La actividad “Otra Noche de Terror” realizada en el Cinema El Volador fue una iniciativa del Laboratorio de Fuentes Históricas de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas y la Cinemateca Municipal de Medellín, que además de contar con un conversatorio, fue la excusa perfecta para que la comunidad universitaria disfrutara de una velada de horror.
En el evento se proyectaron los cortometrajes colombianos El Paseo de Víctor Gaviria, Muerte Chunchurria de Esteban Uribe, El Maestro de Ramiro Meneses, y Zugar Zombie de Alexander Quezada, todos con una característica en común: el horror desde los escenarios cotidianos del país, la ciudad y el campo.
La programación comenzó con la conferencia “A modo de advertencia: mi horror por el cine” por parte de Augusto Bernal Jiménez, sociólogo de la UNAL, crítico, investigador y fundador de la Escuela de Cine Black María.
“Hablar del horror es un horror cinematográficamente, entonces si hacemos una sinopsis muy lenta de este género empezamos con la revolución francesa con las famosas fantasmagorías, luego llega el punto crucial que parte de la literatura, con Drácula de Bran Stocker y Nosferatu, Frankenstein, la Momia y así una cantidad de elementos que se agotan por sí solos, en el sentido que los monstruos ya tienen que venir acompañados de otros personajes, como la novia de Frankenstein, la pareja de Drácula, etc, y ahí es donde empieza a desgastarse un poco el género en mi criterio”, dijo Bernal Jiménez.
Apropiarse de la Universidad a través de la cultura
Por su parte Víctor Gaviria recordó sus primeros años de trabajo audiovisual habitando los alrededores de la UNAL Medellín, “la última vez que estuve aquí en el cinema El Volador recordé que en 1989 hicimos un corto en el cerro que le da el nombre a la Sede, y nos pareció interesante traerlo, pues casi no se ha mostrado. Fue un corto muy raro, que no logro ubicar muy bien, pero es un homenaje a ese espacio, que en esa época era un lugar complejo donde aparecían muchos cadáveres en las mañanas, entonces tomando ese lugar de terror hicimos este corto”.
El Cinema El Volador, ubicado en la Plazoleta de la Luz es un espacio al aire libre que propicia el encuentro con el otro a través del séptimo arte. “Vine al evento por curiosidad, pues no conozco mucho del terror ni de cine, además me parece fantástico que la Universidad abra estos espacios culturales pero que a la vez son muy académicos, y de alguna manera reabre nuestras ganas de quedarnos y parchar en la U luego de estar tanto tiempo cerrada”, aseguró Manuela Vélez, estudiante de Artes Plásticas e Historia.
Al finalizar la proyección, la comunidad universitaria pudo hacerles preguntas a los invitados sobre la concepción del género en la ciudad, la realización y producción del cine en la década de los ochenta, y la concepción e importancia del tiempo en el cine.
“La UNAL Medellín con el Laboratorio de Fuentes Históricas tiene una gran oportunidad de recuperar la memoria a partir de lo audiovisual y a medida que esto suceda también hay que formar a la gente, darles un sentido social, político y cultural desde el cine. Qué bueno que el público se vaya apropiando de estos espacios, porque son la memoria que le van a dejar a sus hijos y a sus nietos, y la única manera de restaurarla está en los estudiantes de la Universidad”, concluyó Augusto Bernal.
(FIN/DQH)
28 de marzo de 2022