Investigadores de la UNAL Medellín elaboraron un sistema casero de control de irrigación, compuesto por una válvula de entrada de agua, que suele ser usada en lavadoras y es conocida técnicamente como solenoide, y un tomacorriente inteligente, que es el corazón electrónico del prototipo que puede ser utilizado en aplicaciones domésticas o industriales. El sistema funciona con wifi y fue elaborado con materiales comunes y económicos que no excedieron los $40.000.

El sistema de control es versátil porque emplea elementos comunes, comerciales y con aplicaciones conocidas, como el de encendido y apagado temporal de equipos. Para hacerlo usa una aplicación móvil, ya incluida en los tomacorrientes inteligentes, que permite programar el tiempo de apertura del riego y la frecuencia.
El tomacorriente inteligente, conectado por wifi a Internet, permite controlar, desde un teléfono móvil o computador, el encendido y apagado de la válvula solenoide que hace el control de entrada y salida del agua, explica Juan Carlos Pérez Naranjo, docente del Departamento de Geociencias de la Facultad de Ciencias de la UNAL Medellín y uno de los inventores del sistema. Adicionalmente, a la válvula solenoide se conecta directamente el sistema de riego, que es una manguera con orificios que funcionan como goteros o aspersores destinados al riego de las plantas. El tamaño de ese sistema de riego se modifica según las necesidades específicas de los usuarios.
Para el profesor, la utilidad más inmediata es en agricultura urbana y doméstica, porque en las ciudades hay más acceso a Internet y es más importante el control del agua usada. También es posible instalar sensores o cámaras comerciales para monitorear el ambiente y las plantas desde la aplicación móvil. El docente la usa y, desde su teléfono celular, controla y revisa a distancia el riego de plantas de banano, tomates y arbustos en tiempo real. La visualización facilita identificar si es propicio, por ejemplo, poner más o menos agua o si debe hacerse durante un periodo determinado en función del clima.
El prototipo ofrece posibilidades sin precedentes de costos y simplicidad en agricultura comercial. “Con la aplicación se puede mirar desde cualquier lugar del mundo cómo están las plantas. Por ejemplo, si uno está en Colombia y tiene plantas en Japón, se puede mirar el clima de allá y, con base en eso, programar qué tanta agua usar y con qué frecuencia”, menciona.
El sistema de control fue construido por el profesor Pérez Naranjo y el ingeniero físico de la UNAL Medellín, Daniel Pineda. El sistema de control es escalable también para plantaciones comerciales. Por ejemplo, si se quisiera utilizar para la industria, se le podrían adaptar aspersores conectados a un tanque de agua y a una bomba de presión controlada por wifi. Actualmente, hay uno instalado en una casa en Santa Fe de Antioquia, donde, durante tres meses y sin intervención humana en el sitio, se han regado unas 150 plantas con este método.
Para probar el sistema de control del prototipo se hizo un experimento controlado con 12 plantas de rábano que, por grupo de tres, fueron expuestas diariamente a riegos de 0, 15, 30 y 45 segundos durante un mes. Se evidenció que las que mejor se conservaron fueron las que recibieron agua durante 15 segundos al día. Todas tuvieron una fase inicial de riego manual uniforme con el propósito de facilitar el estudio.
El prototipo, cuenta el profesor Pérez Naranjo, es de gran aporte en agricultura urbana y doméstica, “porque el control del agua es lo más difícil para mantener la calidad de nutrición y sanidad de las plantas, además, porque el nivel adecuado de agua evidencia el crecimiento de ellas y no se requiere de sistemas complejos para medir el agua del suelo, a los que generalmente no tienen acceso las personas del común ni los agricultores”.
El control para el sistema de riego fue ideado por los investigadores tras identificar una necesidad de corregir el riego irregular de plantas que crecían en una zona cálida-seca, cuya fertilización parecía ineficaz, y por la presencia inexplicable de plagas y enfermedades. Con la misma curiosidad que los ha llevado a trabajar en otros prototipos en el Laboratorio de Microbiología del Suelo, emprendieron este proyecto.
El desarrollo del sistema de control es una muestra de las ventajas que tiene apostarle a lo simple, como destaca el profesor: “En el mundo científico el trabajo se muestra con publicaciones y, a veces, son prejuicios nuestros, en Colombia y en general en países en vía de desarrollo, de que la ciencia se hace con marcas o equipos muy costosos, y no, se hace mostrando cosas que son repetibles. Lo otro es correr un poquito el riesgo de equivocarse”.
La idea de los creadores, al construir el prototipo de manera sencilla, es que las personas del común interesadas en mantener sus plantas, incluso si se van de viaje, puedan reproducir este sistema a partir de esta información e irse con tranquilidad a otros sitios.
(FIN/KGG)
7 de julio de 2025