Bajo esa premisa la Oficina de Planeación y Desarrollo Institucional de la Sede busca desarrollar sus funciones atendiendo los ejes misionales. Para estructurar la ruta del trienio se realizaron jornadas de trabajo con integrantes del equipo directivo y decanos. Juan Manuel Vélez Restrepo, director de la dependencia, describe los proyectos que deben ser autorizados por el Consejo de Sede para la actual vigencia.
El Plan Global de Desarrollo (PGD) 2022 – 2024 de la UNAL propende por un proyecto científico de nación, y en esa medida está estructurado para darle continuidad a los programas establecidos en la vigencia 2019 – 2021 de todas las sedes. Los ejes estratégicos son: Construcción de nación y paz sostenible desde los territorios, Liderazgo académico nacional en un entorno global, Armonización de las funciones misionales para la formación integral y Universidad autónoma y sostenible.
En el caso de la UNAL Medellín y de su Plan de Acción 2022-2024 se ha enfocado en la formulación de proyectos estratégicos que guían el desarrollo de la Sede Medellín en el mediano y largo plazo. El mecanismo para lograrlo fue impulsar la Unidad de Gestión de Proyectos (PMO: Project Management Office), un grupo humano que tiene como tareas principales: la estructuración de proyectos y búsqueda de recursos para su desarrollo; la promoción de la cultura de gestión por proyectos en la comunidad universitaria; la transmisión de conocimiento a las sedes más recientes o más pequeñas, según el profesor Vélez Restrepo.
En lo que respecta a infraestructura, el objetivo ha sido optimizar la existente, atendiendo los diversos frentes: diseño arquitectónico, dotación de servicios tecnológicos y accesibilidad entre otros. Se ha acudido a modernizar algunos espacios, “dando prioridad a mejorar lo que existe, antes que iniciar nuevas grandes construcciones”, menciona el profesor Vélez Restrepo.
Ahora bien, una obra civil que sí estaba pendiente, de acuerdo con el directivo, es un bloque administrativo: el 42A, una edificación cuya vocación es albergar el archivo de diferentes dependencias de la Sede, teniendo en cuenta la normatividad nacional que vela por la protección de los documentos históricos e institucionales que, por ahora, son custodiados en las oficinas del edificio El Ágora. Ese espacio, en el marco de las readecuaciones, será destinado para la librería y la Tienda Universitaria.
Como política general, “estamos organizando la infraestructura actual, de cara a optimizar la de la Universidad en lugar de ponernos a hacer grandes obras nuevas para fines académicos. Creo que debemos actualizar y trabajar en la especialización de los edificios”, asegura.
Se refiere a la unificación de las funcionalidades de los edificios, como los administrativos, de laboratorios y multipropósito. Estos últimos incluyen aulas, oficinas de docentes; salas de estudio, trabajo y de cómputo. Esta labor obedece a un propósito ambiental, en tanto que “especializar los espacios conduce a que el manejo de residuos sea más fácil. Nuestros laboratorios producen desechos industriales, por ende, hay que concentrarlos para su manejo”, añade.
En ese orden de ideas plantea que, “con los recursos que nos aprobaron hay que avanzar a consolidar los proyectos iniciados el periodo pasado”, enfatiza.
Con lo anterior, el profesor Vélez Restrepo se refirió al componente de infraestructura. No obstante, hay proyectos en otras áreas que resultan importantes para la UNAL Medellín. Uno de los que hacen parte del proyecto académico de la rectora Dolly Montoya Castañeda es la armonización curricular, liderado en la Sede por la Dirección Académica. Detrás de esto hay una estrategia de mejoramiento de la pedagogía, la estructura curricular y de sensibilización hacia nuevas formas de trabajo entre docentes y estudiantes, según el directivo, quien destaca, como parte de la apuesta, los Grupos de Estudio Autónomos -GEA-.
Adicionalmente hay intención de apostarle a iniciativas como la Red de Diseño Experimentación y Prototipado. Si bien inicialmente se planteó como un edificio o mega-laboratorio, en consonancia con el propósito de optimizar, debido a la falta de recursos, se replanteó la estrategia por el desarrollo que tiene como objetivo “unir las capacidades existentes en diferentes unidades del campus (biblioteca, facultades, direcciones de Sede, y laboratorios) con un enfoque de solución de problemas reales planteados por empresas, gobiernos y la propia comunidad”, explica.
La proyección es desarrollar un aula, en el bloque M3 del Campus Robledo, como espacio de co-creación y diseño; en el Campus del Río, construir un hangar para prototipado; potenciar el laboratorio Fab-Lab de la Facultad de Arquitectura; mejorar el MakerSpace de la Biblioteca Efe Gómez, entre otros.
Asimismo, se espera la unión de unidades académicas de todas las facultades. En el Bloque 25 del Campus El Volador se planea establecer una central de proyectos a fin de gestionar la conexión entre la Universidad, la industria y el Estado, a través de proyectos. “Es más bien una estrategia de cambio para aproximar a los estudiantes al mundo real, en lugar de tener un salón donde entre todo el mundo y se maraville con la tecnología que hay”, enfatiza.
Según el profesor Vélez Restrepo, se han adelantado reuniones con diferentes empresas y con la Alcaldía de Medellín, a fin de conocer problemas que, para su resolución o mitigación, requieran de la intervención de la academia.
Otros proyectos menores, pero no menos importantes, según el directivo, son: iniciar la actualización de equipamiento de la Oficina de Unimedios y la capacitación en gestión documental. Hay más, como el acompañamiento a la movilidad académica entrante y el fortalecimiento de la lengua extranjera para la internacionalización curricular.
Adicionalmente, mejoramiento de laboratorios; innovación, transferencia de conocimiento y emprendimiento, consolidación de la Red Cultural UNAL y gestión eficiente del sistema de Bienestar Universitario.
En conclusión, el docente Vélez Restrepo destaca que la Oficina de Planeación y Desarrollo Institucional de la Sede está renovando su concepción, por lo que está atenta a convocatorias de entidades como la Gobernación de Antioquia o al Departamento Nacional de Planeación, a fin de aunar esfuerzos para sacar adelante iniciativas como la Facultad de Ciencias para la Vida, considerado como el proyecto bandera de la Sede y en el que se viene trabajando desde hace cuatro años. El avance más reciente hacia ese propósito, según él, es el emplazamiento del Laboratorio Genómico One Health en la Estación Agraria San Pablo, ubicada en Rionegro (Antioquia).
Hay, según el directivo una consigna: “Queremos que esta oficina sea como un centro de pensamiento y no solo uno de trámites”.
(FIN/KGG)
8 de noviembre de 2022