias al éxito del piloto en la UNAL Medellín, la Sede Manizales espera implementar también una Unidad de Servicios Técnicos Compartidos. Foto: Unimedios.

 

Este espacio ubicado en el bloque 19A es considerado actualmente como el único laboratorio interfacultades adscrito a la Dirección de Laboratorios de la Sede, y manejará un modelo de gestión diferente que busca aprovechar las potencialidades tecnológicas e investigativas con las que cuenta la UNAL Medellín.

Este gran proyecto hace parte de los recursos destinados para el trienio 2019-2021, pero por motivos de pandemia se ha extendido hasta finalizar este año, logrando adquirir equipos robustos que sirvan para múltiples ensayos en diferentes áreas del conocimiento.

“La Unidad de Servicios Técnicos Compartidos está mutando y consolidándose además como un Sistema Integrado de Servicios de Laboratorio –SISLAB- porque tiene varios campos de acción, es una forma de pensar, una filosofía del cómo deberíamos funcionar como sistema de laboratorios, aprovechando nuestras grandes potencialidades y la gestión del conocimiento, pues queremos que esta Unidad sea referente para los demás laboratorios, generando acciones piloto que puedan ser extendidas a los 145 laboratorios de la Sede”, afirma Camilo Suárez Méndez, director de laboratorios de la UNAL Medellín.

Esta Unidad cuenta dos estrategias: los equipos localizados que son los que se encuentran en el espacio físico del bloque 19A, y los equipos deslocalizados que se pueden ubicar en cualquiera de los laboratorios de la Sede de acuerdo con sus necesidades, pero funcionando dentro del mismo modelo de gestión.

Desde finales de abril el piloto de la Unidad ha funcionado al 100%, y hasta la fecha ha contado con 10 usuarios de cuatro facultades de la Sede, además de la visita de estudiantes de dos cursos a sus instalaciones, uno de posgrado de Arquitectura y otro de pregrado de Ingeniería Física. También en las próximas semanas estudiantes de la Universidad de la Amazonía visitarán el Laboratorio para conocer las técnicas que manejan y su infraestructura.


Nuevos equipos: una unidad que se transforma poco a poco

Este gran laboratorio ya cuenta con un equipo DSC -calorimetría diferencial de barrido- acoplado a una unidad de análisis termogravimétrico (TGA), técnicas que permiten determinar cambios de fase y estabilidad térmica de materiales, entre otros.

“Estamos haciendo la gestión de compra de un nuevo equipo que está pendiente dentro del proyecto 2019-2021, un FTIR, que permite comprender la estructura de compuestos químicos, y que esperamos tenga rangos de análisis y capacidades para servir a un mayor número de usuarios con diferentes matrices de muestras. Hemos hablado con profesores de la Universidad, visitado empresas y otras universidades para definir mejor lo que necesitamos y que pueda tener una mayor usabilidad”, explica Suárez Méndez.

En el proceso de dotación de la Unidad, se espera además recibir algunas donaciones, entre las que se encuentra un equipo para la identificación de microorganismos, además de un densímetro electrónico por parte de una empresa austriaca.

Así mismo el Ministerio de Educación aprobó para la Universidad un recurso, con una última inversión de 9800 millones este año, que serán usados para la compra de dos equipos robustos para las sedes Medellín y Bogotá.

“También se inició el proceso de compra de un equipo HPLC acoplado a masas, que permitirá apuntar a la determinación de perfiles metabólicos, bioprospección de ingredientes activos tanto en células vegetales como microbianas, y donde eventualmente se podrían hacer perfiles en células humanas y avanzar en técnicas de medicina personalizada, popular en países nórdicos”, asegura Camilo Suárez Méndez.

Para el mes de agosto se espera la llegada de un equipo analizador de poder calorífico que será ubicado en el Laboratorio de Carbones de la Facultad de Minas, y que al igual que el equipo de absorción atómica, ya instalado en el Laboratorio de Análisis Químico y Bromatológico, entrará dentro del modelo de gestión de la Unidad. “También sostenemos conversaciones con esta facultad para hacer una segunda sucursal de la Unidad de Servicios Técnicos Compartidos en el campus Robledo, y así tener una mayor incidencia en la comunidad universitaria”continúa el Director.


Garantizar la sostenibilidad de la Unidad

Planificar un laboratorio compartido que tenga tecnología de punta y que garantice una eficacia en los resultados de las investigaciones requiere una planeación económica importante que vele por la continuidad de la Unidad a futuro.

“Todo servicio debe tener un costo porque no es solo el uso de las máquinas sino del personal e insumos para hacer los ensayos y la preparación de muestras. Sin embargo, lo que dice el reglamento es que, para el servicio interno, o sea la comunidad universitaria, deben ser costos mínimos, pues el interés no es lucrativo sino de accesibilidad al conocimiento y la tecnología, por lo que nuestros servicios pueden llegar a valer menos de la mitad para nuestra comunidad que lo que costaría en entidades externas”, explica Suárez Méndez.

Estas tarifas son destinadas para alimentar dos fondos principalmente: de mantenimiento y de reposición de equipos, pues estos tienen una vida útil determinada y pueden tener averías en cualquier momento, por lo que se necesitan recursos disponibles que garanticen la continuidad de los servicios ofertados.

La Dirección de Laboratorios durante este semestre también ha estado presente en la formulación del proyecto de laboratorios del trienio 2022-2024, liderado por la la Vicerrectoría de Investigación a través de la Dirección Nacional de Investigación y Laboratorios, definiendo así tres grandes metas de trabajo para los próximos años:

• Equipos robustos de uso compartido disponibles para toda la Universidad.
• Establecimiento de redes de trabajo intersedes, entre docentes, laboratorios, con recursos focalizados para invertir en este proceso de fortalecimiento.
• Operación normal e inversión, con destinación de recursos focalizados para tecnología, y con el mismo recurso lograr un mayor impacto.

(FIN/DQH)

16 de mayo de 2022