Fue recientemente designada por el Consejo Superior Universitario (CSU) —máximo órgano de la UNAL— para seguir en el cargo que ocupa desde 2018, cuando sucedió a Ignacio Mantilla. Su motivación para postularse de nuevo como candidata fue continuar trabajando por la sostenibilidad, la transformación digital, el liderazgo nacional e internacional y la construcción de paz en los territorios.
De los cinco votos que se requirieron entre ocho para designar el rector de la UNAL, Dolly Montoya Castaño obtuvo seis. En la contienda también participó el profesor Moisés Cetré y los ex vicerrectores Jorge Bula y Diego Hernández. Ella ocupará, otra vez, el cargo entre los años 2021 y 2024.
Montoya Castaño es química farmacéutica de la UNAL, magíster en Ciencias Biomédicas Básicas de la Universidad Nacional Autónoma de México y doctora en Ciencias de la Universidad Tecnológica de Múnich. Ha realizado dos estancias posdoctorales: una en el Medical College de Nueva York (Estados Unidos) y la otra en la Unidad de Investigación de Políticas Científicas de la Universidad de Sussex (Inglaterra).
Está vinculada a la UNAL desde hace 38 años. Es investigadora emérita y profesora titular. Se ha desempeñado, entre varios cargos, como directora académica de la Sede Bogotá, gestora y directora del Instituto de Biotecnología (IBUN) y en 2018 se convirtió, en los más de 150 años de la Universidad, en la primera mujer en llegar a la rectoría.
Entre algunos de los logros que destaca su gestión durante su actual periodo como rectora está una serie de cátedras que analizan problemáticas del país con participación de expertos y propuestas, “bajo el lema de una Universidad viva, activa, solidaria y sostenible”, cuenta Montoya Castaño en su sitio web.
Otra acción exitosa es el Programa de Transformación Digital, que refirió, “ha permitido hacer frente a la crisis generada por la pandemia”, lapso en el cual los usuarios de los cursos Moodle pasaron de 800 a 5000. Asimismo, destaca que con la designación como presidenta de la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe fortaleció el proceso de internacionalización, partiendo de una agenda entre la que se incluye la autonomía universitaria y la conservación del medioambiente.
Con respecto a la investigación y extensión resalta, entre otros resultados positivos, la alianza con la Universidad de Wisconsin – Madison y el Laboratorio One Health de la Sede Medellín para realizar análisis en torno a la covid-19, entre otros.
Próximos desafíos
Montoya Castaño expone que, como enseñanza de la pandemia, es crucial el trabajo articulado e intersedes para la solución de problemas complejos para la sociedad, por lo que señaló que su propuesta “aspira a que la ciencia y la cultura hagan parte de la vida cotidiana de la población”.
La propuesta rectoral Proyecto colectivo para la formación integral y el desarrollo sostenible de nación abarca cuatro ejes: Construcción de nación y paz sostenible desde los territorios, Liderazgo académico nacional en un entorno global, Armonización de las funciones misionales para la formación integral, y Universidad autónoma y sostenible.
Apuestas
En el primer eje, Montoya Castaño propuso, por ejemplo, vigorizar la Red Paz UNAL y el Modelo Intersedes UNAL a fin de acompañar a las comunidades en sus territorios y propiciar mayor movilidad estudiantil y docente.
También, fortalecer los programas especiales Peama con el de Grupos de Estudio Autónomo y Pares Tutores, concluir el Laboratorio de Patógenos Humanos y El Centro de simulación para la salud en el Hospital Universitario Nacional, y consolidar el Ecosistema UNAL de Campus y Campos Sustentables.
En cuanto al Liderazgo académico nacional en un entorno global, que es el segundo eje, propone “ampliar el accionar” del Instituto de Liderazgo Público, conformar el Instituto de Investigación, Innovación y Política Educativa, y poner en funcionamiento la Escuela de Periodismo Científico y Cultural.
Ampliar la Política de Estímulos a la Docencia Destacada, fortalecer la fundamentación de los programas académicos, y conformar mínimo tres Redes Transdisciplinares e Intersedes en temas como Género e Inclusión, Salud y Vida, y Bioeconomía, son algunas de las propuestas contempladas en el tercer eje: Armonización de las funciones misionales para la formación integral.
Finalmente, en el cuarto eje, el de Universidad autónoma y sostenible, planea la creación de Unidades de Gestión Integral de Proyectos para acelerar la consecución y ejecución eficiente de recursos externos. También, la ampliación del Sistema de Planeación de la UNAL, el cual deberá interactuar con la creación de Centros de Servicios y Recursos Compartidos, del que se realizó un piloto en la Sede Medellín.
Asimismo, contempló terminar la construcción del Edificio Nuevos Espacios para las Artes de la Sede Bogotá, el de Laboratorios de Investigación en Ingeniería Eléctrica y el de Nuevos Materiales de la Sede Manizales, y finalizar las dos fases de la Sede Tumaco e iniciar la edificación de Bienestar, el Centro de Producción de Alimentos y el Edificio de Laboratorios para el Instituto de Agua, Territorio y Paz de la Sede Palmira, así como el de Bienestar de la Sede Amazonía.
Recientemente Montoya Castaño le dijo a la Agencia de Noticias UNAL: “gracias al compromiso de los rectores, a la comunidad universitaria del SUE (Sistema Universitario Estatal) y a la gestión realizada durante estos años, hemos reducido el déficit de nómina de 28.553 millones de pesos en 2018 a 4.698 millones de pesos en 2020. Conforme a nuestra misión y compromisos con la sociedad, la UNAL se ha mantenido viva, activa, solidaria y sostenible”.
Con su labor, añadió la rectora, espera ratificar que Colombia puede aprovechar su potencial cultural, diversidad natural y riqueza si se le agrega valor con conocimiento, con el cual en su trasegar profesional y académico ha propendido por el bienestar social y económico de las regiones.
(FIN/KGG)
5 de abril de 2021