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La Facultad de Minas también adquirió un software que le permite identificar las fortalezas y debilidades de los estudiantes. Foto: cortesía Liliana Gaitán Pérez.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) al cierre de 2022 en Latinoamérica habrá 15 millones de jóvenes desempleados. Aunque es una cifra inferior a las registradas durante la pandemia, preocupa que las oportunidades de empleo más viables para esta población sean las provenientes del trabajo informal.

Para el caso colombiano, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), reportó que cerca de 11,4 millones de jóvenes en el país, están en edad laboral, de los cuales 1,15 millones no cuentan con empleo y 2,8 millones no estudian ni trabajan. Lo anterior exige que el Estado plantee programas para que las personas entre los 15 y 28 años accedan a un primer empleo digno; preocupación que comparte la Facultad de Minas de la UNAL Medellín y desde la cual se ofrece el curso electivo De la Universidad a la Organización (De la U a la O).

Adscrito al Instituto de Educación en Ingeniería (IEI), De la U a la O “prepara a los estudiantes de último semestre para salir a la práctica y para enfrentar el mundo laboral”. Su coordinadora y profesora ocasional, Liliana Gaitán Pérez, es ingeniera química de la Facultad de Minas y hace siete años tomó la decisión de “formar jóvenes para acceder a un empleo digno”, primero desde una fundación y después desde una iniciativa personal. En el 2019 se acercó a la Facultad de Minas con el propósito de encontrar un aliado y la directora del IEI, profesora Diana López Ochoa le comento ‘eso que tú haces es lo que queremos en la asignatura de la U a la O’. Desde ese momento, se retomó de forma ininterrumpida.

Cuando los profesionales salen a trabajar en los diferentes sectores, se encuentran con aspectos personales y técnicos que dificultan su adaptación, para el estudiante de Ingeniería de Petróleos y practicante de la organización Gran Tierra Energy, Andrés Morales Silva, este proceso es difícil ya que “en la empresa todo es para ya, hay que hacerlo rápido y los estudiantes vienen de un proceso académico donde cuentan con unas guías para ir trabajando”. También es compleja la acomodación personal, pues los alumnos en la Universidad no se forman en habilidades blandas: “no son buenos para trabajar en equipo y se frustran con facilidad cuando los proyectos no salen”, de acuerdo con las entrevistas que la coordinadora del curso ha tenido con los empresarios.

Tomando toda esta información, en el curso de la U a la O, los futuros egresados emprenden una travesía que consta de tres momentos. El primero es de autoconocimiento para aprender a gestionar las emociones, adquirir confianza propia, cuidarse a sí mismos e identificar sus fortalezas y debilidades. “Uno empieza a hacerse preguntas que antes no se hacía como para dónde voy, qué quiero” según Simón Gómez Giraldo, ingeniero químico.

Después profundizan en inteligencia emocional, educando la voluntad para ser resilientes y tomar decisiones conscientes. “A mí el manejo de las emociones se me quedó en la cabeza, uno no se puede dañar el día por una riña” aprendizaje de la estudiante de Ingeniería Forestal, Nirvana Alzate Alzate.

Finalmente, el tercer momento es sobre la proyección, reconociendo el tipo de ciudadanos que son, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y cómo desde su área contribuyen para alcanzarlos. “Normalmente la gente ve los ODS como eso que tiene que cumplir el gobierno y las compañías, pero yo como ciudadano qué estoy haciendo para cumplirlos. Aquí los chicos hacen un ejercicio de identificación y sensibilización sobre los problemas que tiene hoy el mundo” Liliana Gaitán Pérez.

Debido a la metodología del curso, se ha popularizado entre las demás facultades, pues en 2019 solo se tenía un grupo con 70 estudiantes y ahora se cuentan con cuatro grupos y un total de 180 estudiantes de toda la Sede. Al respecto la docente comenta: “en este curso, cuando se va pasando por cada una de las etapas, los muchachos también van trabajando otras capacidades transversales como el trabajo en equipo. En esta clase todos se relacionan y se cuidan entre sí con el propósito de aprender a trabajar con los de su profesión y con los de otras profesiones”.

De la clase De la U a la O se derivó el curso De la Secundaria a la Universidad (De la S a la U) que le brinda herramientas a los recién admitidos para permanecer en la vida universitaria. Así lo vivió la estudiante de tercer semestre de Ingeniería de Petróleos, Indira Mosquera Palacio: “en el curso sentí que las clases eran una respuesta a todo lo que yo estaba viviendo en la adaptación a la Universidad y a la ciudad”.

Pensado para la población más vulnerable, desde el segundo semestre de 2022, De la S a la U se les oferta a los estudiantes con admisión especial, sea PEAMA, PAES, víctimas de conflictos y PAES negritudes que regularmente afrontan el desarraigo de sus lugares de origen, más la adaptación a una nueva cultura ciudadana y académica.

Desde la Coordinación de Egresados y el IEI, siguen desarrollando iniciativas que complementen la formación de los estudiantes, pues comprenden que las metas del Manifiesto de Ingeniería para la Vida y el Perfil de Egreso de la Facultad, solo serán una realidad cuando la formación sea integral y sirva para desarrollar habilidades tanto técnicas como humanas.

(FIN/LCP)

10 de octubre de 2022