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Son empresas que se crean a partir de resultados de investigación en universidades y también una estrategia con la que se trasciende de los laboratorios. Conozca cómo funcionan y cuál es su pertinencia.
La licencia de los derechos de propiedad intelectual a empresas o la creación de una Spin Off son vías de transferencia de conocimiento. A través de una Spin Off se da origen a empresas basadas en estudios científicos y tecnológicos que contribuyen con el desarrollo económico, social, político y cultural del país.
Para crear la Spin Off, además de que sea liderada por docentes pertenecientes a la carrera profesoral universitaria (a título de socios o asociados), “es importante, pero no de manera exclusiva, que el conocimiento sea protegido o susceptible de protección a través de derechos de propiedad intelectual”, explica Lida Isabel Tamayo Giraldo, jefe de la División de Extensión de la UNAL Medellín.
La meta con la conformación de las Spin Off, así como en general con la transferencia de conocimiento y de tecnología, es encontrar la mejor manera para aplicarlas o aprovecharlas a fin de que sean solución a problemas reales.
Proceso de creación
La Ley 1838 de 2017 por la cual se dictan normas de fomento a la ciencia, tecnología e innovación mediante la creación de empresas de base tecnológica, habilitó a los profesores para que sean socios, pero “solo hasta 2020 la UNAL tuvo su propia reglamentación, que es la Resolución 391”, expone. La normativa reglamenta el proceso de creación de las Spin Off dentro de la modalidad de extensión Participación en Proyectos de Innovación y Gestión Tecnológica.
La creación de Spin Off tiene dos etapas. Una es la presentación de un proyecto de creación, el cual debe incluir: nombre director del proyecto, unidad académica básica que avala la propuesta, descripción de las actividades de investigación, desarrollo y creación que dieron origen a la Spin Off, descripción de la metodología de creación del emprendimiento, del personal interno o externo que requiere el desarrollo de la propuesta, entre otros. Como parte de la primera fase el consejo de la facultad respectiva emite una resolución de aprobación.
En la segunda etapa, de aprobación final, cuando los participantes tienen muy clara la oportunidad de mercado y del negocio, se elabora una propuesta que debe incluir, entre otros: sustentación de la participación de los docentes de carrera y terceros en la creación del emprendimiento, propuesta de acuerdos de uso de recursos físicos y científicos, plan de negocios y una propuesta inicial de regalías que es negociada con la Universidad.
Según Tamayo Giraldo, la Dirección de Investigación y Extensión entrega un concepto de la viabilidad técnica y comercial de la propuesta, gestiona los avales de los comités de ética y de propiedad intelectual. A partir de ahí se emite a la vicerrectoría de la sede respectiva para que reconozca la Spin Off con una resolución.
Con lo anterior Tamayo Giraldo se refiere a las Spin Off del modelo 1, en el cual uno o varios docentes crean un emprendimiento en el que la Universidad no participa como socia de la empresa, a pesar de que la Resolución 391 también plantea el modelo 2 mediante el que la Institución crea un emprendimiento con la posibilidad de asociarse con uno o varios terceros.
Según expone la Resolución en el artículo 4 relacionado con los modelos de creación, uno o varios profesores pueden impulsar la creación de la Spin Off bajo la modalidad de transferencia de conocimiento. También la Universidad puede crearla asociándose con terceros en el marco del emprendimiento.
Acerca del conflicto de intereses la norma indica que, “estarán impedidos para actuar en la evaluación, aprobación, y toma de decisiones sobre las propuestas de creación de emprendimientos spin-off, aquellos docentes de carrera que tengan un interés particular en dichas iniciativas” y que quienes “deban tomar decisiones relacionadas con la participación de profesores de carrera en emprendimientos spin-off deberán observar las prohibiciones establecidas en el artículo 126 de la Constitución Política de Colombia, cuando sea el caso”.
Proceso y avance en la Sede
“Cuando se quiere una empresa, no se debe pensar solamente en el producto o servicio, sino en un portafolio. Entonces, cuando se toma la decisión de crear una Spin Off es porque ya se han validado los productos y servicios, han podido ofrecer y han recibido intención de compra”, explica Tamayo Giraldo. El tiempo del proceso para la validación de los productos o servicios que ofrecerá la Spin Off varía de acuerdo al servicio o tecnología desarrollada que, por lo general, oscila entre seis meses y dos años.
Hasta el momento la UNAL Medellín cuenta con una Spin Off reconocida, que es la de Reprofert, emprendimiento junto con el Politécnico Jaime Isaza Cadavid y la Universidad CES, orientado a la biotecnología para la reproducción de bovinos, equinos y especies menores.
Adicionalmente hay otras cuatro en proceso de reconocimiento: City Frames (que procura por soluciones en sistemas inteligentes de transporte), Procesos termoquímicos (tecnología de gasificación de biomasa para descarbonización), Bioscalis (biocompuesto para la producción de bioplaguicidas, productos cosméticos e industria de alimentos) y Transformación de residuos agroindustriales a jarabes azucarados.
Para Tamayo Giraldo, las Spin Off traen grandes ventajas, “además de obtener ingresos por regalías acordados en los contratos de licencia, mediante el cual la Universidad autoriza para usar su conocimiento”. Lo más importante, dice, es concretar el proceso de transferencia y que el conocimiento generado por los grupos de investigación se configure en productos tecnológicos que den solución a problemas o que satisfagan necesidades de la sociedad.
Para conocer con más detalle los elementos solicitados para la propuesta de creación de una spin-off o de su objeto, lea la Resolución 391 del 2020 en este enlace: http://www.legal.unal.edu.co/rlunal/home/doc.jsp?d_i=95540
21 de noviembre de 2022