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Un juego de cubiertos en acero inoxidable, vaso y termo serán los utensilios que se incluirán en los 1.186 kits que entregarán Bienestar Universitario y el sistema de restaurantes de la Sede a estudiantes favorecidos con el bono alimentario. Quienes no son beneficiarios del servicio podrán comprar los productos que se venderán a precios asequibles.

El proyecto de reemplazo está valorado en aproximadamente $45 millones y tiene como objetivo cambiar las vajillas y cubiertos desechables, para lo cual los restaurantes, cafeterías de la Sede y Bienestar Universitario firmarán un convenio.

Además de realizar el anuncio, el director de esa dependencia, el profesor Sergio Restrepo Moreno, el vicerrector de la Sede, Juan Camilo Restrepo Gutiérrez, y representantes de los establecimientos se reunieron recientemente para generar aportes que permitan fortalecer e impulsar el proyecto de cambio Campus Sostenible.

Hay una necesidad de transformación social, según el vicerrector Restrepo Gutiérrez, y a eso se le quiere apostar con la iniciativa a partir de acciones de la vida cotidiana, por lo que invitó a los representantes de las cafeterías y restaurantes de la Sede a dar sugerencias o a expresar inquietudes y algunos de ellos así lo hicieron. Fue el caso, por ejemplo, de Nicolás Fernando Marín Orozco, de la cafetería La Tinaja conocida como Kokoriko. Él planteó la posibilidad de marcación de onzas en los recipientes a fin de que se les facilite el cálculo al momento de servir los alimentos.

Si bien las cafeterías y restaurantes son fundamentales en el proceso de adaptación y cambio para la eliminación de plásticos de un solo uso en la Sede, también lo son los entes administrativos y proveedores para estar en sincronía con la estrategia.

Así lo propuso Elizabeth Carvajal Flórez, profesora del Departamento de Geociencias y Medio Ambiente de la Facultad de Minas, quien llamó la atención sobre la pertinencia de darles a conocer la iniciativa, teniendo en cuenta que “en la Universidad se hacen eventos en los que se generan residuos, lo cual no está acorde con políticas internas. Un caso puntual es el icopor”. El material recibió el nombre por la sigla de la empresa que lo fabricaba: Industria Colombiana de Porosos; realmente se trata de poliestireno expandido.

El Vicerrector enfatizó en que la estrategia no representa una moda sino la responsabilidad “de asumir una conciencia de la necesidad de hacer algo y eso debe comenzar por instituciones como la nuestra, primero porque somos una universidad y segundo, porque es pública”. En ese sentido, concluyó que la UNAL Medellín debe marcar una ruta al respecto.

Una de las ventajas que traerá la implementación del proyecto, según el profesor Restrepo Moreno, es financiera. Explica que una vez se retiren los desechables quedarán réditos para quienes ofrecen los servicios de restaurantes. El reto, destaca, es transformarse culturalmente, pero “es algo que ha ocurrido ya en las sociedades varias veces”.

9 de marzo de 2020