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La plenaria del Concejo de Medellín invitó a los rectores de universidades públicas para reflexionar sobre los retos de la educación superior, no solo en la ciudad sino en Colombia. La necesidad de una política pública y de la preparación para la Cuarta Revolución Industrial, son algunas de las necesidades que se evidenciaron en la jornada.

Iván Darío Ortega, vicerrector de extensión del Politécnico Jaime Isaza Cadavid, considera que en la nueva era la virtualidad es una tarea que tiene la educación. “Debemos potenciar las competencias de los estudiantes en temas como inteligencia artificial, blockchain y el Internet de las cosas”, asegura.

Aunque la formación virtual no es una prioridad para la UNAL, según el vicerrector de la Sede Medellín, Juan Camilo Restrepo Gutiérrez, sí se debe repensar la pertinencia de los programas de formación también en aras de la Cuarta Revolución Industrial. Uno de los proyectos que encaja en el tema es el impulso a un centro de diseño y prototipado, que “tiene una transformación pedagógica de fondo y donde la interdisciplinariedad se vuelve fundamental”.

Según el Vicerrector, hay que estar abiertos a lo que requieren los estudiantes y la sociedad, “aproximarse a esas formas de apropiarse del conocimiento”.

El reto principal, expone, es conseguir recursos para financiarla “lo que tiene que ver con una reflexión del Gobierno de lo que significa la educación superior para el país, lo que se cruza con la construcción de una política pública”.

La concejala Daniela Maturana, fue concreta en que: “Medellín necesita una política pública de educación superior. Se requieren foros y conversaciones donde se expongan estos puntos de vista y se identifiquen los de encuentro. Casi siempre la solicitud de la comunidad es educación, empleo y salud porque son las prioridades no solo de los adultos sino también de los jóvenes y las herramientas para creer en una calidad de vida digna”.


Los desafíos en cuatro categorías

Los retos que tiene la educación superior en Medellín y en Colombia son principalmente cuatro según María Clara Ramírez Atehortúa, directora de Sapiencia: acceso y cobertura, pertinencia, permanencia y calidad.

Con respecto al primer punto, la funcionaria expone que en Colombia solo tres de cada 10 jóvenes entre 16 y 28 años reportan acceder a la educación superior.

Según el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (Snies), Medicina, Administración y Psicología son las carreras con más inscritos en Medellín en el primer semestre de 2014. La información es parte del reto de la pertinencia.

Para Ramírez Atehortúa, las preferencias no se dan “solamente por vocación sino por falta de información. Debemos generar espacios para que los jóvenes de Colombia se den cuenta de que hay otros programas pertinentes y, también, hacer reflexiones sobre sus contenidos”.

“Nada hacemos como región o como país teniendo profesionales en las áreas de siempre y no abordando otras que son tan necesarias para el desarrollo de la ciudad y de la nación”, cuestiona.

Sobre la permanencia refiere que la tasa de deserción en Colombia alcanzó 17,04% en el segundo semestre del 2018 que ha representado el punto más alto que ha tenido en la década. En Medellín es del 13,80%. En general, “eso nos pone a pensar sobre la calidad y la cantidad de estrategias que debemos generar alrededor de la educación superior más allá de una beca o de un crédito condonable”.

Acerca del último aspecto que considera como uno de los retos de la educación superior en Colombia y en Medellín específicamente, es la calidad, afirma que apoyar la internacionalización es otro desafío así como el acercamiento de los jóvenes a la investigación.

En cifras, mostró que de las 318 instituciones de educación superior activas en Colombia, hay 57 acreditadas. En Medellín hay 34 y nueve tienen avales de calidad: el Instituto Tecnológico Metropolitano (ITM), el Instituto Tecnológico de Antioquia, las universidades CES, de Antioquia, de Medellín, San Buenaventura, Eafit, UNAL y Pontificia Bolivariana.

Entre los desafíos que tiene Colombia en materia de educación, destaca el de articular las instituciones desde la básica y la media a la superior con los nuevos avances. “Ya no es posible planificar los desarrollos en nuestras instituciones sin pensar la gestión de la ciencia, la tecnología y la innovación de cara al mundo”, asegura el rector de la Universidad de Antioquia, John Jairo Arboleda.

El “multilingüismo”, la formación ciudadana y política, la internacionalización de los currículos, proyección en las subregiones del departamento, orientación vocacional, formación y capacitación pedagógica de los profesores, son otros retos que expone. Finalmente, propone consolidar un sistema único de alta calidad que refleje las necesidades de la formación, además de fortalecer la política nacional de “mejorar la matrícula para personas de estratos 1 y 2 del país”.

Para el caso de la UNAL, se ha establecido, concluye el Vicerrector, que “la ampliación de cobertura va hasta donde la calidad lo permita, la Universidad no va a renunciar a eso; todo lo que hagamos tiene que tener esa premisa”.

5 de agosto de 2019