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El convenio otorga 12 meses para implementar la Unidad, pero está condicionada a permanecer en el tiempo. Foto: tomada de: https://investigacionyextension.medellin.unal.edu.co

 

Esta iniciativa busca compartir el conocimiento generado en la Sede a los diferentes territorios, incentivando un diálogo de saberes entre la academia y las comunidades, que propicie una transformación social que mejore la calidad de vida de los participantes.


El proyecto nace a través de una convocatoria del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (Minciencias) y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Tecnología (OEI) cuyo objetivo es incentivar la creación de 15 unidades que promuevan la apropiación social del conocimiento en los procesos y proyectos de investigación e innovación al interior de las instituciones de educación superior tanto públicas como privadas del país.


“No se trata solo de divulgar conocimiento, sino que realmente las comunidades se apropien de él, y que permita una mejor calidad de vida, y desarrollos más productivos. El principio básico de esto es que haya una co-construcción, las comunidades se vinculan desde el inicio en la identificación de ese objetivo de apropiación social del conocimiento, no es que la Universidad llegue con un concepto básico y se lo entregue, hay un vínculo permanente con los territorios beneficiarios, puesto que son participantes activos”, cuenta Juan Fernando Ramírez, director de Investigación y Extensión de la Sede.


Gracias a la convocatoria, se cuenta con recursos económicos para dar inicio y mantener en funcionamiento esta Unidad por doce meses, la cual será liderada en un principio por la Facultad de Ciencias.


Como parte del proyecto, “Se va a definir una estructura organizacional que sea apropiada para esta unidad que continuará de manera permanente en la Sede, por lo cual es importante identificar qué procesos e investigaciones se han generado anteriormente y así construir mejores estrategias para que hagamos con la comunidad esa apropiación social”, explica Adriana María Muñoz Molina, profesional universitaria de la Dirección de Investigación y Extensión de la Sede Medellín.


Pruebas piloto, el inicio de una transformación


Para garantizar un proceso exitoso, desde la Dirección de Investigación y Extensión se realizarán dos pruebas pilotos que involucrarán dos comunidades, teniendo en cuenta los consejos, opiniones y experiencias de sus habitantes.


El primer piloto será el de los Niños Científicos con el colegio El Bosque del barrio Moravia, donde se desarrollará un trabajo con niños y jóvenes, con la intención de que se aparten de la violencia y el desplazamiento al cual han estado sometidos.


Dentro de los actores que estarían en este proceso se encuentran profesores que han apoyado el programa de Niños Científicos, además de voluntarios, docentes del colegio y padres de familia. Además, se realizarán talleres enfocados en el mundo de los pequeños rumiantes, acuarela, robótica, electrónica, impresión 3D, óptica, manejo y disposición de residuos sólidos.


“La idea es que ellos se beneficien de ese conocimiento y a su vez puedan compartir sus propias experiencias. Es motivarlos al mundo de la ciencia, llevárselos de una manera sencilla esperando que se enamoren de ello”, expresa Muñoz Molina.


El segundo piloto estará enfocado en medio ambiente y conservación del territorio, y será en la comuna 8 -Villa Hermosa, con la participación de divulgadores, docentes de las áreas ambientales de la Sede, la Unidad de Gestión Ambiental, integrantes de grupos de investigación, y líderes del barrio, con mesas de acercamiento entre las partes para definir los objetivos conjuntos.


“Se contará con talleres enfocados en el Arboretum y Palmetum, un recorrido por las zonas del cinturón verde, conservación de árboles y plantas, el mundo de las abejas, curso de huertas urbanas, manejo y aprovechamiento de residuos sólidos. Al final de todas esas actividades queremos tener una retroalimentación de la comunidad, pues el objetivo es que exista ese diálogo de saberes entre la Institución y el territorio”, cuenta Adriana Muñoz Molina.


Se espera además vincular otras dependencias de la Universidad con estrategias de comunicación alternativa, pues se busca salir de los mecanismos tradicionales, por lo que la Sección de Cultura de Bienestar Universitario, la División de Bibliotecas, entre otras, pueden aportar al proceso de consolidación de la Unidad.


“En cuanto a la duración en el tiempo, hay un reto adicional que tiene la Unidad de buscar estrategias que le permitan una financiación posterior a que termine el proyecto, en ese orden de ideas se pretende generar espacios de formación que se puedan vender y así conseguir recursos. Otro frente que puede generar dinero es que todas las convocatorias de Minciencias tienen como requerimiento la entrega de productos de divulgación científica, y ya la Unidad puede generar esto, obteniendo financiación por parte de los mismos proyectos”, concluye Juan Fernando Ramírez.


(FIN/DQH)

6 de junio de 2022