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La renovación de planes de estudio para buscar mejor consonancia con los contextos sociales y culturales de la región y del país es un reto en el que coinciden las facultades de Ciencias Humanas y Económicas (FCHE), y de Arquitectura de la UNAL Medellín.

Tal vez la característica más importante de la Universidad Nacional de Colombia, en todas sus sedes, incluida la de Medellín, es la preocupación por la calidad académica. Una muestra de ello es el incremento de producciones académicas destacadas en la FCHE, que en 2019 alcanzaron ocho tesis meritorias de maestría y dos laureadas, en comparación con 2018 cuando fueron siete meritorias del mismo tipo de posgrado.

Respecto al pregrado son en promedio hasta cinco grados de honor cada semestre. Según Miguel Ángel Ruiz García, decano de la FCHE, los resultados son “una expresión de que la Facultad está haciendo las cosas bien y de que tiene un compromiso importante”.

El fortalecimiento también es de los cinco laboratorios, que son espacios de pensamiento cuyos objetivos se encaminan en conectar con los intereses, las demandas y las necesidades de la ciudad. En ese sentido, desde allí se manejan varios proyectos. Uno de ellos es el de Gobierno y Equidad de Género, que formó a más de 450 mujeres a través de diplomados que se ofrecieron en convenio con la Secretaría de las Mujeres de Medellín.

El decano valora mucho este programa de formación porque aporta a crear consciencia de la diversidad, la igualdad de género, el empoderamiento por la capacidad de liderazgo de las mujeres y la autonomía.

A partir de los diplomados, dice, las mujeres “se van a ver diferentes a sí mismas, en una relación laboral, de pareja o filial; van a tener un carácter distinto cuando se presenten en la vida pública o cuando vayan a pedir un trabajo”. Para el Decano es destacable el aporte a la transformación; cree que “una de las labores más hermosas que hace la Facultad es la formación de nuevos liderazgos y ciudadanías”.

En ese mismo propósito se incluye la formación en argumentación y discusión, otra apuesta de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas que ha orientado a más de 2.500 niños y jóvenes mediante el proyecto Modelo de Simulación de Naciones Unidas en el que este año participaron 350 colegiales, además de la instrucción de líderes barriales en temas de control político a fin de proveer herramientas de convivencia pacífica, de intervención a partir de la asociación y creación de colectivos.

Para el profesor Ruiz García los programas que la Facultad lleva a cabo, “forman la identidad cívica y ciudadana”. Es por eso que destaca también la formulación de la política pública de Discapacidad que la Facultad ganó luego de participar en una convocatoria de la Alcaldía de Medellín. Además, añadió que se está elaborando un documento para gestionar recursos para la ejecución de acciones en favor de esa población.

En la construcción social, que se gesta desde la Universidad, los estudiantes también tienen un rol protagónico y, de ellos resalta el dinamismo que han generado, por ejemplo, en la organización de coloquios y eventos de interés ciudadano.

Lo que plantea fundamental entre los desafíos existentes es reconsiderar la revisión de los planes de estudio a fin de tener en cuenta el contexto de la región. La reforma del pensum “es estratégica para la formación integral de nuevas ciudadanías con sentido ético, pero también cívico-político”.

Las modificaciones a los planes de estudio son también el reto de la Facultad de Arquitectura de la UNAL Medellín, según el decano Juan Pablo Duque Cañas. Por el momento, adelanta un proceso de autocrítica no solo desde el punto de vista de profesores sino también de estudiantes.

“Estamos identificando los vacíos que tenemos, las cosas en las que somos fuertes y las que se debe mejorar. Creemos que este puede ser el ejemplo para otras facultades. Estamos reflexionando sobre la pertinencia de lo que hacemos con miras a nuestra calidad como investigadores”, asegura el profesor Duque Cañas.


Reestructuración

Consejo de Facultad de Arquitectura aprobó un plan de acción de cuatro líneas estratégicas. La primera tiene que ver precisamente con una propuesta de reformulación curricular y la segunda, con la revisión de la estructura administrativa y académica.

La tercera consiste en el estudio de la funcionalidad de espacios de los bloques 24 y 25, que implica el estudio de la redistribución de áreas como la unificación de las oficinas administrativas. Esta posibilidad se está analizando como parte de un taller de Arquitectura en el que participan estudiantes y docentes, quienes esperan entregar una primera propuesta en el primer semestre de 2020.

La última línea corresponde a un proyecto editorial que busca hacer “una especie de fotografía conceptual de lo que es la realidad actual de la Facultad. Se están convocando a los profesores para que reflexionen sobre la epistemología de cada escuela (Arquitectura, Artes, Construcción, Hábitat, Medios de Representación y Planeación Urbano-Regional) y también se van a involucrar trabajos de los estudiantes”, agrega.

Asimismo, se ha hecho contacto con instituciones como la Universidad Nacional de Ingeniería (en Perú) para buscar convenios de investigación y movilidad de estudiantes y profesores e incluso de doble titulación según el decano Duque Cañas.

Entre las investigaciones de extensión está la elaboración del Plan Parcial para el traslado de Murindó y proyectos encaminados a mejorar las condiciones de pueblos indígenas en el Cauca y en La Guajira, entre otros.

Lo interesante, según el profesor es que se hacen por solicitud de las comunidades, lo cual, concluye, es una manera en la que se evidencia “que la UNAL Medellín aporta soluciones a problemáticas identificadas por las mismas poblaciones, lo que es muestra de la confianza que la sociedad tiene en la Institución”.

18 de noviembre de 2019